Los colaboradores de Gonz¨¢lez le aconsejan que no hable a Bhutto sobre la bomba at¨®mica paquistan¨ª
I. C. En el verano ha resurgido con fuerza la sospecha de que Pakist¨¢n posee la bomba at¨®mica, suscitando una alarmada reacci¨®n de la India, pero el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, no tiene previsto abordar este delicado asunto con la primera ministra paquistan¨ª, Benazir Bhutto, de 41 a?os, que anoche inici¨® una visita oficial a Espa?a. Ella s¨ª tiene, en cambio, la intenci¨®n de utilizar la capital espa?ola para estudiar, en una reuni¨®n con todos sus embajadores en Europa, la reactivaci¨®n de su ofensiva diplom¨¢tica en pro de la autodeterminaci¨®n de Cachemira, controlada por Nueva Delhi.
Han pasado 38 a?os desde que un jefe de Gobierno paquistan¨ª, Hussein Shahid Sharwardi, viaj¨® a Espa?a. Bhutto lleg¨® ayer procedente de Marruecos -charl¨® unas horas con su amigo Hassan II- envuelta de nuevo en una pol¨¦mica en el mundo isl¨¢mico, y especialmente en su pa¨ªs, por haber asistido a la conferencia de El Cairo sobre poblaci¨®n pese a que los integristas pretend¨ªan que la boicotease.
Con su desplazamiento a Madrid ha querido matar dos p¨¢jaros de un tiro. Sensibilizar primero a Gonz¨¢lez, al que conoci¨® en el marco de la Internacional Socialista, sobre el contencioso de Cachemira, con tanta m¨¢s raz¨®n cuanto que Espa?a forma parte hasta Finales de a?o del Consejo de Seguridad de la ONU y durante el segundo semestre de 1995 presidir¨¢ la Uni¨®n Europea.
Su segundo objetivo es reunirse con los embajadores paquistan¨ªes acreditados en el Viejo Continente para examinar el desarrollo de una campa?a que, despu¨¦s del Movimiento de Pa¨ªses No Alineados y de la Organizaci¨®n de la Conferencia Isl¨¢mica, llevar¨¢ este oto?o a la ONU para intentar obtener la autodeterminaci¨®n de Cachemira.
Los dos tercios de esa regi¨®n fronteriza entre Pakist¨¢n y la India est¨¢n administrados por Nueva Delhi, cuyo Ej¨¦rcito se enfrenta desde 1989 a una insurrecci¨®n musulmana, probablemente alentada por Islamabad, que ha causado cerca de 10.000 muertos. Pakist¨¢n puede estar en puertas de una cuarta guerra con la India a causa de Cachemira, se?ala un informe redactado para Gonz¨¢lez en v¨ªsperas de la visita de Bhutto, al tiempo que la CIA (servicio secreto estadounidense) considera que esa regi¨®n es el escenario mundial m¨¢s probable para un enfrentamiento nuclear.
No en balde el ex primer ministro paquistan¨ª y l¨ªder de la oposici¨®n a Bhutto, Mian Nawaz Sharif, revel¨® el 24 de agosto en Neela Butt, un lugar remoto de la Cachemira paquistan¨ª, que su pa¨ªs pose¨ªa la bomba at¨®mica, corroborando as¨ª anteriores declaraciones del ex presidente Ghulam Ishaq Khan y del ex jefe de Estado Mayor Aslam Beg. Un ataque indio, advirti¨® Sharif, originar¨ªa "un holocausto nuclear".
El Gobierno de Bhutto lo desminti¨® inmediatamente, reconociendo, no obstante, que Pakist¨¢n hab¨ªa adquirido una "capacidad nuclear", pero que s¨®lo ten¨ªa la intenci¨®n de utilizarla con "fines pac¨ªficos". "El Gobierno espa?ol lo cree as¨ª", afirman fuentes de La Moncloa. Casi la misma explicaci¨®n proporciona Nueva Delhi cuando se le acusa de poseer armas at¨®micas.
Derechos humanos
EE UU y otras potencias occidentales presionan en balde a Islamabad y a Nueva Delhi para que firmen el Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear -en 1900, Washington suspendi¨® su asistencia militar a Pakist¨¢n-. A Gonz¨¢lez, sin embargo, sus colaboradores le han aconsejado por escrito que no aborde el tema con su hu¨¦sped, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n. Tambi¨¦n le recomiendan que no evoque la situaci¨®n de los derechos humanos en Pakist¨¢n, a pesar de los atropellos que sufren los cristianos desde la promulgaci¨®n de la Ley de la Blasfemia.
Si es as¨ª, apenas les quedar¨¢n otros asuntos de conversaci¨®n a ambos jefes de Gobierno. Pakist¨¢n y Espa?a llevan muchos a?os ignor¨¢ndose -los intercambios comerciales rondaron tan s¨®lo los 18.500 millones de pesetas en 1993-, y s¨®lo dos empresas espa?olas, Tippel y Zahur Sancho, ambas del sector del curtido, han invertido en Karachi.
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