Cinco a?os decisivos en mi vida
Linus Pauling, un gigante de la qu¨ªmica moderna, dos veces premio Nobel, muri¨® el pasado 19 de agosto, a los 93 a?os. Poco antes escribi¨® este art¨ªculo, recordando su primera ¨¢poca en la ciencia
Hace 72 a?os, en la primavera de 1922, yo estaba acabando mi cuarto a?o en el Oregon Agricultural College. En junio recib¨ª el t¨ªtulo de licenciatura en ingenier¨ªa qu¨ªmica. Hab¨ªa aprendido un poco de matem¨¢ticas y de f¨ªsica y algo de ingenier¨ªa. Adem¨¢s, hab¨ªa acumulado una enorme, cantidad de informaci¨®n sobre las propiedades de las sustancias, especialmente de compuestos inorg¨¢nicos, incluidos los minerales y las aleaciones. En 1919 me hab¨ªa interesado en la teor¨ªa electr¨®nica de la valencia y segu¨ªa con fiando en que la informaci¨®n emp¨ªrica sobre las propiedades de las sustancias podr¨ªa llegar a ser asimilada en una teor¨ªa de la estructura de las mol¨¦culas.Tambi¨¦n hab¨ªa solicitado trabajo en varias universidades y hab¨ªa aceptado una oferta del Instituto de Tecnolog¨ªa de California (Cal tech). Mi introducci¨®n a la investigaci¨®n comenz¨® en septiembre de 1922, cuando llegu¨¦ a Pasadena, y considero que mi educaci¨®n continu¨® durante cinco a?os, hasta 1927, cuando regres¨¦ de Europa.
Durante mis tres a?os y medio de estudiante graduado aprend¨ª mucho sobre f¨ªsica moderna, matem¨¢ticas y qu¨ªmica, especialmente termodin¨¢mica qu¨ªmica (que no me atra¨ªa) y mec¨¢nica esta d¨ªstica (que me gustaba mucho y me sigue gustando). Caltech era un sitio notable. El primer t¨ªtulo de doctor se hab¨ªa dado all¨ª en 1920, s¨®lo dos a?os antes de que yo llegara. Entre los profesores hab¨ªa muchos investigadores destacados en mate m¨¢ticas, f¨ªsica y qu¨ªmica, in cluido Roscoe Gilkey Dickinson (un pionero en la cristalograf¨ªa de rayos X y primer doctor de Caltech), Harry Bateman, Paul Epstein, Robert A. Milikan, Arthur Amos Noyes y Richard C. Tolman. Hab¨ªa mucho inter¨¦s en la espectrograf¨ªa, la teor¨ªa cu¨¢ntica y otros aspectos de la f¨ªsica moderna. En el departamento de qu¨ªmica, dirigido por Noyes, se esperaba que los estudiantes graduados empezasen a investigar nada m¨¢s llegar a Pasadena, y adem¨¢s seguir varios cursos avanzados, muchos de ellos impartidos por Tolman. Disfrut¨¦ especialmente del curso de mec¨¢nica estad¨ªstica de Teilman.
Tambi¨¦n hab¨ªa un seminario semanal de qu¨ªmica, otro de f¨ªsica y otro que se hac¨ªa en Caltech o en el Observatorio de Mount Wilson de Pasadena a cargo del club de f¨ªsica y astro nom¨ªa. Todos esos, seminarios se dedicaban a descubrimientos importantes recientemente publitados, como el efecto Compton (...) o el spin del electr¨®n. Conservo hasta el presente mi inter¨¦s por la cristalograf¨ªa de rayos X. Adem¨¢s, asist¨ªa a cursos o conferencias de f¨ªsicos invitados: Sommerfeld, Born (sobre la mec¨¢nica de matrices), Ehrenfest, Raman y Charles Galton Darwin. Aunque la mayor¨ªa de mis primeras publicaciones se basaron en el trabajo experimental, la determinaci¨®n de la estructura de cristales, empec¨¦ pronto a realizar investigaci¨®n te¨®rica.
He tenido buena suerte varias veces en mi vida. Un golpe de buena suerte importante fue ir a Caltech para mis estudios de graduado. A?os despu¨¦s, ya familiarizado con muchas universidades destacadas, me di cuenta de que en 1922 no hab¨ªa ning¨²n sitio en el mundo que me hubiera preparado mejor para mi carrera como cient¨ªrico.
Despu¨¦s de pasar tres a?os y medio en Pasadena, fui enviado a Europa como investigador asociado de Caltech, por un acuerdo alcanzado por Noyes. Tambi¨¦n hab¨ªa solicitado una beca John Simon Guggenheim Memorial, y poco despu¨¦s de que mi esposa y yo lleg¨¢semos a M¨²nich supe que me hab¨ªa sido concedida. Estuvimos en Europa, un a?o en M¨²nich con Sommerfeld y un tiempo m¨¢s corto en Copenhague y en Z¨²rich, adem¨¢s de las visitas a otros centros de investigaci¨®n en f¨ªsica moderna durante un a?o y medio. Ten¨ªa un acuerdo con Caltech como profesor ayudante y regresamos a Pasadena en septiembre de 1927.
Mi educaci¨®n hab¨ªa continuado durante ese periodo, sobre todo durante el a?o en el Instituto de F¨ªsica Te¨®rica de Sommerfeld. Justo cuanto llegamos, en abril de 1926, Schr?dinger hab¨ªa empezado a publicar sus art¨ªculos sobre funciones de onda y Sommerfeld dio conferencias sobre ellos. Tambi¨¦n se dedicaron otros varios seminarios a art¨ªculos recientemente publicados sobre las funciones de onda y otros aspectos de la mec¨¢nica cu¨¢ntica. Inmediatamente empec¨¦ a pensar sobre lo que m¨¢s me interesaba, que no era el ¨¢tomo de hidr¨®geno o las mol¨¦culas de hidr¨®geno, sino m¨¢s bien la cuesti¨®n de la estructura y las propiedades de ¨¢tomos e iones de muchos electrones y de mol¨¦culas m¨¢s complejas.
Mi art¨ªculo publicado en 1927 en Zeitschrift f¨¹r Physik ten¨ªa que ver con una interesante combinaci¨®n de la vieja teor¨ªa cu¨¢ntica y las funciones de onda que hab¨ªa publicado Gregor Weritzel en 1926. El enfoque utilizaba un modelo at¨®mico desarrollado en 1920 por Schr?dinger, quien suger¨ªa que los ¨¢tomos y los iones con muchos electrones pod¨ªan ser tratados como un modelo en que las capas internas de electrones fueran reemplazada por cargas el¨¦ctricas superficiales, con un ¨²nico electr¨®n en una ¨®rbita que penetrara en esas capas. (...) Yo me di cuenta T de que se pod¨ªa hacer una extensi¨®n del m¨¦todo de Wentzel que condujese a unos valores que se ajustasen con el experimento. Creo que ¨¦sta fue la primera aplicaci¨®n de la mec¨¢nica cu¨¢ntica en ¨¢tomos y en iones con muchos electrones. Segu¨ª desarrollando este m¨¦todo y lo apliqu¨¦ al c¨¢lculo de valores te¨®ricos de la polarizabilidad el¨¦ctrica, susceptibilidad diamagn¨¦tica, extensi¨®n en el espacio de ¨¢tomos e iones de muchos electrones y tambi¨¦n a la evaluaci¨®n de un grupo de valores de radios de iones para su uso en cristales i¨®nicos. Estos art¨ªculos se publicaron en 1927.
El hecho de estar en el instituto de Sommerfeld, precisamente cuando Schr?dinger publicaba sus art¨ªculos sobre la funci¨®n de onda es un segundo ejemplo de mi sorprendente buena suerte. Creo que las conferencias de Sommerfeld sobre las funciones de onda fueron las primeras que se dieron en el mundo sobre el tema. Fue una casualidad que yo llegase a M¨²nich en la primavera de 1926; de hecho, yo hab¨ªa pensado ir al instituto de Niels Bohr, en Copenhague, pero algunas circunstancias me hicieron cambiar de idea. Estoy seguro de que este golpe de suerte fue responsable en gran medida de que yo adquiriese una base sobre las funciones de ondas a los pocos meses de su descubrimiento, y probablemente responsable tambi¨¦n de mi ¨¦xito posterior al aplicar la mec¨¢nica cu¨¢ntica a algunas cuestiones de la qu¨ªmica antes no claras, que culmin¨® en la publicaci¨®n de mi libro La naturaleza del enlace qu¨ªmico, en 1939.
He tenido suerte otras veces en mi vida y en otras ocasiones no tanta, pero no tengo motivo para quejarme. Miro hacia atr¨¢s, hacia aquellos cinco a?os, desde septiembre de 1922, con gran placer y gratitud hacia mis destacados maestros.
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