Los suecos intentan salvar su modelo de Estado de bienestar social
"Hasta hace poco, en Suecia todo el mundo ten¨ªa vivienda, y ahora no. Esto es algo nuevo", asegura sorprendido Carl, un empleado de banca en Estocolmo. Miles de trabajadores est¨¢n en paro y s¨®lo reciben el 70% de su salario, cuando antes percib¨ªan el l00%; los padres ten¨ªan un permiso de 10 meses para cuidar al reci¨¦n nacido y se les va a reducir; los ancianos ten¨ªan derecho a una asistencia que ahora peligra; los jubilados han visto disminuidas sus pensiones. Son algunos aspectos del modelo sueco de bienestar social con riesgo de extinci¨®n.
La sociedad sueca est¨¢ confusa, por no decir aturdida, ante la crisis econ¨®mica y pol¨ªtica que vive. A?ora su modelo y en las elecciones de hoy muchos van a tratar de recuperarlo.La importancia de lo que se juega en estas elecciones no se refleja, sin embargo, en las calles, limpias de carteles electorales, de octavillas y del ruido infernal de la propaganda electoral motorizada propia de otras latitudes. Los suecos se han mantenido fr¨ªos y aparentemente poco apasionados incluso en los ¨²ltimos m¨ªtines electorales de la campa?a.
Los sondeos de opini¨®n dan como vencedores a los socialdem¨®cratas, aunque no conseguir¨¢n mayor¨ªa absoluta para gobernar y tendr¨¢n que recurrir a partidos minoritarios, posiblemente el liberal, ya que la opini¨®n p¨²blica no ve con buenos ojos una eventual alianza con excomunistas y verdes. Los socialdem¨®cratas representan la esperanza blanca de muchos suecos, que quieren recuperar su modelo perdido, suponiendo que unas elecciones puedan resolver el problema. El grito de mucha gente hoy en Suecia es "?Al infierno con el futuro! Queremos vivir con el pasado", comentaba Jan O. Berg, del instituto sueco para la investigaci¨®n de la opini¨®n.
Las razones de las crisis, que comenz¨® a finales de los ochenta con los socialdem¨®cratas en el poder, tiene m¨¢s que ver con el propio sistema que con la situaci¨®n econ¨®mica exterior. Hay quienes incluso echan la culpa a la Uni¨®n Europea de los males que padecen los suecos, aunque tambi¨¦n hay quien considera que el ingreso en la UE, que se votar¨¢ en refer¨¦ndum el pr¨®ximo 13 de noviembre, ser¨¢ la decisi¨®n del siglo para los suecos, porque ser¨¢ decisiva para superar los problemas. De momento, los sondeos muestran un ligero rechazo (37% a favor del no frente al 36% a favor del s¨ª, y un 27% de indecisos), y esto ha puesto los pelos de punta a pol¨ªticos, sindicatos y empresarios, todos ellos a favor del s¨ª. Y con raz¨®n, puesto que el 55% de las exportaciones suecas van a los pa¨ªses de la UE, y un no al ingreso podr¨ªa crear muchos problemas a la econom¨ªa del pa¨ªs y al Estado de bienestar.
Lo curioso de esos porcentajes es que los partidos pol¨ªticos, que representan al 90% de la poblaci¨®n, est¨¢n a favor del s¨ª, pero sus votantes no les siguen en este caso, lo que confirma otro fen¨®meno nuevo en la sociedad sueca derivado de la crisis: la creciente desconfianza hacia los partidos y los pol¨ªticos, seg¨²n explicaba Soren Holmberg, profesor de la Universidad de Gotemburgo. Y es tambi¨¦n lo que llev¨® a la comisi¨®n Lindbeck, creada en 1993 en el Parlamento, a la conclusi¨®n de que una crisis como la actual "puede convertirse asimismo en una crisis del sistema democr¨¢tico".
La crisis econ¨®mica, que ya ven¨ªa arrastrada por el anterior Gobierno socialdem¨®crata, se agudiz¨® con el acceso al poder de la coalici¨®n conservadora o bloque burgu¨¦s, encabezado por el primer ministro Carl Bildt tras las elecciones generales de 1991. Desde entonces, Bildt, de 45 a?os, un eficaz tecn¨®crata, introdujo un programa de privatizaciones que ha disparado el desempleo y el d¨¦ficit presupuestario, ambos factores decisivos a la hora de mantener el modelo sueco.
El objetivo hasta ahora ha sido privatizarlo casi todo, tratando a largo plazo de financiar el Estado de bienestar sin hacerlo recaer totalmente sobre los impuestos de los contribuyentes. A¨²n no se ha inventado la f¨®rmula. El caso es que la privatizaci¨®n ha disparado el paro en los ?ltimos tres a?os y hoy afecta al 14% de la poblaci¨®n activa en un pa¨ªs de 8,7 millones de habitantes. El subsidio de desempleo a su vez ha disparado el d¨¦ficit presupuestario, que se eleva ya a la gigantesca suma de 200.000 millones de coronas (unos tres billones de pesetas) y es uno de los m¨¢s altos dentro del tama?o de las econom¨ªas occidentales.
El efecto de las privatizaciones ser¨¢ decisivo a la hora de depositar hoy el voto, pues los dos tercios de los votantes viven precisamente del sector p¨²blico, otra de las razones del d¨¦ficit y del hundimiento del Estado de bienestar, cuyo futuro tan s¨®lo preocupaba en 1979 a un 17% de ciudadanos, en 1991 a un 59% y hoy a toda la poblaci¨®n, acostumbrada a disfrutar de uno de los niveles y calidad de vida m¨¢s altos del mundo.
Muchos suecos quieren detener el desmantelamiento del Estado de bienestar, aunque reconocen que hay que hacer reformas para salir adelante, y una mayor¨ªa parece confiar en los socialdem¨®cratas.
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