Si te gusta el riesgo, vienes"

Valdeavero (492 habitantes) celebr¨® el viernes el primero de sus dos encierros por el campo, el segundo fue ayer. La carretera estaba totalmente bloqueada a las 12.30 de la ma?ana por los coches que la cruzaban o pretend¨ªan seguir la nube de polvo que levantaba el toro, los cabestros y los caballistas.Porque en Valdeavero se suelta al astado acompa?ado de tres cabestros, como es preceptivo en los encierros legales, hay incluso una ambulancia privada que como puede sigue a la comitiva entre los campos de cereal.

Alberto, 17 a?os, no se pierde un encierro. Subido en su moto su intenci¨®n es: "divertirme por el campo. Voy lejos del toro y me gusta porque llevo toda la vida vi¨¦ndolo". "Si te gusta el riesgo, vienes; es peligroso y es emocionante correr por el campo entre los coches", afirm¨® este joven, el ¨²nico que accedi¨® a hablar con un periodista. Alberto cree que s¨®lo con caballos y a pie el encierro ser¨ªa m¨¢s peligroso porque no habr¨ªa d¨®nde meterse. Pero los viejos de Valdeavero no opinan lo mismo y recuerdan con nostalgia lo hermoso que era ver conducir a los toros, que dorm¨ªan en los campos de los l¨ªmites del pueblo, hasta la plaza guiados por los caballistas.

El inspector Pedro Navas, de espect¨¢culos taurinos de la Jefatura Superior de Polic¨ªa, estima que el celebrar un encierro por el campo puede suponer una sanci¨®n de medio mill¨®n de pesetas aunque no se haya producido ning¨²n incidente. Los alcaldes lo saben. Para celebrarlo argumentan que no se maltrata al animal, y no se puede ir contra todo un pueblo y que es 1a tradici¨®n". Antonio Barranco, regidor mequero, preferir¨ªa que este festejo se autorizase y se fijasen ciertas normas. Su hom¨®logo camarme?o, Luis Gregorio D¨ªaz, pide que se "tengan en cuenta las peculiaridades de cada pueblo".