Carter arranca al general C¨¦dras un principio de acuerdo para detener la invasi¨®n de Hait¨ª
La desesperada gesti¨®n de paz del ex presidente Jimmy Carter en Hait¨ª alcanz¨® ayer progresos sustanciales en la mediaci¨®n para evitar la invasi¨®n de Hait¨ª. Fuentes citadas por las cadenas de televisi¨®n norteamericanas anunciaron anoche que el ex presidente estadounidense hab¨ªa pedido a Bill Clinton m¨¢s tiempo para rematar la negociaci¨®n. No obstante, Carter regres¨® a Washington para dar cuenta de la situaci¨®n a Clinton. Las posiciones de ambos lados se fueron aproximando a lo largo del d¨ªa, aunque los jefes militares haitianos, encabezados por el general Raoul C¨¦dras, se resistieron inicialmente a aceptar plenamente las condiciones norteamericanas: su salida del pa¨ªs y el retorno de Jean-Bertrand Aristide a la presidencia.
El marat¨®n negociador de Carter en Puerto Pr¨ªncipe, a donde lleg¨® el s¨¢bado, parece haber servido para fijar las condiciones en las que los jefes militares haitianos aceptan retirarse. Pero no est¨¢n plenamente satisfechas a¨²n todas las exigencias de la Casa Blanca, que anoche advert¨ªa que la situaci¨®n era cambiante y pod¨ªa evolucionar "en un sentido u otro". El presidente Bill Clinton ten¨ªa previsto dirigirse de nuevo al pa¨ªs esta madrugada para explicar los resultados de las negociaciones.Ninguna comunicaci¨®n oficial sobre los resultados concretos de estas negociaciones hab¨ªa sido hecha hasta bien entrada la madrugada de hoy (hora espa?ola). Nada se esperaba tampoco hasta despu¨¦s de que Carter informase personalmente a Clinton. S¨®lo algunos detalles filtrados por fuentes cercanas a los negociadores norteamericanos y haitianos, as¨ª como la larga duraci¨®n de la gesti¨®n mediadora, permit¨ªan pensar que se hab¨ªa alcanzado un principio de acuerdo.
Aunque Carter hab¨ªa pedido inicialmente la rendici¨®n incondicional del general C¨¦dras y sus hombres, incluida su salida del pa¨ªs, parece que ahora est¨¢ discutiendo un plan, algo m¨¢s elaborado y complejo, pero que a la larga conducir¨ªa al mismo fin. Se ignora si ese plan ser¨ªa aceptable para la Casa Blanca y, por ¨²ltimo, para el presidente haitiano en el exilio, Jean Bertrand Aristide.
Mientras las negociaciones en Puerto Pr¨ªncipe prosegu¨ªan, el vicepresidente norteamericano, Al Gore, advirti¨® anoche: "No quiero que nadie piense que esto est¨¢ marchando en una direcci¨®n o en otra. Puede ir todav¨ªa en cualquier direcci¨®n. Lo ¨²nico seguro es que la democracia ser¨¢ restaurada en Hait¨ª".
La segunda jornada de negociaciones comenz¨® ayer sin acuerdo y con pocas perspectivas de conseguirlo. Todo pareci¨® empezar a cambiar en una cuarta y ¨²ltima reuni¨®n que Carter y sus acompa?antes, el general Colin Powell y el senador dem¨®crata Sam Nunn, mantuvieron con C¨¦dras y los otros dos miembros del triunvirato militar, el teniente coronel Michel Fran?ois y el general Philippe Biamby.
Ese ¨²ltimo encuentro, celebrado en el cuartel general del Ej¨¦rcito, dur¨® m¨¢s de seis horas. Una vez concluido, los tres negociadores norteamericanos, acompa?ados del general C¨¦dras, se trasladaron al palacio presidencial de Puerto Pr¨ªncipe, donde se entrevistaron con el presidente instalado en el poder por los militares, Emile Jonassaint, que no es reconocido por Estados Unidos. Esa visita hizo pensar que C¨¦dras acud¨ªa all¨ª para cumplir los tr¨¢mites constitucionales previos a su dimisi¨®n.
Al salir de esa reuni¨®n se conoci¨® la intenci¨®n de Carter de proseguir sus gestiones, quiz¨¢s con la ¨²nica intenci¨®n de agotar los esfuerzos para evitar la guerra.
Nada se inform¨® oficialmente al respecto, pero la delegaci¨®n norteamericana segu¨ªa Puerto Pr¨ªncipe ocho horas despu¨¦s del momento previsto para su regreso. En Washington, fuentes pr¨®ximas a Aristide hablaban de optimismo. En Puerto Pr¨ªncipe, medios cercanos a los militares haitianos se expresaban en los mismos t¨¦rminos. Pero, de los principales protagonistas del drama, Carter, C¨¦dras y la Casa Blanca, no hab¨ªa todav¨ªa anoche una sola palabra.
Durante todo el d¨ªa, otros altos funcionarios norteamericanos hab¨ªan insistido en que cualquier acuerdo al que se llegue debe incluir la obligaci¨®n de que los jefes militares haitianos se vayan del del pa¨ªs, as¨ª como que Aristide recupere la presidencia.
Si se consigue un acuerdo de esas caracter¨ªsticas, tropas norteamericanas desembarcar¨¢n de todos modos esta semana en Hait¨ª, aunque la har¨¢n de forma pac¨ªfica y con la misi¨®n de garantizar el orden y el regreso de Aristide. Si, definitivamente, no se alcanza el acuerdo, la invasi¨®n puede ser cuesti¨®n de horas.
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