La UCD y el caso del aceite de colza

En relaci¨®n con la noticia de que el juez Bueren abrir¨¢ juicio oral a cinco ex altos cargos de la extinta UCD, entre otros, por el caso del aceite de colza, quiero aportarle mi punto de, vista sobre dicho asunto, refiri¨¦ndome a lo que en el auto no se dice y no a lo que expresamente se dice, cuesti¨®n ¨¦sta quiz¨¢ m¨¢s interesante. En este sentido, el auto resulta esclarecedor, 13 a?os despu¨¦s de aquellos tristes sucesos de aspectos parece que interesadamente oscurecidos.A la vista del auto, resulta que los hoy acusados, me refiero s¨®lo a los de la extinta UCD, ocupaban cargos en diferentes ministerios, ninguno en el entonces Ministerio de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social. Por eso no hay acusados de aquel ministerio.

Pues bien, en aquellos d¨ªas, la oposici¨®n parlamentaria, encarnada por el PSOE, desencaden¨® una formidable campa?a, tan consciente como. despiadada -dirigida desde sus esca?os por Ciriaco de Vicente, hoy en situaci¨®n pol¨ªtica de missing-, contra el citado ministerio, cuyos organismos de sanidad no pod¨ªan hacer otra cosa que recoger y atender a los enfermos (al principio no se sab¨ªa que se trataba de una intoxicaci¨®n), que se les mor¨ªan a chorros.

EL PA?S -ya entonces, sin lugar a dudas, el diario m¨¢s influyente en la opini¨®n publica- se sum¨® a la campa?a en cuesti¨®n. Se logr¨® as¨ª lo que pol¨ªtica- Pasa a la p¨¢gina siguiente

Viene de la p¨¢gina anterior mente conven¨ªa: desestabilizar al Gobierno de la UCD y la dimisi¨®n de un hombre bueno, de un buen ministro, Jes¨²s Sancho Rof. En cambio, no se logr¨® casi nada para los intoxicados -a sus declaraciones de ayer y de hoy me remito-, que lo poco que han ido consiguiendo se debe s¨®lo a sus personales desvelos, y as¨ª hasta hoy.

En fin, creo que ya hay un antes y un despu¨¦s del auto del juez Bueren y tambi¨¦n datos suficientes para mirar con nuevos ojos la actuaci¨®n del entonces Ministerio de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social y de su titular, para reparar lo que creo una injusticia y para que cada cual, y ese diario en particular, medite y asuma su cuota de responsabilidad. No se tomen a mal este varapalo y reciban un atento saludo de una asidua lectora.- Margarita S¨¢enz Pi?ero.