19 millones de espa?oles comenzar¨¢n a elegir a su m¨¦dico especialista el pr¨®ximo a?o

Aunque a¨²n de forma experimental, desde hace tres meses, las mujeres de algunas zonas de Asturias y Soria pueden escoger libremente a su ginec¨®logo dentro del Insalud (el 43% de la sanidad p¨²blica). La experiencia se extender¨¢ a todas las especialidades a partir de 1995, seg¨²n anunci¨® el Congreso la ministra de Sanid, ?ngeles Amador. La titular de Sanidad conf¨ªaen que "aumente en mucho" su presupuesto para el a?o pr¨®ximo, que prev¨¦ un seguro, al que por segunda vez se recurre, para cubrir la responsabilidad civil de todo el personal sanitario.

Cuando en octubre de 1993 entr¨® en vigor la libre elecci¨®n de m¨¦dico general y pediatra, la ministra ya anunci¨® que el siguiente objetivo ser¨ªan los especialistas. Los primeros pasos de esta medida se dar¨¢n a partir de 1995, aunque su implantaci¨®n total todav¨ªa no tiene fecha, seg¨²n reconoci¨® ?ngeles Amador durante su comparecencia de ayer en la comisi¨®n de Sanidad del Congreso. De momento s¨®lo est¨¢ previsto para el territorio Insalud, que da cobertura a 19 millones de espa?oles. Otros servicios de salud han anunciado su intenci¨®n de hacer lo mismo.En el a?o largo de experiencia de elecci¨®n de m¨¦dico general y pediatra, alrededor del 2,5% de los usuarios del Insalud (algo m¨¢s de 400.000) ha pedido el cambio. Siempre con las limitaciones al ¨¢rea sanitaria correspondiente a su domicilio (Madrid tiene hasta 11 ¨¢reas sanitarias) y las disponibilidades del m¨¦dico- elegido. Similares condiciones se establecer¨¢n para la elecci¨®n de especialista, seg¨²n dio a entender la ministra, quien reconoci¨® que "costar¨¢" realizar este objetivo.

La diputada de IU, ?ngeles Maestro, consider¨® que la medida s¨®lo es "una enorme cortina de humo" para evitar afrontar un problema m¨¢s grave: las condiciones en las que trabajan los profesionales sanitarios. ?ngeles Amador tuvo que admitir que no ha sido capaz "por su envergadura" de elaborar en su primer a?o de legislatura los proyectos de ordenaci¨®n profesional y el estatuto marco.

Una reivindicaci¨®n urgente del personal sanitario es la seguridad frente al cada vez mayor n¨²mero de demandas por errores m¨¦dicos. En este sentido, Sanidad repite experiencia con la asignaci¨®n en los presupuestos de 1995 de un cr¨¦dito destinado a una p¨®liza para todos los trabajadores de la sanidad "por varios cientos de millones de pesetas".

Disminuci¨®n del gasto

?ngeles Amador guarda celosamente la cifra del presupuesto sanitario para 1995, que seg¨²n fuentes del departamento superar¨¢ los tres billones de pesetas. Ensaya un nuevo modelo financiero que, adem¨¢s de partir del gasto real del a?o anterior, prev¨¦ una revisi¨®n del reparto por autonom¨ªas y una estabilidad vinculada a variables como el crecimiento anual del PIB (Espa?a es de los pa¨ªses europeos con menor gasto sanitario en relaci¨®n con el PIB).

La insuficiencia presupuestaria hasta ahora, reconocida por la propia ministra, ha vuelto a acumular una deuda en todo el Sistema Nacional de Salud -Insalud m¨¢s servicios regionales de salud- de 290.000 millones de pesetas que se pagar¨¢ en tres a?os con un cr¨¦dito extraordinario.

Amador se mostr¨® realmente satisfecha de la desaceleraci¨®n del crecimiento del gasto que se ha empezado a producir en 1994. Asegur¨® que en el territorio Insalud se ha frenado en cinco puntos. El ahorro en farmacia ha sido uno de sus pilares, ya que mientras en el primer semestre de 1993 la factura hab¨ªa crecido un 12%, en el mismo periodo de- 1994 s¨®lo subi¨® el 4,29% (el importe total cada a?o supera los 700.000 millones de pesetas). En ello han influido medidas externas como la rebaja del precio de los medicamentos ofrecida por Farmaindustria y el descenso del IVA en tres puntos, pero tambi¨¦n la racionalizaci¨®n de las prescripciones de los m¨¦dicos, que se ha traducido este a?o en un 7% menos de recetas.

En cuanto a las listas de espera, el Ministerio de Sanidad s¨®lo ha podido afrontar de momento una reducci¨®n como m¨¢ximo del 54% en las de demora superior a los seis meses, la previsi¨®n para finales. de 1994 que hizo la ministra. Como novedad se propone clasificar estas listas por patolog¨ªas seg¨²n su urgencia. "No es lo mismo esperar seis meses por una catarata que por unas varices", indic¨® Amador.