El esp¨ªritu de la 'disco-music'

Para despedir el verano, nada mejor que esta super-orquesta de baile que, a finales de los a?os 70 y durante la primera mitad de los 80, supo conjugar como nadie el frenes¨ª orgi¨¢stico del esp¨ªritu de la discoteca. Los primeros compases de Fantasy auguraban que el numeroso colectivo musical fundado por el bajista Robert Bell iba a atacar con las mismas armas que le dieron el a?ejo triunfo en las pistas de baile: funky, graves a la barriga, arreglos tremendamente elegantes, cierto toque jazzy y un march¨®n tremendo. A destacar la sustituci¨®n del cantante de toda la vida, James T. Taylor, por el menos espectacular Sennie Martin y el cambio en los atav¨ªos, dejando a un lado las lentejuelas por unos chalecos de colores, ciertamente m¨¢s sobrios.A pesar de la escasa promoci¨®n del concierto, la sala registr¨® m¨¢s de media entrada de p¨²blico incondicional del grupo y aquellos tiempos anteriores al bakalao, en los que el movimiento se demostraba bailando. As¨ª, el grupo lanz¨® una bater¨ªa de piezas contundentes e hist¨®ricas para cualquiera que se precie de bail¨®n. Eran Ladiels night, Take love, Joanna -sin duda, uno de los momentos m¨¢s c¨¢lidos de la noche- y los dos temas estrella en la trayectoria art¨ªstica de Kool and the Gang, que fueron los que cerraron la actuaci¨®n: Celebration y Get down on it. Para que la felicidad general fuese completa s¨®lo falt¨® que una inmensa bola de espejos lanzara sus reflejos desde el techo de la sala. Tal era la nostalgia por la disco-music perdida.