Llorar tres veces

Entr¨® con las mand¨ªbulas contra¨ªdas a la misma sala donde se hac¨ªa p¨²blico el palmar¨¦s. Se qued¨® en una esquina, cerca de la puerta, silencioso y tenso. Cuando Francesca Neri ley¨® su nombre, Javier Bardem se ech¨® a llorar y sali¨® a la calle en busca del cielo. "Es un regalo del cielo que le dedico a Carmelo G¨®mez, porque ¨¦l ha sufrido tanto como yo", fue lo primero que dijo el actor madrile?o, de 25 a?os, cuando, ya m¨¢s tranquilo, inici¨® el regreso al hotel Mar¨ªa Cristina. Poco le dur¨®, ya que al enterarse, en la misma calle, que D¨ªas contados hab¨ªa ganado la Concha de Oro a la mejor pel¨ªcula, comenz¨® a llorar de nuevo y, sin poder hablar, se fue medio escondido a su habitaci¨®n.Y por la noche, al recibir el premio en la gala de clausura, Bardem volvi¨® a llorar y se qued¨® sin habla, sin escuchar; probablemente, el pateo de un grupo de espectadores descontentos con los galardones.

"No me lo creo, pero soy muy feliz", declaraba, ya m¨¢s sereno aunque muy aturdido, momentos despu¨¦s. "Este es un premio a la intuici¨®n", dijo el actor, quien se mostr¨® seguro de que ha sido la conjunci¨®n de sus dos trabajos presentados en el festival el motivo de su premio. La furia de Bardem contrast¨® con la calma silenciosa de su madre, la tambi¨¦n actriz Pilar Bardem, quien, despu¨¦s de darle un emocionado abrazo en el mismo hall del hotel Mar¨ªa Cristina, se esfum¨® del escenario dejando saborear la gloria a su hijo.