El Atl¨¦tico saca su peor cara
El Oviedo coloca la tercera derrota en el casillero del equipo de Maturana
El Atl¨¦tico fue como un perfume caro. Todo lo bueno que dio de s¨ª lo envas¨® en 10 minutos, los primeros del partido, en los que fue un bloque bien organizado para defender el terreno del rival y para mover el bal¨®n aprovechando toda la anchura del campo. El perfume perdi¨® su aroma enseguida; el equipo colchonero dej¨® escapar muy pronto un cierto olor a quemado. Al llegar el descanso el Atl¨¦tico ten¨ªa toda su maquinaria fuera de punto. Lo m¨¢s sobresaliente del tan comentado sistema Maturana fue, en todo el primer tiempo, la desesperaci¨®n de Caminero. El jugador estelar de la Selecci¨®n espa?ola en el reciente Mundial es para su nuevo t¨¦cnico un extremo derecho arrinconado, que destila calidad en el manejo del bal¨®n pero cuya influencia en el juego de su equipo es tan limitada como molesta su habitual posici¨®n para las tendencias ofensivas del lateral Geli, su compa?ero en la banda derecha.En realidad, este Atl¨¦tico de Maturana es por el momento como una vivienda de lujo con el mobiliario mal distribuido. El caso de Caminero es bien notorio, pero se puede a?adir al suyo el de Vizca¨ªno, un centrocampista de largo recorrido y dura pegada, que aparece ahora atrincherado por delante del cuarteto defensivo y ocupando una posici¨®n que no le ser¨ªa extra?a a Simeone, a quien tiene delante en el papel de organizador. Se ha dicho que el nuevo proyecto Gil que dirige Maturana est¨¢ lleno de las mejores perspectivas, pero no es seguro que el equipo empiece a asimilar toda la nueva doctrina antes de que sea demasiado tarde en el desarrollo de la competici¨®n.
El Oviedo, en todo el primer tiempo, lo que hizo fue empezar regalando un gol y terminar con su ¨²nico disparo a puerta. El regalo, a los tres minutos, fue de Rivas a Kosecki, pero el polaco, tal vez asustado por la magnitud del error de su marcador, desaprovech¨® la ¨²nica ocasi¨®n clara de todo el primer periodo. Cuando ya se jugaban los minutos a?adidos de la primera parte el Oviedo tuvo su primera oportunidad, a la salida de un c¨®rner, malogrado por Jokanovic.
El equipo ovetense, que se ha cubierto en una pretemporada hu¨¦rfana de refuerzos con la incorporaci¨®n estelar de Prosinecki, aparenta, lo mismo que el Atl¨¦tico, necesitar m¨¢s tiempo, en este caso s¨®lo para colocar en su justo lugar al rubio croata. Probablemente Prosinecki necesite de muchos cambios en el sistema deI Oviedo para acoplarse al equipo azul. En contra de lo que apunt¨® en el partido amistoso en el que se present¨® con su nuevo equipo ante el Real Madrid, el croata no parece muy proclive a parecerse m¨¢s al que maravill¨® con el Estrella Roja que al que desesper¨® en el Bernab¨¦u. Para empezar, su compa?ero de l¨ªnea, el serbio Jokanovic, habla un lenguaje diametralmente opuesto al suyo. Lo que en uno es improvisaci¨®n y manejo del bal¨®n al primer toque, es en otro gambeteo y, consiguientemente, falta de repentizaci¨®n. El resultado final es que la mejor arma del equipo de Antic, su contraataque y su presi¨®n por las bandas queda relegada a la espera del ¨²ltimo regate de Prosinecki. El segundo tiempo apenas mejor¨® lo visto en el primero, salvo el gol de Armando. Caminero centr¨® su posici¨®n, abandonando la banda derecha y acompa?ando a Kiko cuando Valencia sustituy¨® a Kosecki, pero el nivel general no se elev¨®.
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