La oposici¨®n del catedr¨¢tico
El ansiado cambio del sistema de ascenso sigue sin convencer a diversos sectores
Muchos fueron los que so?aron con un para¨ªso cuando, con la entrada en vigor la Ley de Reforma Universitaria (LRU), en 1983, cambiar¨ªan las f¨®rmulas para subir al escalaf¨®n del cuerpo de catedr¨¢ticos. De un plumazo, quedaba anulada la tradici¨®n de los favoritismos y las recomendaciones. Respiraron los profesores que m¨¢s batallaron contra las injusticias y por la democratizaci¨®n de la Universidad. A los grupos de presi¨®n, poco les quedaba ya que hacer.Al nuevo panorama, la LRU aportaba una simplificaci¨®n de los ejercicios de las oposiciones y una reducci¨®n de la duraci¨®n de los mismos. Incluso el nombre de la prueba abandonaba su denominaci¨®n de origen, "oposici¨®n", para vestirse con la marca de "concurso". La trinca -una cruenta batalla en la que el opositor se daba autobombo mientras otro profesor implacable, le desinflaba el globo- y la encerrona -horas y horas para preparar un tema a exponer ante el tribunal- pasaban a mejor vida.
La ilusi¨®n de muchos se ha convertido, sin embargo, en frustraci¨®n. Diez a?os de respiro con la LRU emiten hoy sonidos de percusi¨®n con las palabras de "endogamia" por la v¨ªa del apoyo al "candidato de la casa", "reinos de taifas" y "falta de transparencia" que, en numerosas ocasiones, ha conducido a la impugnaci¨®n de la prueba.
Llegaron los cambios
As¨ª las cosas, de nuevo hay cambios en la cartera del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia dirigidos a la carrera docente universitaria. El debate del proyecto ya se ha iniciado en el Congreso de los Diputados pero no todos est¨¢n contentos con la propuesta.Dos grupos parlamentarios, el PP e IU, presentaron antes del verano una enmienda a la totalidad -desestimada- y las juntas de gobierno de universidades como la Polit¨¦cnica de Catalunya o la Complutense de Madrid pidieron la retirada del proyecto. En la misma l¨ªnea se manifestaron los sindicatos CC OO, F?TE/UGT, CSIF, ELA/STV y CIGA en representaci¨®n de 20 de las 44 universidades existentes. No aceptan que las modificaciones afecten solamente al profesorado. "Hay que hablar de financiaci¨®n, de la democratizaci¨®n de los ¨®rganos colegiados, de una pol¨ªtica de becas y de la selectividad", afirma Franco Gonz¨¢lez, portavoz de IU.
Adem¨¢s, "el Ministerio se ha encerrado en una v¨ªa para seleccionar el profesorado. Nadie est¨¢ a favor de que se exijan los tramos de investigaci¨®n y docencia (dos de seis a?os), a partir de una evaluaci¨®n, para poderse presentar a c¨¢tedra. ?Hay que esperar 12 a?os!", exclama Andr¨¦s Ollero, portavoz de Educaci¨®n y Cultura del grupo Popular. "?Qui¨¦n va a evaluar esa investigaci¨®n?", pregunta. "Una comisi¨®n nacional nombrada a dedo", contesta. Hasta ahora, bastaba con tres a?os como profesor titular para presentarse a una plaza de catedr¨¢tico. Otra de las novedades otorga la posibilidad potestativa de introducir un ejercicio pr¨¢ctico: Una especie de retorno a la "encerrona".
Andr¨¦s Ollero recuerda que un tercio de los catedr¨¢ticos actuales no tiene esos 12 a?os de docencia e investigaci¨®n. "Ese tercio no podr¨ªa presentarse ahora a una oposici¨®n a c¨¢tedra de otra universidad. ?C¨®mico, no?", sonr¨ªe. Y subraya acto seguido: "De todo el cuerpo de funcionarios, s¨®lo para ser catedr¨¢tico hay que hacer otra oposici¨®n si se quiere cambiar de lugar de trabajo". El PP propone que se acceda por concurso de habilitaci¨®n nacional y que cada universidad elija sus candidatos.
M¨ªnimo de calidad
Los nuevos requisitos para la selecci¨®n del profesorado "establecen unos m¨ªnimos de calidad por debajo de los cuales no deber¨ªa accederse a la condici¨®n de funcionario", defiende el ministro de Educaci¨®n y Ciencia, Gustavo Su¨¢rez Pertierra, y explica que se trata d acumular m¨¦ritos.La comision nacional de evaluaci¨®n de la docencia y la investigaci¨®n que funciona en la actualidad se nombra previa consulta al Consejo Superior de Investiaciones Cient¨ªficas y al Consejo de Universidades (CU). "No es una comisi¨®n clandestina", comenta Miguel ?ngel Quintanilla, secretario general del CU, "pero no se hacen p¨²blicos los nombres que la componen para evitar presiones externas. Funcionar¨¢n tambi¨¦n comisiones de expertos y habr¨¢ representantes de las comunidades aut¨®nomas".
Aunque el proyecto de ley abre m¨¢s las puertas de contrataci¨®n para profesores no funcionarios (ayudantes, asociados), lo que se ve con ojos positivos, el nuevo tipo de acceso a c¨¢tedra no cubre las expectativas. "Al final, no se ha cumplido la promesa de variar la composici¨®n de los tribunales, haciendo pasar de dos miembros nombrados por la universidad convocante de la plaza a uno. Y no se sabe por qu¨¦, ya que era algo que hab¨ªa sido aprobado ya en el Congreso", afirma Andr¨¦s Ollero.
En cuanto a los tres vocales nombrados por sorteo inform¨¢tico "el mecanismo no es muy transparente, se dan coincidencias sospechosas", comenta Fernando ?lvarez Ur¨ªa profesor titular de la Complutense. Hay profesores que temen que, por el ansia de la c¨¢tedra, se prime la investigaci¨®n. Y "es importante que el profesor prepare y d¨¦ bien la clase, y reciba a sus alumnos", comenta Juan Tr¨ªas, catedr¨¢tico.
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