Pobre resultado de la primera entrega de armas en Hait¨ª
"As¨ª no van a conseguir quitarles las armas a los attach¨¦s (esbirros civiles armados)" declar¨® Bertholy, un joven de 25 a?os que fue elprimer civil haitiano que acudi¨® ayer a las diez de la ma?ana (15.00 hora espa?ola) a cambiar su enmohecido rev¨®lver del 38 por la cantidad de 50 d¨®lares: 800 gourdes en moneda local, lo cual significa que las tropas norteamericanas est¨¢n dando mejor cambio que los hoteles, que cambian a 12 gourdes el d¨®lar. La impresi¨®n generalizada entre quienes ayer asistieron a la entrega de las primeras armas es que esta operaci¨®n va a fracasar.
Bertholy, que dijo no haber matado nunca a nadie con su rev¨®lver y trabajar en la agencia Magnum, S. A., de seguridad, afirm¨® que iba armado "por lo mal que est¨¢n las cosas en Hait¨ª", y que con el dinero que acababa de recibir se comprar¨ªa unos zapatos.La escena -con coreografia t¨ªpicamente norteamericana, a la mayor gloria de las cadenas televisivas- tuvo lugar en el segundo aeropuerto de la capital. El pobre Bertholy, despu¨¦s de recibir el dinero y un recibo azul, fue conducido por un sargento que hablaba cre¨®le hasta donde est¨¢bamos los periodistas, y charl¨® con nosotros despu¨¦s de que el sargento le dijera algo que son¨® a eso que vemos en las pel¨ªculas, cuando el polic¨ªa le lee los derechos a su detenido: "Si no quiere hablar con la prensa nosotros lo impediremos". La operaci¨®n se llama Armas por dinero, y en ella trabaja el capit¨¢n Tom Evans, especialista en operaciones psicol¨®gicas, que es quien ha redactado los anuncios que atruenan en Puerto Pr¨ªncipe por los altavoces de las tropas ocupantes.
El propio mando norteamericano reconoce que a¨²n no ha tomado medidas para desarmar a las decenas de miles de attach¨¦s que campan por el pa¨ªs, aunque, dicen, est¨¢n "considerando varios m¨¦todos", seg¨²n el coronel portavoz Barry Willey. En el bando de C¨¦dras se descolg¨® ayer el coronel Claudel Josaphat, del departamento militar del Norte, que present¨® su dimisi¨®n.
Por otra parte, las tropas ocupantes est¨¢n despleg¨¢ndose por el resto del pa¨ªs con bastante lentitud, aunque en Puerto, Pr¨ªncipe su presencia resulta ya bastante aplastante. Ayer trascendi¨® la muerte de uno de estos soldados, el primero en morir en Hait¨ª en la operaci¨®n Sostener la Democracia, pero las primeras investigaciones apuntaban a un caso de suicidio. "Fue herido por una bala y ha muerto", coment¨® un portavoz castrense, aunque el coronel Barry Willey a?adi¨® que continuaban las investigaciones para esclarecer el suceso. El soldado fue uno de los primeros en poner pie en Hait¨ª hace m¨¢s de una semana.
Por el momento, los estadounidenses parecen entregarse a operaciones de propaganda, como lo de la compra de armas, la llegada de refugiados haitianos procedentes de Guant¨¢namo -el lunes lo hicieron 222, y ayer por la ma?ana arribaron 140 m¨¢s-, y, la culminaci¨®n del espect¨¢culo, la reuni¨®n parlamentaria de hoy, que empezar¨¢ a las 19.00, hora de Madrid. Mientras tanto, almacenes de comida de particulares y de organizaciones humanitarias en el puerto y el aeropuerto sufrieron ayer el asalto de centenares de hambrientos.
La sesi¨®n extraordinaria del Parlamento, convocada desde Washington por el presidente Jean-Bertrand Aristide, servir¨¢ casi con toda seguridad para aprobar la ley de amnist¨ªa, cuya aplicaci¨®n permitir¨¢ que el hombrefuerte, el general Raoul C¨¦dras, y los militares salgan indemnes de sus cargos.
Los mandos ocupantes tienen sumo inter¨¦s en que haya quorum y por ello van a traer a los parlamentarios exiliados en EE UU, y a los que se han quedado en Hait¨ª, en la clandestinidad, al tiempo que impedir¨¢n el paso a los ilegales y al presidente t¨ªtere, Emile Jonassaint. Seg¨²n un portavoz norteamericano, es ya de pot s¨ª un "¨¦xito de la democracia" que el Parlamento se re¨²na despu¨¦s de tres a?os de dictadura militar. Un grupo de parlamentarios ilegales se manifest¨® ayer ante la sede legislativa, rodeada por tropas estadounidenses. Los congresistas protestaban contra lo que consideran respaldo de EE UU a una facci¨®n del Parlamento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.