El embajador de Zaire y la Polic¨ªa Municipal se acusan de agresiones

Kuntala Kina, el embajador de Zaire en Madrid, acudi¨® a la estaci¨®n de Chamart¨ªn el pasado viernes para recoger a su hermano. All¨ª ocurrieron muchas cosas, diferentes seg¨²n quien las cuente. Dos polic¨ªas municipales acusan al embajador de agredir a uno de ellos. Pero el diplom¨¢tico zaire?o mantiene que uno de los agentes le dio dos porrazos seguidos y que le zarandearon en medio de la calle.

Las versiones del embajador y los polic¨ªas municipales coinciden en el. d¨ªa (el pasado viernes 23 de septiembre), la hora (por la ma?ana temprano) y el lugar (estaci¨®n de Chamart¨ªn), pero ni siquiera son semejantes en el sitio exacto en que se produjo el, encontronazo.Dos polic¨ªas municipales pertenecientes a la Unidad de Tr¨¢fico 4 vieron -tal y como aseguran en su denuncia- c¨®mo un Mercedes pretend¨ªa entrar en la zona en la que hacen cola los taxistas, y explican que le intentaron disuadir mediante se?ales manuales y ac¨²sticas hasta que se les vino encima.

Uno de ellos, al apartarse, cay¨® al suelo "y result¨® lesionado en la mu?eca y dedo pulgar de la mano derecha". Los agentes adjuntan un parte m¨¦dico a la denuncia.

Mientras, el coche azul marino prosigui¨® su marcha hasta la zona de acceso de viajeros; al aproximarse al coche, el conductor (el propio embajador) interpel¨® a los agentes con un "?qu¨¦ quieres, idiota?", al tiempo -se?alan los polic¨ªas- "que hac¨ªa ademanes y gestos de amenaza". Los agentes preguntaron por qu¨¦ no hab¨ªa detenido su marcha, a lo que contest¨®: "Soy el embajador de la Rep¨²blica de Zaire y hago lo que quiero". Los agentes le pidieron su acreditaci¨®n y ¨¦l se neg¨® a identificarse. Los polic¨ªas le explicaron que si no se identificaba no pod¨ªan dejarle marchar.

Un relato

La denuncia contin¨²a as¨ª: "Tanto el conductor del veh¨ªculo como su acompa?ante se aproximaron al agente y le empujaban para tratar de retirarle, pasando seguidamente a golpearle y hacerle tracci¨®n con las manos de modo leve y posteriormente de modo progresivamente m¨¢s violento, hasta que, viendo que el agente n¨²mero 5774.5 se manten¨ªa firme en su posici¨®n y no les franqueaba el paso, el conductor agredi¨® con un pu?etazo en la cara al agente referido, al cual a punto estuvo de hacer caer al suelo ( ... )". Lo que prosigue en el relato es que los taxistas sujetaron a los zaire?os y les increparon de forma amenazante.

Por su parte, el embajador Kuntala Kina explicaba ayer en franc¨¦s que ¨¦l y su Mercedes azul marino de asientos de piel llegaron a la estaci¨®n para recoger a su hermano, quien viajaba desde Par¨ªs. Asegura que ¨¦l aparc¨® donde suelen hacerlo todos los coches que acuden a recoger viajeros un momento (en la calle paralela).

"Siempre he aparcado el coche ah¨ª", explicaba el embajador, que asegura haber pedido una audiencia en el Ministerio de Asuntos Exteriores para aclarar el caso. Y a?ade que no se identific¨® como diplom¨¢tico hasta que un agente le tom¨® del brazo. "Soy diplom¨¢tico", dijo. "No me importa", respondi¨® el agente. "Soy el embajador de Zaire y no me puede tocar".

El embajador de la Rep¨²blica de Zaire afirma que el agente sac¨® la porra y le golpe¨® dos veces en la sien derecha. "?Dos veces!", gritaba ayer el diplom¨¢tico, gesticulando con vehemencia. "He estado enfermo todo el fin de semana y tem¨ªa padecer una fractura". Su esposa, enfermera, asent¨ªa.

?Y no le denunci¨®, no tom¨® el n¨²mero de la placa del polic¨ªa? "No", contest¨® el embajador, embutido en un temo con pa?uelo y corbata a juego; "puede que sea un ignorante".