Escaso poder de convocatoria de la oposici¨®n rusa, a un a?o de los sucesos de octubre

Los opositores irreconciliables del presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, evidenciaron ayer un reducido poder de convocatoria popular al reunir a varios miles de manifestantes (entre 5.000 y 7.000, seg¨²n diversas estimaciones) para conmemorar el primer aniversario de los tr¨¢gicos enfrentamientos del 3 y el 4 de octubre, en los que murieron, como m¨ªnimo, 150 personas.

Banderas rojas sovi¨¦ticas, im¨¢genes religiosas, estandartes de la ¨¦poca zarista, retratos de Stalin y pancartas en las que se calificaba a Yeltsin de "asesino" y se ped¨ªa su cese, constitu¨ªan la variopinta amalgama de s¨ªmbolos que salpicaba el cortejo. Este recorri¨® el mismo itinerario que la multitudinaria manifestaci¨®n de decenas de miles de personas celebrada el, 3 de octubre de 1993.

El acto, en el que participaban los familiares de los muertos, acab¨® con un responso en las inmediaciones de la Casa Blanca, la antigua sede del Parlamento ruso, rodeada ahora por una gruesa verja de hierro tras ser limpiada de las huellas de los ca?onazos, el incendio y la violencia del 4 de octubre de 1993.

Las diferencias que mediaban de un a?o a otro eran abismales, y la comitiva de ayer no logr¨® siquiera llenar el puente junto al Parque Gorki, donde el 3 de octubre de 1993, las tropas del ministerio del Interior se vieron totalmente desbordadas. Aunque el clima era distendido, la polic¨ªa, en previsi¨®n de incidentes, hizo ayer un despliegue notable.

Cr¨ªtica gen¨¦rica

El ex vicepresidente Alexandr Rutsk¨®i, que fue presentado como el "ex presidente en funciones" por el papel que se atribuy¨® durante los 15 d¨ªas de pugna con Yeltsin en 1993; el general Albert Makashov, y el l¨ªder comunista, Guennadi Ziuganov, asistieron a la manifestaci¨®n.Curiosamente, los oradores de ayer no parec¨ªan estar interesados en aprovechar la ocasi¨®n pol¨ªtica que el presidente Bor¨ªs Yeltsin les brind¨® el pasado viernes al aparecer con s¨ªntomas de intoxicaci¨®n et¨ªlica en la televisi¨®n. Sus cr¨ªticas a los gobernantes rusos tuvieron un car¨¢cter global. Rutsk¨®i exhort¨® a la unidad de las fuerzas de oposici¨®n, y Makashov, de uniforme, se declar¨® "culpable de no haber vencido" el a?o pasado y dijo despreciar a los militares "que se venden por 30 monedas de plata". Makashov expres¨® su deseo, de "que fu¨¦ramos m¨¢s para vencer y para que no quede ni un ladr¨®n ni una prostituta pol¨ªtica".

Entre los manifestantes, llamaba la atenci¨®n una nutrida presencia de j¨®venes de aspecto recio y musculoso, que llevaban las insignias del grupo fascista Uni¨®n Nacional Rusa.

Ziuganov desminti¨® ayer los rumores seg¨²n los cuales el primer ministro, V¨ªctor Chernomirdin, le propuso incorporarse a un Gobierno de coalici¨®n, seg¨²n la agencia Interfax. El l¨ªder comunista no excluy¨®, sin embargo, que un representante de este partido pudiera incorporarse al Gabinete. Algunos analistas creen que la remodelaci¨®n gubernamental forma parte de una estrategia para que las elecciones presidenciales y legislativas se celebren simult¨¢neamente en 1996, lo que prolongar¨ªa durante seis meses la vida del actual Parlamento y permitir¨ªa a los reformistas reforzar sus posiciones gracias a la figura del presidente Yeltsin, en el caso de que ¨¦sta tenga capital pol¨ªtico para 1996.