El grito es el mensaje
Resulta dif¨ªcil razonar a gritos, y por eso el Arzalluz dominguero de campa y batzoki es menos razonable que el de los d¨ªas laborables. Pero su grito no es el del patriota indignado frente a la opresi¨®n (el de un Mart¨ª, un Rizal, un James Connolly). El grito actual del nacionalismo vasco es el de alguien que quiere llamar la atenci¨®n porque teme no ser tomado en serio.Pujol es tomado en serio porque intimida con su capacidad de coalici¨®n: puede determinar el signo del Gobierno. Con sus cinco diputados, el PNV carece de esa fuerza, pero conserva una considerable capacidad desestabilizadora; con ella intimida Arzalluz los d¨ªas festivos. Proclamar a gritos la deslealtad presente y futura a la Constituci¨®n, sin venir especialmente a cuento, es implorar que alguien se rasgue las vestiduras. Es verdad que la caverna nunca defrauda, pero tal vez no se ha reparado suficientemente en el hecho de que ya s¨®lo Arzalluz y el Abc hablan del Ej¨¦rcito como factor pol¨ªtico. Fue el primero quien, a fines del a?o pasado, sac¨® a relucir la misi¨®n que la Constituci¨®n atribuye a las Fuerzas Armadas. No se entendi¨® bien qu¨¦ quer¨ªa demostrar Arzalluz con esa menci¨®n, pero los de HB y ETA enseguida la interpretaron como una ilustraci¨®n de su teor¨ªa de las dos violencias y una justificaci¨®n de la suya (defensiva).
Es la existencia de un sector del nacionalismo vasco que defiende la legitimidad de la violencia lo que otorga capacidad desestabilizadora al discurso desgarrado del Arzalluz dominical. Por m¨¢s que la pr¨¢ctica del PNV sea pragm¨¢tica el resto de la semana, no es posible ignorar el papel que ese discurso juega en la perpetuaci¨®n del que alimenta el radicalismo de ETA-HB.
Por eso resulta ofensiva la afirmaci¨®n, deslizada tambi¨¦n por Arzalluz en la campa de Salbur¨²a, de que "los otros, en Madrid" est¨¢n interesado en la prolongaci¨®n de la violencia porque mientras exista ETA ser¨¢ imposible la uni¨®n de todos los nacionalistas vascos (dem¨®cratas y violentos). Pero los hechos m¨¢s bien indican que ha sido el PNV quien ha venido beneficiandose, hasta fecha reciente, del efecto amedrentador del radicalismo abertzale: electoralmente, atrayendo el voto del sector moderado que hasta 1980 vot¨® a UCD, y que ve en el PNV una barrera contra el avance de ese radicalismo; pol¨ªticamente, reforzando su posici¨®n negociadora con el argumento de que si no se satisfac¨ªan sus demandas triunfar¨ªan los extremistas amigos de ETA; socialmente, atray¨¦ndose la adhesi¨®n pasiva de influyentes sectores -econ¨®micos, sindicales, comunicacionales- atemorizados por la descalificaci¨®n de todo lo que sonase a espa?ol.Ante el esc¨¢ndalo que sus palabras suscitaron, Arzalluz quiso aclarar d¨ªas despu¨¦s cu¨¢l era el problema que los espa?oles no quer¨ªan entender: que la mayor¨ªa de los vascos son nacionalistas, y que para los nacionalistas, desde hace cien a?os, su ¨²nica patria es Euskadi.
Hace un siglo se fund¨® el PNV, pero los nacionalistas eran entonces unas decenas de bilba¨ªnos. En Azkoitia, por ejemplo, pueblo de Arzalluz, la inmensa mayor¨ªa de los vecinos eran carlistas, y lo han seguido siendo hasta muy entrado el siglo XX. Los votantes de partidos nacionalistas son ahora numerosos, pero no se puede saber si todos ellos se identifican con el principio excluyente proclamado por Sabino Arana, porque la independencia no figura en sus programas. Seg¨²n un estudio de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, en 1990 apenas uno de cada cuatro votantes del PNV eran partidarios de la independencia. De otro estudio, realizado en 1991 por el Gobierno vasco, se deduce que son m¨¢s los votantes del PNV que consideran compatible, en mayor o menor medida, su condici¨®n de vascos con la de espa?oles (54%) que quienes se definen como "s¨®lo vascos" (42%). En el conjunto de la poblaci¨®n, este porcentaje se reduce al 31%.
De lo que se deduce que Euskadi es m¨¢s plural de lo que pretenden algunos oradores, y que la mayor¨ªa de los vascos, incluyendo muchos votantes nacionalistas, piensa que no siempre es domingo, aunque en campa?a electoral lo parezca.
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