La Junta andaluza tratar¨¢ a los afectados de la f¨¢brica de uranio como enfermos laborales

El consejero de Medio Ambiente de Andaluc¨ªa, Manuel Pezzi, se comprometi¨® ayer en And¨²jar a articular los resortes sanitarios necesarios para que 35 personas que trabajaron en la F¨¢brica de Uranio de And¨²jar (FUA), puedan recibir una pensi¨®n correspondiente por enfermedad profesional y facilitar estas mismas garant¨ªas, a los descendientes de los 35 empleados que mu rieron como consecuencia de su trabajo. Es la primera vez que la Administraci¨®n reconoce una relaci¨®n entre el tiempo que los afectados trabajaron en la FUA y las consecuencias para su salud.

Pezzi advirti¨® que el ¨²nico aspecto en el que puede insistir la Junta es en que se realicen los ex¨¢menes m¨¦dicos necesarios para determinar que las afecciones equivalen a una enfermedad laboral y puedan disfrutar de todas las prestaciones y normativas que regulan este aspecto, "a los que ahora podr¨¢n acogerse incluso con car¨¢cter retroactivo", afirm¨® Pezzi.La intenci¨®n es pedir a las autoridades sanitarias que realicen todas las pruebas necesarias y remitir su dictamen a la Seguridad Social para que proceda "a reconocer un derecho que puede ser reclamado" por los antiguos empleados, aclar¨®.

El consejero, que ayer visit¨® las obras realizadas sobre las antiguas instalaciones se refiri¨® al error de tr¨¢mite de ex trabajadores y viudas de ¨¦stos, que en su d¨ªa firmaron documentos para la empresa, en los que se reconoc¨ªa que la muerte o la afecci¨®n -normalmente silicosis o c¨¢ncer de pulm¨®n- no se hab¨ªa producido como consecuencia del tiempo que hab¨ªan permanecido en la empresa.

Tambi¨¦n se anunci¨® la intenci¨®n de la Administraci¨®n auton¨®mica de realizar controles peri¨®dicos de rad¨®n (elemento radiactivo) en el agua y en los alimentos, Como medida de precauci¨®n, aunque se matiz¨® que estas pruebas no son imprescindibles.

El cierre de la FUA se produjo oficialmente en 1981. Las personas que trabajaron en ella no ten¨ªan conocimiento, seg¨²n han declarado con posterioridad, de la gravedad de la exposici¨®n a las radiaciones d¨¦ uranio. Cuando Enresa inici¨® los trabajos para precintar las instalaciones, los empleados de la FUA se vieron sorprendidos por las rigurosas medidas de seguridad establecidas. Su preocupaci¨®n aument¨® en la medida en que se produjeron las primeras muertes. Durante los ¨²ltimos a?os no han cesado sus reclamaciones a la Administraci¨®n para que les sea reconocido su derecho a disfrutar de las prestaciones sociales que se atribuyen a los enfermos por causas laborales.

En la conferencia de prensa se puso de manifiesto que el momento en que tuvieron lugar las bajas por enfermedad o muerte de los trabajadores no era posible garantizar ninguna de las prestaciones que ahora la Junta intentar¨¢ poner en marcha, ya que ¨¦stas se produjeron antes de 1978.

Los trabajadores de la antigua FUA recibieron ayer con escepticismo el nuevo compromiso de la Junta de Andaluc¨ªa, informa Ra¨²l Lim¨®n. "Lo que yo he o¨ªdo son propuestas, pero no hay garant¨ªa de nada", comentaba ayer Antonio Molina tras la reuni¨®n con los responsables de Medio Ambiente.

Antonio Molina, de 65 a?os y residente en And¨²jar, est¨¢ desde 1981 "de baja com¨²n", como ¨¦l mismo le llama, desde 1981 y nunca se le ha reconocido sufrir una enfermedad laboral. Los ¨²ltimos s¨ªntomas que ha detectado son deformaciones en los huesos.

La zona sobre la que se asentaba la factor¨ªa se ha convertido en un parque en el que se han plantado 1.700 ¨¢rboles.