"Dise?o y hago drogas para abrir la mente y estudiarla"

"?El futuro de las drogas? Hay una b¨²squeda continua de nuevas plantas, de nuevas combinaciones de sustancias, una intensa investigaci¨®n etnofarmacol¨®gica. Vendr¨¢n cosas nuevas, resucitar¨¢n otras ancestrales y se aprovechar¨¢n los efectos colaterales de otras m¨¢s que ya se usan. El descubrimiento contin¨²a". As¨ª se expresa el bioqu¨ªmico Alexander Shulgin, mundialmente conocido por sus investigaciones sobre el MDMA, el popular ¨¦xtasis o p¨ªldora de lamor.Alexander Shulgin (Berkeley, California, 1925), pasea estos d¨ªas su imagen de sabio amable por el Congreso Internacional para el Estudio de Estados Modificados de Consciencia que se desarrolla en L¨¦rida y que ya ha provocado problemas importantes. El martes, el PSC pidi¨® que se suspendiera la reuni¨®n al no tener en cuenta los debates a las v¨ªctimas de la droga.

En el congreso, Shulgin, de ascendencia rusa, es, cari?aosamente, Sacha. ?l y su esposa y colaboradora Ann han experimentado con 172 sustancias psicoactivas diferentes, y juntos han escrito la monumental obra Pihkal, a chemican love story, donde se da cuenta de esas experiencias.

Pregunta. ?Entramos en una nueva era de los alucin¨®genos?

Respuesta. Hasta cierto punto; es cierto que hay un renovado inter¨¦s por ellos, pero asimismo la pol¨ªtica, el sistema jur¨ªdico, el miedo de las autoridades se hacen m¨¢s y m¨¢s agresivos. En la explosi¨®n de los sesenta hab¨ªa una libertad total de expresi¨®n y de acci¨®n. Hoy en Estados Unidos se ha perdido la presunci¨®n de inocencia. Cualquiera tiene la audacia de obligarte a hacer un an¨¢lisis de orina para ver si has tomado drogas. Es escandaloso, intolerable. En los sesenta, las semillas fueron esparcidas, y hoy se intenta arrancar lo que ha crecido como si fueran malas hierbas.

P. ?C¨®mo lleg¨® al estudio del MDMA?

R. Trabajaba en la industria qu¨ªmica. Experiment¨¦ con la mescalina y de ah¨ª arranc¨® todo, hace 40 a?os. Me considero un creador de herramientas, herramientas para el conocimiento de la mente humana. Dise?o y hago drogas para abrir la mente y estudiarla. Soy en cierta manera un descubridor.

P. ?Qu¨¦ es qu¨ªmicamente el MDMA?

R. Methilenedioxi metanfetamina. Su esqueleto es una metanfetamina, es de la familia. Se sintetiza de seis o siete maneras diferentes a partir de aceites y sabores vegetales. Es muy f¨¢cil de hacer para un qu¨ªmico.

P. La investigaci¨®n del ¨¦xtasis es lo m¨¢s notorio de su trabajo, a veces se le atribuye incluso su descubrimiento, pero ten¨ªa ya una historia.

R. Es cierto. La primera menci¨®n p¨²blica es de antes de la Primera Guerra Mundial. La compa?¨ªa alemana Merck patent¨® su estructura aunque no informaba sobre su actividad. Posteriormente, fue estudiada con otra media docena de sustancias en Estados Unidos en el contexto de la investigaci¨®n 'sobre guerra qu¨ªmica. Tampoco se le prestaba una atenci¨®n especial. Yo hice mis primeras exploraciones alrededor de los 70: mir¨¦ el MDMA como un martini sin calor¨ªas, un intoxicante, lo estudi¨¦ como alternativa al alcohol. Luego me fue m¨¢s y m¨¢s evidente que hab¨ªa mucho m¨¢s que intoxicaci¨®n. Publiqu¨¦ su actividad en 1975.

P. M¨¢s que intoxicaci¨®n... Se refiere a los efectos que han hecho que el MDMA se popularice incluso con otros nombres.

R. S¨ª, pero no estoy de acuerdo con esos t¨¦rminos. Ponen el MDMA en un nivel vulnerable al ataque. Y no son correctos: el MDMA no es un afrodisiaco. Te da un acercamiento a los dem¨¢s, y una calidez emocional, pero no necesariamente una erecci¨®n. Es algo sutil.

P. Tampoco le gusta el t¨¦rmino ¨¦xtasis.

R. No, porque tampoco es ¨¦se su efecto. Basta con llamarlo por su nombre qu¨ªmico, MDMA.

P. Habr¨ªa que ver cu¨¢nto de lo que se vende en la calle como ¨¦xtasis es en realidad MDMA.

R. Eso es lo terrrible de nuestras leyes. Es tan f¨¢cil hacer MDMA puro y administrarlo con previsi¨®n y conocimiento de causa. Pero no es as¨ª. Hace dos semanas hice un an¨¢lisis de una tableta de una ruta de bacalao de Seatle para ver si era MDMA. Era una mezcla de un narc¨®tico bajo y un estimulante bajo descongestionante. Una combinaci¨®n muy nueva. Uno deber¨ªa poder ir a la sanidad p¨²blica y pedir que le analizaran lo que ha comprado antes de tomarlo, pero las cosas no funcionan as¨ª. D¨¦jeme decir que yo no creo que se deba vender MDMA en las calles como droga de fiesta. Hay que dar honestamente la informaci¨®n y que la gente decida por s¨ª misma. Quiero subrayar que el MDMA es muy valioso por su capacidad terap¨¦utica, favorece la autoaceptaci¨®n y la relaci¨®n con los dem¨¢s.

P. Ha provocado muertes.

R. S¨¦ han dado cinco casos de muertes asociadas al ¨¦xtasis en Inglaterra. Requirieron mi opini¨®n en los tribunales. y les dije que el MDMA ha ' sido utilizado por cinco millones de personas en el pa¨ªs, lo que arroja una muerte por mill¨®n de usuarios. Es una de las drogas m¨¢s in¨®cuas que se conocen.

P. La bajada de ¨¦xtasis, cuando pasan sus efectos y se vuelve a sentir el mundo como es, resulta dura.

R. Como cuando se te pasa el enamoramiento. Es peligroso.

P. Hay algunos efectos colaterales.

R. Es cierto, la tensi¨®n maxilar, el movimiento r¨¢pido del ojo, la p¨¦rdida de apetito... Ninguno causa problemas.