"El descalabro del PSOE a¨²n puede evitarse"
Jorge Sempr¨²n vivi¨® una jomada inolvidable el domingo. Recibi¨® en Francfort (Alemania) el Premio de la Paz y vio aceptada su propuesta sobre Buchenwald, el campo de concentraci¨®n alem¨¢n en el que permaneci¨® tres a?os: "Se crear¨¢ ah¨ª una instituci¨®n europea para perpetuar el an¨¢lisis y trabajar por el futuro democr¨¢tico". Al ex ministro de Cultura s¨®lo le amarg¨® el d¨ªa el eco en Espa?a de sus declaraciones en una rueda de prensa, en la que afirm¨®: "De lo que ha sucedido en la historia de Espa?a no es responsable Felipe Gonz¨¢lez, pero s¨ª de la corrupci¨®n en el PSOE, al no haberla ataado inmediatamente cuando se produjo el caso Juan Guerra". Aunque est¨¢ acostumbrado a la pol¨¦mica, le sorprendi¨® la repercusi¨®n. El titular de EL PA?S en las primeras ediciones del pasado domingo: "Sempr¨²n responsabiliza a Gonz¨¢lez de la corrupci¨®n en el PSOE", le irrit¨® especialmente.Pregunta. Usted habl¨® en la rueda de prensa de la responsabilidad de Gonz¨¢lez en la corrupci¨®n del PSOE,: al no haberla cortado cuando se produjo el caso Juan Guerra.
Respuesta. S¨ª. Hubo, l¨®gicamente, una pregunta sobre la corrupci¨®n y yo hice upa -brev¨ªsima, exposici¨®n de algo que alg¨²n d¨ªa podr¨ªa ser un ensayo sobre los or¨ªgenes lejanos de la cultura cat¨®lica, como ustedes publicaron, y al final dije que, naturalmente, en lo que se refiere a la corrupci¨®n del PSOE, quiz¨¢ podr¨ªa haberse atajado antes con una intervenci¨®n de la direcci¨®n del PSOE y, en primer lugar, de su primer secretario... No s¨¦ por qu¨¦ sorprende tanto...
P. Quiz¨¢ porque, aunque usted mismo ha admitido que sus relaciones con Felipe Gonz¨¢lez son inexistentes ahora, se le considera amigo suyo.
R. Sigo siendo amigo de Felipe Gonz¨¢lez, aunque la amistad es una cosa de ida y vuelta, pero lo soy y lo seguir¨¦ siendo. ?l puede decir lo mismo o no decirlo, tiene perfecta libertad para mantenerse en lo que yo s¨¦ que ha sido su amistad conmigo o no mantenerse. Lo ¨²nico que puedo decir es que ser¨¦ su amigo cualesquiera que sean los desacuerdos moment¨¢neos o permanentes que podamos tener en el futuro.
P. Ha sido la primera vez que le ha criticado en p¨²blico.
R. No estoy de acuerdo con eso. Ya lo dije en m¨ª libro Federico S¨¢nchez se despide de ustedes. Quien lo haya le¨ªdo bien sabr¨¢ que escrib¨ª que, tras aquella sesi¨®n de las Cortes en que Gonz¨¢lez, despu¨¦s de la intervenci¨®n de Guerra explicando su ausencia total de relaciones con su hermano, dijo eso de "dos por uno", cometi¨® un error. Deber¨ªa haber intervenido en ese momento.
P. No es lo mismo decirlo en un libro que en rueda de prensa.
R. No me puedo pasar el tiempo diciendo eso de "yo ya lo hab¨ªa dicho antes". Llam¨¦ la atenci¨®n sobre ¨¦l guerrismo y mucha gente me dijo que exageraba... y ahora, ?qu¨¦ pasa? Que hay casi una doble organizaci¨®n en el partido. Lo que me preocupa es que la batalla en el PSOE, en el sentido pol¨ªtico y noble de la palabra, se haga en t¨¦rminos de poder y de aparato. ?Cu¨¢ntos tienes? ?Cu¨¢ntos tengo? Cuando, en realidad se trata de una batalla de ideas. Es la misma batalla que Toni Blair ha empezado en el Partido Laborista brit¨¢nico: la lucha por la modernidad en los viejos partidos socialistas, espa?ol, brit¨¢nico, de todo el mundo.
P. ?Qui¨¦n la ganar¨¢ en el PSOE?
R. La puede y debe ganar Felipe Gonz¨¢lez, pero tiene que darla. No se ganan las batallas sin darlas.
P. ?C¨®mo ve la situaci¨®n pol¨ªtica en Espa?a?
R. Ha habido una victoria electoral relativa [en la legislativas de 1993], pero yo prefiero que haya sido relativa, porque me parece que las mayor¨ªas absolutas terminan siendo nefastas, y, luego, un toque de atenci¨®n fort¨ªsimo en las elecciones europeas... Pueden decir lo que quieran, pero es algo serio, porque, si se analiza sociol¨®gicamente, se ve que se pierde electorado joven y electorado urbano: las capas m¨¢s vivas y con m¨¢s porvenir se apartan de un proyecto. Y un partido que quiera reformar la sociedad no puede ser que no tenga en cuenta a la juventud ni a las capas urbanas profesionales, intelectuales.
P. Corrupci¨®n, p¨¦rdida de votos, conflictos internos, ?es inevitable el descalabro electoral del PSOE?
R. Podr¨ªa evitarse, el descalabro del PSOE a¨²n puede evitarse. Estamos con el alma en vilo, pero creo que aun se puede evitar, sencillamente con hacer de aquel eslogan electoral "el cambio del cambio" una realidad concreta, pr¨¢ctica, que movilice.
P. ?C¨®mo ve usted el futuro pr¨®ximo?
R. Tenemos ahora dos problemas. Uno es grave: la incapacidad del PP, de algunos de sus l¨ªderes por lo menos, de gestionar y asumir la posible alternancia de una forma estrat¨¦gicamente s¨®lida, tranquila. Son incapaces y est¨¢n en la batalla permamente del desgaste, como si cada d¨ªa fuese el ¨²ltimo antes de que Felipe Gonz¨¢lez salga de La Moncloa... La Constituci¨®n est¨¢ para que funcione, hay una mayor¨ªa parlamentaria que ha vuelto a aprobar los Presupuestos. El otro problema tambi¨¦n es grave: el PSOE debe resolver sus conflictos internos, que, repito, no son conflictos de qui¨¦n manda en Huelva y qui¨¦n en Granada. El verdadero debate est¨¢ en las ideas: ?Qu¨¦ partido socialdem¨®crata moderno somos? ?A qui¨¦nes nos dirigimos? ?Con qui¨¦nes queremos seguir transformando Espa?a? ?Qui¨¦nes son nuestras fuerzas b¨¢sicas sociales ahora que ha cambiado tanto el mundo? Eso es lo que hay que discutir. Quiz¨¢ se hable de ello en algunos c¨ªrculos, pero no en el partido.
P. Habla mucho de pol¨ªtica. ?Volver¨¢ a ella?
R. A la pol¨ªtica como profesi¨®n ministerial, desde luego que no. Pero a la pol¨ªtica como intelectual que dice lo que piensa y que interviene, pues seguramente s¨ª. Claro que eso no es volver, eso es seguir estando. Sigo estando.
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