Cu?a de su madera
EL CANDIDATO guerrista a la secretar¨ªa general del PSOE en Sevilla, Manuel Copete, se pas¨® al sector renovador, arrastrando el voto del 18% de los delegados en el congreso provincial celebrado el pasado fin de semana. El resto de los delegados guerristas improvisaron una nueva candidatura, que obtuvo el 28% de los votos. Los derrotados han acusado al grupo de Copete de venderse por temor a quedar fuera de las listas para las elecciones municipales de mayo.La explicaci¨®n es veros¨ªmil. Seg¨²n un estudio realizado en 1984, uno de cada 3,8 afiliados del PSOE ocupaba por entonces un cargo p¨²blico. Esa proporci¨®n no ser¨¢ ahora tan alta, porque hay m¨¢s militantes y menos cargos, pero sin duda sigue siendo elevada, especialmente si se considera no al conjunto de la militancia, sino a los delegados elegidos para participar en los congresos: alcaldes y concejales abundaban entre los que apoyaron a Copete tras la negociaci¨®n de ¨¦ste con la mayor¨ªa renovadora.
Un antecedente espectacular fue el de un congreso de los socialistas vizca¨ªnos, hace seis o siete a?os, en el que los hasta la v¨ªspera fieles de Damborenea le dieron la espalda ante el temor de verse arrastrados a una posici¨®n marginal dentro del partido. Pero en Sevilla mismo hay alg¨²n precedente de esta descarnada manifestaci¨®n de los efectos de la profesionalizaci¨®n de la pol¨ªtica. La acusaci¨®n es veros¨ªmil, adem¨¢s, por venir del propio guerrismo, que hizo del control de las listas electorales -el poder de veto sobre las personas aspirantes aformar parte de ellas- uno de los instrumentos fundamentales de su influencia.
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