Una aventura sin acontecimientos
J. C."El mundo es muy peque?o", dice Whit Stillman, un cineasta con una gran conciencia internacional y que est¨¢ casado con una barcelonesa. "De hecho, en Nueva York llevo una vida m¨¢s espa?ola que cuando estoy en Barcelona".
StilIman naci¨® en Washington (Estados Unidos) hace 42 a?os, estudi¨® en un colegio rodeado de hijos de empleados de la CIA y aterriz¨® en el mundo del cine a trav¨¦s de su relaci¨®n con directores y distribuidores espa?oles. En 1990 dirigi¨® su primera pel¨ªcula, Metropolitan, acerca de un grupo de debutantes en Nueva York y protagonizada por Taylor Nichols y Chris Eigelman, los primos de Barcelona.
Aunque las cr¨ªticas a Barcelona desde su estreno en Estados Unidos a finales de julio han sido un¨¢nimemente positivas, Stillman admite que recibe con pavor una cr¨ªtica hostil. Algo que la prensa ha destacado es que, al igual que su primer largometraje, Barcelona se basa en un di¨¢logo casi ininterumpido. "Lo que decimos es una parte muy importante de qui¨¦nes somos y de nuestra vida" explica Stillman, asiduo a la secci¨®n de pol¨ªtica de los peri¨®dicos y a F. Scott Fitzgerald, y que cuando rod¨® Metropolitan pensaba que la vida es aventura sin acontecimientos".
En los di¨¢logos de Barcelona, Stillman no deja ni un t¨®pico con cabeza, y el personaje de Fred (el militar) es el principal encargado de repartirlos: desde el ingenuo "?Por qu¨¦ nos llaman fachas? Los hombres que llevaban este uniforme murieron para liberar a Europa del fascismo" hasta el casi hiriente "Est¨¢ comprobado que el antiamericanismo tiene su origen en la impotencia sexual, al menos en Europa".
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