Los 'bikers' no conocen la tregua
Descensos a 90 por hora, subidas por caminos de cabras y lucha al l¨ªmite en la I Vuelta a Espa?a
Ya hay otra Vuelta a Espa?a; en bicicleta de monta?a, m¨¢s popularizada con su nombre ingl¨¦s, mountain bike. Nada que ver con las vueltas que protagonizan los Perico e Indur¨¢in por las carreteras de Europa. Aqu¨ª no hay estrategias, pelotones ni treguas, sino que se va "a hierro", dicen los participantes, siempre al l¨ªmite, descendiendo por pistas forestales a 90 por hora, subiendo por caminos de cabras y present¨¢ndose en la meta con m¨¢s de una hora de adelanto. Ayer terminaron esta primera edici¨®n de la carrera por etapas en Madrid, todos enteros, pero ninguno ileso.Los bikers, como se conoce a los que compiten sobre bicicletas de monta?a, forman la punta de lanza de un deporte multitudinario, cuyo n¨²mero de practicantes en Espa?a puede deducirse de las 600.000 unidades que se venden cada a?o. Ellos no conciben la bicicleta de monta?a como un elemento de traslaci¨®n o simplemente l¨²dico, sino como una m¨¢quina con la que se desaf¨ªa al riesgo. Si uno quiere ser el mejor, no hay m¨¢s soluci¨®n que olvidar el miedo y descender a mil por hora por un terreno abonado de trampas. Subir, todos suben, porque es cuesti¨®n de fuerza; bajar sin frenos y dando pedales es, en cambio, patrimonio de los osados.
En las competiciones de mountain bike, por ello, deciden m¨¢s las bajadas que las subida. Incluso existen competiciones espec¨ªficas de descensos y en esta Vuelta a Espa?a hubo, adem¨¢s de una cronoescalada, una cronobajada que abri¨® enormes huecos en la clasificaci¨®n general.
Comesa?a (24 a?os, Vigo), uno de los mejores especialistas en descenso, lamen taba que en la Vuelta la bajada cronometrada no hubiera sido mayor. Estaba previsto descender desde el Veleta hasta Granada pero el mal tiempo, adem¨¢s de la negativa de la direcci¨®n del parque de Sierra Nevada a que la carrera atravesara zonas protegidas, recortaron la distancia y la dificultad.
Fueron, pese a todo, cuatro kil¨®metros de v¨¦rtigo de los ocho que tuvo este sector de la etapa, tir¨¢ndose los corredores ladera abajo, por el camino m¨¢s corto, que no era otro que los pasos por los que camina el ganado a trav¨¦s de las torrenteras. Los que sal¨ªan volando, catapultados por un salto mal calculado, ten¨ªan la reacci¨®n de los toreros cuando son corneados: lo primero levantarse, ver que la bicicleta (que es como su propio cuerpo) no ten¨ªa da?o alguno y seguir adelante, sin examinar el alcance de las contusiones sufridas; cientos de metros m¨¢s adelante llegar¨ªa la retirada ante la gravedad de los traumatismos.
"Nunca llegas a descender totalmente descontrolado, sin saber qu¨¦ va a pasar. La t¨¦cnica ayuda mucho para tener respuesta ante situaciones inesperadas. S¨®lo en competiciones muy especiales, como pueda ser la Copa del Mundo, arriesgas al m¨¢ximo y cuando terminas entonces te puedes asustar de c¨®mo has bajado", dice Comesa?a. ?l no siente el riesgo, porque es un competidor nato: "Siempre he querido ganar en todos los deportes que he practicado, cross, trialsin... Mi mentalidad es la de un ganador y para serlo hay que arriesgar".
Comesa?a es, desde hace tres a?os, profesional de la mountain bike, porque los dos millones que gana al a?o entre premios y el contrato con el equipo Otero le dan para vivir. En Espa?a hay un medio centenar de profesionales, pero comparados con John Tomac (35 millones de pesetas por temporada) son simples aficionados, aunque la diferencia es s¨®lo cremat¨ªstica.
Los bikers del equipo Otero se consideran privilegiados, porque llevan masajista, m¨¦dico, mec¨¢nico, se hospedan en hoteles y ellos no tienen que ocuparse m¨¢s que de dar pedales. En ese sentido, s¨ª que son profesionales. S¨®lo hay una diferencia con respecto a los de carretera: ellos se tienen que arreglar solos las aver¨ªas y los pinchazos. En las pruebas de bicicletas de monta?a no hay coches de asistencia y la rapidez en cambiar una c¨¢mara (menos de dos minutos) decide, a veces la victoria.
Luis Garc¨ªa, l¨ªder del equipo Otero, admite que entre los mejores conjuntos s¨ª es posible establecer una estrategia de carrera: "Para ello es necesario que los corredores tengan todos un mismo nivel, lo que no es f¨¢cil en un deporte que empieza a desarrollarse. En este sentido somos los corredores de los equipos fuertes los que llevamos ventaja".
Otros participantes, en cambio, han competido con m¨¢s ilusi¨®n que posibilidades. V¨ªctor Gonz¨¢lez, de 23 a?os, y Jes¨²s L¨®pez, de 28, ambos de Madrid, se vieron inscritos en la Vuelta tras ganar una de las fases clasificatorias que se celebraron. Ninguno de los dos vive de la bicicleta; el primero trabaja en la tienda de su padre y el segundo, como auxiliar administrativo. Se tomaron vacaciones durante los nueve d¨ªas que dur¨® la prueba, alquilaron una autocaravana que llevaban el padre y la novia de V¨ªctor y se dieron el gustazo de ser pioneros en la Vuelta a Espa?a.
"Nuestro nivel es muy distinto al de los primeros", cuentan V¨ªctor y Jes¨²s. "Qued¨¢bamos rezagados desde la salida e ¨ªbamos a un ritmo m¨¢s moderado, entre otras cosas, porque ten¨ªamos que cuidar las bicicletas. Si se nos estropeaban, no podr¨ªamos seguir, as¨ª que nos tomamos la carrera con calma". Uno de ellos, Jes¨²s, incluso particip¨® con una bicicleta convencional, de 70.000 pesetas -las de los mejores costaban 500.000-, a la que se le sal¨ªa la cadena despu¨¦s de cada salto: "La m¨ªa se me rompi¨® en v¨ªsperas de la carrera y ped¨ª la suya a mi sobrino para no quedarme sin participar".
Unos y otros, Comesa?a y Garc¨ªa, V¨ªctor y Jes¨²s, y 250 bikers m¨¢s, hicieron posible esta Vuelta a Espa?a. Salieron de Jerez y llegaron a Madrid tras totalizar 440 kil¨®metros de competici¨®n. El ganador se llev¨® medio mill¨®n de pesetas, cantidad que supone el incremento en un 25% de las ganancias anuales; el resto, la satisfacci¨®n de haber hecho historia y de conocer lo que es una competici¨®n al l¨ªmite.
"En cuanto se daba la salida, ya estaba la batalla planteada, porque las competiciones de mountain bike son propicias a ello. Hasta que ha llegado esta Vuelta a Espa?a, todas las pruebas eran de un solo d¨ªa, en circuito y nunca superiores a los 40 kil¨®metros. Y aqu¨ª nos hemos metido en recorridos incluso de 100 kil¨®metros. Hubo etapas que terminamos a una velocidad media de hasta 28 por hora, que eso, en bicicleta de monta?a, es una barbaridad. Y as¨ª, una etapa y otra. En este sentido ha sido una gran experiencia", coincidieron en se?alar los corredores m¨¢s destacados del equipo Otero.
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