Un partido sin explicaci¨®n
El Molin¨®n dio cobijo al partido del absurdo. Pocas veces se habr¨¢n dado en un campo de f¨²tbol tantas incongruencias en tan poco tiempo. El v¨¦rtigo final rompi¨® hasta los r¨ªgidos esquemas del profesor Benito Floro. El Albacete domin¨® casi todo el primer tiempo y se fue al descanso con un 2-0 en contra. El Sporing se desboc¨® tras el 3-0 y perdon¨® lo imperdonable, incluido un penalti parado por Marcos a Mu?iz. Y cuando el partido ol¨ªa a goleada hist¨®rica, los manchegos rompieron todos los moldes y se pusieron a tiro de piedra. El descuento fue el no va m¨¢s: Marcos como un delantero m¨¢s para rematar los c¨®rners, Pier despreciando la soledad de la puerta rival y el penalti en el ¨²ltimo aliento, fallado por uno de los artilleros m¨¢s reconocidos, Zalazar.Casi nada de lo sucedido ayer tiene una explicaci¨®n l¨®gica. Dos equipos tan recatados, acostumbrados a vivir el domingo en funci¨®n del rival de turno, pasaron una tarde loca tras el descanso. El primer tiempo, dentro de lo que cabe, se ajust¨® al gui¨®n de esos partidos que se mueven a impulsos de circunstancias que poco tienen que ver con aspectos propios del f¨²tbol, como la calidad, el dominio y la decisi¨®n de imponerse al rival. Marc¨® primero el Sporting, como pudo hacerlo el Albacete si no fuese por la respuesta de Ablanedo a un remate de Alberto casi a bocajarro. El 1-0 oblig¨® al Albacete a soltar amarras, adue?arse del campo y buscar el empate.
El Sporting de ayer, sin extranjeros, con ocho jugadores de casa y tres refuerzos nacionales baratos, pareci¨® muchas veces asustado, pero volvi¨® a rozar el gol en un cabezazo de Pier salvado por Marcos. Sin embargo, se encontr¨® con el 2-0 de rebote y en el descuento. Con la tranquilidad del marcador y el rival estirado a su pesar, el juvenil Sporting pudo darse un atrac¨®n de ocasiones. Tras el tercer gol lleg¨® m¨¢s veces al ¨¢rea que en las seis jorandas anteriores. Pier protagoniz¨® la mayor¨ªa, pero pareci¨® emborracharse de la euforia que viv¨ªa El Molin¨®n.
El Albacete, que estuvo cerca del desastre, se reenganch¨® al partido en los ¨²ltimos 10 minutos, dando paso a un final trepidante, emocionante, incre¨ªble e inesperadamente feliz para el Sporting.
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