Jos¨¦ Luis Saiz lleva a escena la vida de August Strindberg
El autor sueco August Strindberg fue abandonado por su mujer, quien le dej¨® para irse a vivir con una actriz de la que se hab¨ªa enamorado. Casi un siglo despu¨¦s, en 1973, el tambi¨¦n escritor sueco Per Olov Enquist se basa en aquel suceso para escribir su obra La noche de las tr¨ªbadas. Apenas representada en Espa?a, aunque siempre se recuerda con pasi¨®n la versi¨®n catalana realizada hace m¨¢s de una d¨¦cada por el Teatre Lliure, esta obra ha sido elegida por la nueva Compa?¨ªa Respira Teatro, para abordar su segunda producci¨®n. Los fundadores de este grupo, Laura Cepeda y Jos¨¦ Luis Saiz, como actriz y director, tambi¨¦n se involucran en el montaje que hoy se estrena en el Teatro Alfil de Madrid, dentro de la programaci¨®n del Festival de Oto?o. Junto a ellos trabajan los actores Chete Lera, Ana Labordeta y Joaqu¨ªn Notario y el escen¨®grafo y figurinista Gabriel Carrascal.
La palabra tr¨ªbada, que ha desaparecido en la ¨²ltima edici¨®n del diccionario de la Real Academia, no s¨®lo significa lesbiana, sino mujer homosexual que ejerce un determinado papel dentro de la pareja gay. Jos¨¦ Luis Saiz se?ala que en La noche de las tr¨ªbadas no se produce una guerra de sexos: "La obra plantea que los roles a asumir dentro de la familia han cambiado, los modelos a imitar se han perdido, por lo que este montaje se limita a lanzar interrogantes sobre d¨®nde estamos todos en general, y mi generaci¨®n, que ronda en torno a los 40 a?os a¨²n m¨¢s".
Por su parte, Cepeda piensa que aunque la obra parta de una an¨¦cdota, quiz¨¢ inhabitual, habla de algo que afecta a todos: "Todos adquirimos c¨®digos de conducta que pueden romperse en un momento determinado y crearnos un gran vac¨ªo; la obra habla de c¨®mo la ¨²nica manera de seguir viviendo es crear un propio c¨®digo individual cuando el social es transgredido".
Enquist, de 60 a?os, que a¨²n hoy trabaja como corresponsal de guerra y que ha tenido un papel destacado en Sarajevo estos ¨²ltimos a?os, muestra a un Strindberg mis¨®gino, desesperado, perplejo, asustado, que se autoenga?a y que no soporta la idea de que le abandonen.
Saiz, en la direcci¨®n del montaje ha querido ir m¨¢s all¨¢, con su intento de que la obra pueda ayudar a cada uno a ver su propia debilidad: "Vivimos en un momento en el que tanto el hombre como la mujer se rebelan ante el papel hist¨®rico que les ha sido encomendado y ¨¦sta ser¨ªa una manera de sentirnos solidarios", dice.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.