J¨¢uregui, desolado por el rev¨¦s de los socialistas

A una campa?a perfectamente sosa y de escasa repercusi¨®n en la calle siguieron una jornada electoral anodina y una noche final, la de los resultados, que los socialistas de Ram¨®n J¨¢uregui hubieran preferido que nunca llegara. Ni siquiera al principio de la velada, cuando algunos dirigentes del PSE-EE empezaron a dejarse ver por el hotel Ercilla con el ¨¢nimo esperanzado -las encuestas les daban todavia 15 esca?os- ni siquiera entonces estaban como para lanzar cohetes. Y muy r¨¢pidamente el contenido entusiasmo se deterior¨®. La ilusi¨®n era que el PNV bajaba un par de esca?os, lo que no ocurri¨®.

Un Ram¨®n J¨¢uregui en¨¦rgico y r¨¢pido como quien pasa el trago amargo lo antes posible compareci¨® en la rueda de prensa, una vez sabidos los resultados, para realizar una primera valoraci¨®n. Despu¨¦s de felicitarse por el car¨¢cter democr¨¢tico de la jornada, el secretario general del PSE-EE y candidato a lehendakari expres¨® p¨²blicamente su felicitaci¨®n al partido ganador -aunque matiz¨® que los nacionalistas no hab¨ªan arrasado-, as¨ª como al PP "y a quienes han mejorado".J¨¢uregui admiti¨® a continuaci¨®n que el suyo "no ha sido un buen resultado. Esper¨¢bamos algo mejor. Hemos luchado por obtenerlo. No ha sido as¨ª". Ya continuaci¨®n expres¨® su agradecimiento a todos los que le han votado.

Con frases cortas, secas y claras, achac¨® el mal resultado a la alt¨ªsima abstenci¨®n, "consecuencia fundamental de una campa?a que, no ha tenido la tensi¨®n pol¨ªtica suficiente, probablemente porque no hemos tenido los debates que importaban" y tambi¨¦n dijo que "el clima no ha sido el mismo que el que pudimos tener hace cuatro a?os, en torno al PSOE en general".

Ja¨²regui reconoc¨ªa, de esta manera, el profundo des¨¢nimo que han creado en el electorado socialista los esc¨¢ndalos de los ¨²ltimos meses, as¨ª como el desgaste del partido-madre. En todo caso, J¨¢uregui afirm¨® que el PSE-EE "ser¨¢ una pieza clave en la gobernabilidad del pa¨ªs, como segundo partido".

Este extremo, precisamente, era, lo que hac¨ªa poner caras largas a militantes y simpatizantes en el hotel Ercilla y aleda?os: c¨®mo demonios va a ser el futuro. Los otros partidos, incluido el PNV -mayoritario, ma non troppo- se enfrentan con el mismo problema, con la filigrana de pactos que les queda por tejer a partir de hoy.

Para el fallido candidato, el an¨¢lisis de los resultados se sintetiza en que "el voto nacionalista se reduce, lo que da una forma de ver el pa¨ªs distinta a como fue hace cuatro a?o?, y que se trata de "una comunidad extraordinariamente fragmentada, donde ha, siete fuerzas en un abanico muy peque?o".

Sin ocultar su sentimiento de decepci¨®n, con mucho se?or¨ªo, J¨¢uregui asumi¨® toda la responsabilidad de los resultados. Dicho esto, a?adi¨®: "La vida es larga. No pasa nada". Pero dijo: "No merecemos estos resultados. Aunque el pueblo tiene raz¨®n, y no hay m¨¢s que hablar".

Dado que los dos principales partidos, coaligados -PNV y PSE-EE- no disfrutar¨¢n en el Parlamento vasco de mayor¨ªa absoluta, J¨¢ureugui -que compareci¨® acompa?ado por su n¨²mero dos, Mario Onaind¨ªa, y el presidente del partido, Txiki Benegas- reconoci¨® impl¨ªcitamente la necesidad de incorporar al gobierno una tercera fuerza, al insistir en la necesidad de gobernar con mayor¨ªa absoluta.