No estoy contenta
Con motivo de la conferencia celebrada en Madrid del FMI y BM he seguido por la prensa y dem¨¢s distintos medios de comunicaci¨®n la estancia de los grandes magnates de la econom¨ªa mundial. He podido comprobar el gran despliegue policial realizado para custodiar y salvaguardar a los banqueros y economistas que dictan las leyes econ¨®micas en todos los pa¨ªses, mientras que en la calle los mismos pegaban y apaleaban a j¨®venes que protestaban por las injusticias y desigualdades existentes en este planeta. Mientras nosotros pagamos todos esos cuerpos, nuestros j¨®venes son reprimidos, golpeados y detenidos, no importa si han sido los que han roto unos cristales o han dado unos gritos. Esos delitos no tienen importancia con el sentimiento de indignaci¨®n, impotencia y rebeld¨ªa que generan en los j¨®venes estas agresiones e injusticias. La foto del peri¨®dico ante el Auditorio Nacional de Pr¨ªncipe de Vergara era tercermundista: chicos y chicas eran arrastrados y golpeados' por polic¨ªas armados con cascos, escudos, porras; ellos, los chicos, delgaditos, de poco peso, con camisetas, a pelo, sin armas, sin escudos, sin peligro de poder hacer da?o o romper la cabeza a nadie. La foto de la joven con la nariz rota y su declaraci¨®n en la prensa recordaba la actuaci¨®n de los cuerpos represivos en los pa¨ªses m¨¢s pobres y con escaso respeto a los derechos humanos. Desigualdades... S¨ª, claro, empiezan ya con el trato tan desigual dado a unos y otros. La actuaci¨®n de los cuerpos policiales es la misma. Te insultan, te vejan, te humillan en las dependencias de las comisar¨ªas y de la Direcci¨®n General de Seguridad. Los calabozos, la suciedad, las mantas y el trato humillante que nuestros j¨®venes reciben hoy d¨ªa siguen formando parte de la historia reciente del franquismo, al que combat¨ª y contra el que luch¨¦ para conseguir una sociedad m¨¢s justa. El Estado policiaco se mantiene vivo. En fin, sigamos defendiendo a los poderosos, pongamos a su servicio nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad, y, mientras, sigan apaleando a nuestros j¨®venes. Despu¨¦s ech¨¦monos la mano a la cabeza pregunt¨¢ndonos por qu¨¦ esta generaci¨®n es c¨®moda, competitiva, que ¨²nicamente se prepara para ganar dinero, pasa de pol¨ªtica, de inquietudes y es antisolidaria. Cualquiera se pone a pensar.No estoy contenta con lo que les hemos legado-
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