Berlusconi promete a Fiat que tendr¨¢ la financiaci¨®n p¨²blica que le corresponde
Fiat recibir¨¢ la financiaci¨®n p¨²blica que le corresponde en funci¨®n de acuerdos cerrados con Gobiernos precedentes por ayudas a la inversi¨®n en el sur y otros conceptos previstos en las leyes, seg¨²n confirm¨® ayer el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. "El Estado mantendr¨¢ los compromisos y, a pesar de sus dificultades de tesorer¨ªa, deber¨¢ respetar las ayudas al sur", dijo tras ser requerido sobre ese tema por el presidente de Fiat, Giovanni Agnelli.La intervenci¨®n del primer ministro se produjo durante la inauguraci¨®n formal de las instalaciones de producci¨®n del Fiat Punto, una f¨¢brica moderna y supertecnificada que se encuentra en un p¨¢ramo situado unos 150 kil¨®metros al sur de N¨¢poles, en direcci¨®n a Bari. El grupo turin¨¦s ha asociado en esta aventura a sus proveedores, que han construido sendas f¨¢bricas junto a la principal. El resultado es un gran complejo industrial surgido sobre lo que antes era un erial.
La f¨¢brica de Melfi, propiedad de Sata, una filial constituida por Fiat a fin de que estos trabajadores del sur no se integren en el convenio colectivo de los del norte, cuenta ya con 3.630 empleados, en su mayor¨ªa con contratos de formaci¨®n, y fue realizada mediante una inversi¨®n de casi 5 billones de liras (unos 400.000 millones de pesetas). que el Estado se comprometi¨® a financiar en m¨¢s de un 25%. Pero las ayudas siguen sin llegar, aunque haya quedado concluida y operante en tan s¨®lo dos a?os.
"No puede decirse que la Administraci¨®n haya actuado con la misma celeridad' " , dijo ayer Agnelli, que a?adi¨®: "Los empresarios italianos no piden ayudas. Piden certezas sobre las orientaciones y las pol¨ªticas generales y respeto de los compro misos asumidos por lo que se refiere a las modalidades de ejecuci¨®n de los proyectos de desarrollo del pa¨ªs que fueron adoptados". Berlusconi confirm¨® su fidelidad a los compromisos heredados, aunque anunci¨® la creaci¨®n de una unidad de choquie, en la que intervendr¨¢ personalmente, para dise?ar una nueva l¨ªnea de actuaci¨®n hacia el problema del sur italiano, menos asistencialista que la precedente.
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