Un sue?o hecho realidad
Con mesura, para no herir los sentimientos de los familiares de las v¨ªctimas del atentado de Tel Aviv la semana pasada, los israel¨ªes y jordanos que acudieron a la ceremonia de la firma del tratado de paz ayer en la frontera celebraron en el desierto la materializaci¨®n de un sue?o largamente postergado. Los m¨²sicos de las bandas militares de Israel y Jordania se intercambiaron abrazos al t¨¦rmino de la ceremonia. Polic¨ªas de ambos pa¨ªses se estrechaban la mano e intercambiaron felicitaciones. No hubo incidentes.Mientras los artilleros que dispararon la salva de 21 ca?onazos en el punto culminante de la ceremonia recog¨ªan fragmentos de cartuchos para conservar pedazos met¨¢licos de historia, camareros jordanos vestidos con impecables casacas blancas ofrec¨ªan gaseosas a funcionarios e invitados israel¨ªes sometidos a lo largo de la jornada a una exclusiva dieta de agua mineral. "Shalom, salam, paz".
Los brindis en el desierto fueron sencillos, genuinos, como los sellos postales conmemorativos que se vend¨ªan en el lado israel¨ª de la frontera, justo al lado de un negocio que hizo su agosto vendiendo camisetas. Una de ellas reflejaba inconfundiblemente el axioma de que, tras tantos a?os de guerra, la paz es hoy un buen negocio. Mostraba un billete de cien shecke1s israel¨ªes (33 d¨®lares) con la efigie del rey Hussein. Otra mostraba caricaturas alegres de Bill Clinton con el saxo, del rey Hussein al piano, y de Rabin a la bater¨ªa bajo la leyenda "el son de la paz".
Las vidas hasta ayer separadas de los puertos de Aqaba, en el lado j ordano, y Ellat, en el israel¨ª, van a cambiar en el curso de los pr¨®ximos d¨ªas. Los balnearios tur¨ªsticos gemelos en las espectaculares costas del mar Rojo ya est¨¢n disfrutando de un auge econ¨®mico sin precedentes. La apertura de cruces fronterizos promete transformar a esta esquina del mar Rojo en un importante puesto de tr¨¢nsito del turismo hacia la magn¨ªfica joya arquitect¨®nica de Petra.
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