Un fugista de pelicula
Juan Jos¨¦ Moreno Cuenca lleva media vida preso. Pero quiz¨¢ su mayor prisi¨®n sea su propia historia. Porque El Vaquilla no puede destruir ahora el mito que ¨¦l mis mo aliment¨® desde su infancia. Durante a?os y a?os ha sido un duro y eso obliga a mucho. Los funcionarios de prisiones lo saben por experiencia: "La leyenda urdi da en tomo a un delincuente hace que ¨¦ste tenga que estar demos trando continuamente que es un duro; cualquier signo de debilidad lo convertir¨ªa en un pringao a ojos de sus compa?eros de talego", dicen. Moreno no puede escapar de El Vaquilla.Moreno, prisionero una vez m¨¢s del personaje de El Vaquilla, volvi¨® el jueves a ser un perro callejero, un protagonista real de la pel¨ªcula basada en su propia vida. Y de nuevo, los peri¨®dicos han vuelto a hablar de ¨¦l. De nuevo ha vuelto a ser blanco del objetivo de la televisi¨®n, igual que aquel d¨ªa de 1984 en que las c¨¢maras de TV-3 rodaron en directo su captura -esposado y con la cara aplastada contra el asfalto de la avenida Diagonal de Barcelona- tras haberse fugado de la prisi¨®n de L¨¦rida con otros 11 colegas.
Pero la ¨²ltima fuga de El Vaquilla oli¨® a falsa desde el primer momento. La polic¨ªa y la Guardia Civil recibieron la noticia con parsimonia, casi con desinter¨¦s. A?os atr¨¢s, su escapada habr¨ªa originado una fren¨¦tica operaci¨®n de caza y captura, parecida a las que en las postrimer¨ªas del franquismo protagoniz¨® aquel m¨ªtico qu¨ªnqui conocido como El Lute. Esta vez, todo el mundo estuvo convencido desde el principio de que El Vaquilla s¨®lo quer¨ªa llamar la atenci¨®n, hacer girar hacia ¨¦l los focos de las c¨¢maras, recobrar el espectro de aquel l¨ªder que empez¨® a fraguar cuando siendo ni?o robaba coches y ten¨ªa que ponerse cojines bajo el trasero para poder llegar al volante.Colegas muertos
Juan Jos¨¦ Moreno pertenece a esa generaci¨®n perdida que sembr¨® el terror en las ciudades mientras el general Francisco Franco agonizaba. Chicos como su hermanastro Juli¨¢n, fallecido al intentar escapar de un hospital de Madrid en enero de 1986. O como su hermanastro Miguel El Carica, destripado un a?o antes entre los hierros del coche robado a la esposa del futbolista Juan Manuel Asensi. O como El Loquillo, El Viejo y El Caracaballo, tambi¨¦n muertos. O como El Jaro, aquel chico madrile?o que quiso ser El Vaquilla y muri¨® reventado en 1979 por el escopetaz¨® de un vecino cuando iba a robar un coche
Pero Juan Jos¨¦ Moreno ha tenido mejor fortuna o ha sido el m¨¢s listo de aquellos chicos malos. "Tiene un nivel de inteligencia muy elevado", dictamin¨® hace unos a?os el doctor Jaime Bar¨® Ayll¨®n. Ahora lo ha demostrado: ha utilizado el mito para llamar la atenci¨®n sobre el hombre y conseguir as¨ª mejorar su situaci¨®n carcelaria. Si tiene suerte, puede convertirse en el primer rehabilitado de lujo de las prisiones de la Generalitat de Catalu?a, como El Lute lo fue hace tres lustros par a el sistema penitenciario espa?ol.
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