El catecismo arbitral
Los colegiados no pueden ir en vaqueros, hablar de t¨², comer y dormir en sitios baratos.
Los ¨¢rbitros de f¨²tbol han de cumplir otro reglamento. Adem¨¢s de conocer las reglas de juego, tambi¨¦n se les exige determinadas normas de educaci¨®n y buena conducta. Son preceptos de comportamiento, una especie de catecismo arbitral. Para su estricto cumplimiento cuentan con un "comisario". Es el cuarto ¨¢rbitro, que se les pega como una lapa. Los colegiados han de vigilar su vestimenta, seleccionar aquellos lugares donde almuercen, duerman y cuidar su vocabulario. Han de ser prudentes, cautos, austeros y correctos."Queremos [por los ¨¢rbitros] ser educados y que se nos responda con el mismo trato," es la filosof¨ªa de unos de los dirigentes arbitrales, el ex colegiado catal¨¢n Jos¨¦ Mar¨ªa Enriquez Negreira. As¨ª, una de las "recomendaciones" de la circular enviada a los ¨¢rbitros a principio temporada detalla el tratamiento personal en el terreno de juego: "Ha de ser siempre el de usted". Tiene su justificaci¨®n para Enr¨ªquez. Negreira: "No queremos que haya compadreo, porque da mala imagen". El tuteo, por tanto, est¨¢ prohibido para los ¨¢rbitros, como tambi¨¦n llamar a los jugadores por su nombre.
Las "recomendaciones finales" forman un aut¨¦ntico dec¨¢logo. Basta pasar el texto de algunas de ellas. "Sed prudentes a la hora de expresaros. La cautela debe imperar sobre el estado de ¨¢nimo", es el primer mandamiento. La segunda advertencia es un modelo de relaciones p¨²blicas: "Rechazad las f¨®rmulas de preguntas capciosas. Llevan impl¨ªcitas las respuestas".
"Lo inteligente no est¨¢ re?ido con lo cordial".
El dec¨¢logo incluye la prohibici¨®n de enjuiciar a un compa?ero. Ello tiene su contrapartida: "La austeridad en la gesticulaci¨®n acrecentar¨¢ vuestra seriedad y afirmar¨¢ el buen estilo". El dec¨¢logo acaba con el siguiente ruego: "Mantened a punto vuestra salud y vuestra preparaci¨®n fisica". "Todo lo que antecede", acaba el escrito, "ha de ser tenido en cuenta escrupulosamente por el ¨¢rbitro en sus actuaciones tanto dentro del terreno de juego como fuera de ¨¦l ( ... ) El Comit¨¦ de ?rbitros se ver¨ªa obligado a tomas las medidas Corresporidientes si no se estuviera a lo expuesto".
"En el fragor de la batalla es dif¨ªcil de cumplir ese empe?o", se disculp¨® el arbitro internacional malague?o L¨®pez Nieto. Otro compa?ero confes¨®: "No he podido siquiera leer esas normas. Me las he saltado".
La "imagen" arbitral requiere para sus dirigentes incluso un nivel de vida de alto ejecutivo: hoteles de bastantes estrellas y restaurantes de varios tenedores. "Nada de la 'fonda del sable' ni la 'pensi¨®n del peine, es la advertencia para aquellos colegiados, que, con af¨¢n de ahorro, prefieran tomarse unos bocadillos u hospedarse en hoteles baratos. "Cada partido supone al ¨¢rbitro 280.000 pesetas, de las que 70.000 se consideran dietas. Con ese dinero no se pueden permitir esas miserias", explic¨® un dirigente arbitral.
Adem¨¢s, el colegiado no podr¨¢ escapar al control del "¨¢rbitro comisario". Este ayudante arbitral "contactar¨¢ con el ¨¢rbitro acordando hora y fecha de encuentro entre ambos".
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