La violencia se propaga por las escuelas

Una de cada cuatro escuelas p¨²blicas en EEUU sufri¨® el a?o pasado alg¨²n problema grave que se sald¨® con muertos o heridos. La violencia se ha incrementado en los colegios de ciudades grandes y peque?as, en centros urbanos y en zonas rurales, seg¨²n la National League of Cities (NLC), que ha llevado a cabo un estudio sobre 700 lugares de todo el pa¨ªs.En los ¨²ltimos 5 a?os, seg¨²n, el estudio, la violencia en los centros escolares se ha incrementado en un 38 por ciento. S¨®lo 11 de cada cien ciudades sondeadas dicen que la violencia escolar no existe como problema. Para las dem¨¢s, es una pesadilla continua que altera gravemente el ambiente escolar, seg¨²n el informe: "Denuncias de ataques, tiroteos, registros para buscar armas, actividades de bandas juveniles y otros incidentes han creado una atm¨®sfera de miedo, ansiedad e incertidumbre en los chicos y chicas sobre lo que puede ocurrir cada d¨ªa".

El presidente Bill Clinton protagoniz¨® el pasado verano una campa?a publicitaria en televisi¨®n en la que aparec¨ªa con una joven negra que hab¨ªa perdido varios compa?eros de su instituto en actos violentos. El pasado 23 de octubre, Clinton firm¨® una orden ejecutiva que exige a los directores de los centros de ense?anza que expulsen por lo menos durante un a?o a cualquier estudiante que lleve un arma al colegio.

Pero el problema tiene ra¨ªces hondas: la mitad de las escuelas en el centros de las grandes ciudades y, lo que es m¨¢s sorprendente, el 21 por ciento de las que est¨¢n en zonas rurales y el 19 por ciento de las que se encuentran en los suburbios residenciales han registrado incidentes y peleas en las que ha habido heridos o muertos: "Las complicaciones se han extendido, ya no se puede, hablar de caracter¨ªsticas ¨²nicas o desafortunadas en un pu?ado de escuelas o ciudades" seg¨²n Carolyn Banks, concejal del ayuntamiento de Atlanta y vicepresidenta de la NLC.

Las bandas, a?ade el informe, imponen su ley, a pesar de que un 70 por ciento de las ciudades encuestadas dicen que los poderes locales env¨ªan sistem¨¢ticamente patrullas de polic¨ªa o de vigilantes especiales a las escuelas. El uso de detectores de metales alcanza ya al 19 por ciento de los centros de ense?anza, pero no siempre est¨¢n en funcionamiento, por falta de personal, y los chicos que llevan armas al colegio se las ingenian para introducirlas burlando los sistemas de seguridad. La facilidad con que los j¨®venes acceden a las armas en Estados Unidos no hace mas que agravar un problema ya de por si complejo.