"Esta noche m?entregao"
MIGUEL MORA Manolo, el ¨²ltimo travestido de Montera, aguanta el fr¨ªo, la lluvia y la sequ¨ªa sin decir palabra. Son las dos y media de la madrugada. El Candela parece a esas horas casi el ¨²nico local abierto en la ex capital de la movida. Est¨¢ hasta los topes. Pollito de California anda ya enrojecido. El imp¨¢vido habitual se fuma sus chicharras mientras pasea el local arriba y abajo sin parar. Seis gitanas de bronce y de quitarse el chapiri se turnan un abrigo (parece de vis¨®n) a cada rato para recatar sus preciosos trajes negros (parece que sin wonderbr¨¢) en sus frecuentes viajes al lavabo. Un par de Carmonas y alg¨²n Habichuela, guapos pa reventar, tienden redes sonrientes hacia la zona tur¨ªstica del bar. La francesa pica. Doce o catorce afision¨¢os discuten de caracoles en voz baja. Un par de plumillas y un fotero vago, pero con la bolsa al hombro, palman con el Atleti al futbol¨ªn.
Son las 3.30 de la madrugada de un martes mojado de noviembre y el maestro no llega. Por fin atraviesa el pasillo de los campeones. Sonrisa, o media, de dos orejas en Las Ventas. Gestos de admiraci¨®n, amor a manojitos. El maestro besa y pide un cigarrillo.
La cuadrilla lo rodea: "Ha cab¨¢o con el cuadro"; "cumbre, inmenso, enorme". "S¨®lo por verte mover las manos merece la pena o¨ªrte...". Uno, de melena camaronera, en el WC: "Cuando canta Enriquito, se acaba el mundo".
Pero el sello, Discos Probeticos, no se ve por ning¨²n lado. Elli Asurmendi, promotora de la aventura: "Si hace tres d¨ªas no sab¨ªa si iba a cantar esta noche, ?c¨®mo iba a poder colgar el sello?"'. La cosa, ha dicho ¨¦l, nace con voluntad de liberaci¨®n de la nueva estirpe: flamencos esclavos de multinacionales. Tambi¨¦n de vacile, dice ahora, junto al futbol¨ªn: "En Sevilla siempre est¨¢n 'prob¨¦ticos esos chalaos de Gran¨¢, que no saben cantar'. Ahora, cuando lo digan, les diremos: 'prob¨¦¨¦¨¦ticos, prob¨¦¨¦¨¦ticos".
Local arriba, chicharra abajo, son las seis menos diez. Las del bronce se baten en retirada. S¨®lo un abrigo, probeticas. Morente sonr¨ªe. Ma?ana oscura de noviembre en Lavapi¨¦s, sigue ofreciendo el triunfo a sus compadres. Uno le echa morro: "?T¨² c¨®mo te has visto?". "M'entregao, esta noche m'entregao".
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