?A que esperan?

TODO EL mundo, incluyendo el Gobierno, est¨¢ de acuerdo en los negativos efectos que puede tener para la incipiente recuperaci¨®n el aumento del impuesto sobre el valor a?adido (IVA) previsto en los presupuestos. Lo que no se entiende es por qu¨¦ no se corrige un error que a¨²n no ha sido consumado. Si no aparecen argumentos nuevos habr¨¢ que pensar que la verdadera raz¨®n est¨¢ en 50.000 millones de margen entre lo que se deje de recaudar por la rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social y lo que de m¨¢s se espera percibir por el aumento del IVA.La pasada semana, el secretario de Estado de Econom¨ªa admit¨ªa que el Banco de Espa?a se pod¨ªa ver obligado a elevar sus tipos de inter¨¦s. Ello ser¨ªa consecuencia de los efectos sobre la inflaci¨®n del aumento propuesto en el IVA. Compensar los ingresos que la Seguridad Social dejar¨¢ de percibir mediante el aumento en la tarifa del IVA y de alg¨²n impuesto especial supondr¨¢ un incremento del ¨ªndice de precios al consumo (IPC) en proporci¨®n cercana a un punto. Si el Gobierno est¨¢ convencido de que los efectos secundarios de esa simb¨®lica medida reductora de los costes laborales son m¨¢s adversos que favorables en t¨¦rminos de inflaci¨®n, subida de tipos, creaci¨®n de empleo y competitividad de las empresas, ?por qu¨¦ lo hace?

Los argumentos favorables no pasan de ser testimoniales. Se tratar¨ªa de marcar el inicio de una senda cuya continuidad tendr¨ªa lugar en pr¨®ximos presupuestos. Si esa relaci¨®n de sustituci¨®n entre los ingresos de la Seguridad Social y los potenciales derivados del IVA fuera absolutamente neutral, ?por qu¨¦ no se hace en mayor proporci¨®n? M¨¢s bien parece que los responsables de Econom¨ªa son conscientes del escaso amparo que tiene esa propuesta.

En las circunstancias actuales, los diferenciales de inter¨¦s que soportan los t¨ªtulos de deuda p¨²blica espa?oles frente a los de los restantes pa¨ªses europeos son expresivos de los factores de incertidumbre que pesan sobre el comportamiento futuro de nuestra econom¨ªa, incluida la creciente deuda p¨²blica, y, desde luego, una tasa de inflaci¨®n dif¨ªcil alejada de la de los pa¨ªses m¨¢s estables. El empe?o en decisiones como la propuesta puede agudizar a¨²n m¨¢s esa penalizaci¨®n, encareciendo la financiaci¨®n del Tesoro.

Ser¨¢n esas peque?as y medianas empresas a las que se supone que el Gobierno y CiU tratan de apoyar, y en general los demandantes de cr¨¦dito con menor poder de negociaci¨®n, las principales v¨ªctimas de esa eventual subida de los tipos de inter¨¦s. La cual es posible que se produzca antes incluso de que se manifieste ese temido efecto inflacionista, de acuerdo con esa obligaci¨®n, reconocida al banco emisor en su nuevo estatuto de autonom¨ªa, de corregir la estabilidad de los precios. ?A qu¨¦ esperan para eliminar ese obst¨¢culo innecesario a la recuperaci¨®n econ¨®mica?