"El uso del velo isl¨¢mico en la escuela francesa es s¨¬ntoma de crisis social"
El islam es uno de los factores para calcular el futuro de Occidente. Gilles Kepel, director de estudios religiosos en el Centro Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas de Paris, acaba de publicar Al oeste de Al¨¢, un an¨¢lisis de la dif¨ªcil, convivencia de los valores occidentales e isl¨¢micos.
Cada vez son m¨¢s las j¨®venes musulmanas francesas que se obstinan en asistir a clase con el cabello oculto bajo un velo, oponiendo su libertad individual a los principios de la escuela laica e igualitaria. Proliferan las mezquitas. Aparecen grupos de apoyo a los integristas argelinos. Ante tales fen¨®menos, conviene sentarse a pensar qu¨¦ est¨¢ pasando y no actuar s¨®lo a golpe de impulso o reacci¨®n visceral. Gilles Kepel, experto en asuntos religiosos en Francia, cree que son s¨ªntomas de crisis social y de la necesidad de los marginados de enfrentarse a la exclusi¨®n.
Pregunta. ?Por qu¨¦ ha obtenido tanta resonancia la pol¨¦mica sobre el velo en las escuelas?
Respuesta. Porque simboliza uno de los grandes enfrentamientos en esta sociedad de fin de siglo al plantear una disyuntiva b¨¢sica de la posmodernidad: o se opta por la yuxtaposici¨®n de grupos culturales, religiosos o ¨¦tnicos, celosos de sus derechos y dispuestos a afirmar su identidad propia, o bien se opta por una sociedad mucho m¨¢s integrada y homog¨¦nea. La escuela, en este caso, es un modelo a escala de toda la sociedad. Es un debate que va m¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n isl¨¢mica, aunque ¨¦sta sea la m¨¢s candente. Concierne, en el fondo, a la respuesta que queramos dar al problema de la marginaci¨®n.
Hasta la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y la muerte simb¨®lica de la oposici¨®n Oeste-Este, los conflictos sociales se reflejaban en una representaci¨®n pol¨ªtica basada en la derecha y la izquierda. Actualmente, la escena pol¨ªtica ya no reproduce ese tipo de oposici¨®n, ni es capaz de integrar a quienes est¨¢n marginados porque carecen de acceso al empleo, a la riqueza y al bienestar. Una parte de la sociedad tiene la impresi¨®n de que la derecha y la izquierda se limitan a gestionar de la misma forma, monopolizadas ambas por las clases medias y altas. Hay muchos individuos que ya no se sienten representados. A partir de esa exclusi¨®n, aparecen nuevas formas de reivindicaci¨®n de la identidad colectiva, inevitablemente religiosas, culturales o ¨¦tnicas. El islamismo es una identidad colectiva, y el velo es uno de sus s¨ªmbolos. En este sentido, el uso del velo en la escuela es s¨ªntoma de una crisis social.P. ?No puede funcionar un orden isl¨¢mico en algunos barrios?
R. En un primer momento, esas nuevas formas de representaci¨®n pueden mostrar aspectos positivos: en los barrios deprimidos, con pobreza, droga y delincuencia, los grupos isl¨¢micos pueden ser un factor de vertebraci¨®n y de orden. Pero, inevitablemente, esos movimientos integristas, isl¨¢micos o de otro tipo, chocan directamente con la sociedad global. Conducen a la atomizaci¨®n, a la balcanizaci¨®n de la sociedad. ?se es un fen¨®meno que ya existe en EE UU, donde, tras d¨¦cadas de lucha conjunta por los derechos civiles, negros y jud¨ªos se enfrentan ahora violentamente. Cada comunidad se define por su propia historia y su propia legitimidad, y ¨¦sa es una definici¨®n excluyente.
P. En su opini¨®n, por tanto, no se debe tolerar el velo.
R. En la escuela p¨²blica francesa, republicana y laica, rige tradicionalmente el principio de que las creencias religiosas deben manifestarse en la esfera privada. Los alumnos no deben pregonar su fe o sus diferencias con s¨ªmbolos como el velo, porque ello impide que la escuela sea un mecanismo de integraci¨®n social. Adem¨¢s, no hay ning¨²n mandamiento que obligue a los musulmanes a llevar el velo en la escuela. Es m¨¢s un s¨ªmbolo de identidad cultural y social que de religi¨®n. Un sondeo publicado, recientemente por el diario Le Monde muestra que, entre la poblaci¨®n francesa de origen musulm¨¢n, un 44% se opone al velo en la escuela y s¨®lo un 22% es favorable.
P. ?No es en muchos casos, tal vez, un simple fen¨®meno de rebeld¨ªa juvenil?
R. Existe tambi¨¦n, indudablemente, un elemento de desaf¨ªo de los adolescentes con las autoridades escolares. Pero no es un desaf¨ªo trivial. Muchas de esas j¨®venes que se niegan a quitarse el velo est¨¢n reclamando, de alguna forma, su derecho a tener una vida distinta a la de sus padres, parados o marginados. El razonamiento es el siguiente: si ellos intentaron integrarse en la sociedad francesa y fracasaron, vale la pena optar por la v¨ªa de la diferencia y la autoafirmaci¨®n.
P. ?Es espont¨¢neo el fen¨®meno del velo o es fomentado por alguna organizaci¨®n?
R. Hay un hecho curioso: despu¨¦s de vacaciones proliferan los velos. Eso se debe a que, en gran parte, los antiguos campos de vacaciones del Partido Comunista Franc¨¦s para los j¨®venes de la clase obrera han sido sustituidos por campos de vacaciones isl¨¢micos. Ahora, muchos alumnos vuelven islamizados de las vacaciones. He titulado mi libro Al oeste de Al¨¢ porque si hasta ahora el mundo estaba claramente delimitado, de un lado el comunismo y del otro el capitalismo, desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y la fatwa de Jomeini contra el escritor Salman Rushdie (ambos hechos en el a?o fat¨ªdico de 1989) han desaparecido las fronteras. Hay islam en Occidente y Occidente en el islam. En Argelia la gente ve los programas de variedades de la televisi¨®n francesa, mientras en Francia hay grupos integristas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.