La lucha contra la violencia, prioridad para la Iglesia cat¨®lica de EE UU

Los obispos de EE UU atribuyen a todos los norteamericanos responsabilidad individual en el desarrollo de una "cultura de la violencia" presente en la mayor¨ªa de los comportamientos sociales, desde la pol¨ªtica hasta el sexo y los medios de comunicaci¨®n. La lucha contra esta espiral es desde ahora, se?ala la Conferencia Episcopal, una prioridad para la Iglesia cat¨®lica estadounidense, que incluye entre las manifestaciones violentas el aborto y la pena de muerte.La carta pastoral contra la violencia ha sido aprobada por unanimidad. Los 280 obispos reunidos en Washington muestran su preocupaci¨®n no s¨®lo por la violencia t¨®pica, la de los tiroteos y la criminalidad de las grandes ciudades, sino por las conductas de agresi¨®n: la violencia verbal de los programas de radio, las campanas electorales en las que todo vale, la hostilidad en el tr¨¢fico, el descontrol del acceso a las armas y la utilizaci¨®n de la mujer en la publicidad: "Hemos encontrado al enemigo, y somos nosotros. Contribuimos a la cultura de la violencia, somos parte de ella", seg¨²n el obispo de Baltimore, John Ricard, que present¨® la carta pastoral.

Los obispos encuadran sus puntos de vista tradicionales contra la pena de muerte y el aborto en la denuncia, pero se distancian del extremismo de los grupos que han declarado la guerra a muerte contra los que trabajan en las cl¨ªnicas de planificaci¨®n familiar: "No podemos matar si estamos diciendo que matar es malo", dice la pastoral, que habla as¨ª del asesinato de un m¨¦dico en una cl¨ªnica de Florida y la petici¨®n de pena de muerte para el autor: "Hemos llegado a un punto en el que un jurado pide la ejecuci¨®n de una persona que ha asesinado a un m¨¦dico que se dedicaba a destruir vidas de ni?os no nacidos".

Ayuda social

Los 60 millones de cat¨®licos de EE UU tienen desde ahora como prioridad luchar para que se desactive el modelo de la agresi¨®n y. para "recrear una cultura de paz y civismo", se?ala la carta pastoral, que ser¨¢ distribuida en todas las parroquias. En la carta se incluye una declaraci¨®n que choca de frente con el prop¨®sito de la nueva mayor¨ªa republicana de desmantelar los programas de ayuda social: "Los recortes del presupuesto que afectan a los pobres tambi¨¦n son una forma de violencia".Los obispos, adem¨¢s de la pastoral, reflexionan sobre el papel de las mujeres en la Iglesia, en la que se les pide que incrementen su presencia en las tareas eclesi¨¢sticas, sin llegar a desafiar la posici¨®n del Vaticano contra la ordenaci¨®n sacerdotal.

El Comit¨¦ sobre Abusos Sexuales, por su parte, recomend¨® que se adopte una nueva actitud hacia los que denuncian los casos de abuso y hacia los sacerdotes implicados en las denuncias. Se pide asesoramiento y cuidados psicol¨®gicos para las v¨ªctimas, y que la Iglesia no se refugie en preceptos legales para tapar la realidad.