Los hechos Son tozudos
Hace unos meses publiqu¨¦ en EL PA?S (16 de abril de 1994) una rese?a del libro, La ¨²ltima salida de Manuel Aza?a, en la que afirmaba que "Jim¨¦nez Losantos copia con asombrosa liberalidad, y en numeros¨ªsimas ocasiones sin citarlo, p¨¢rrafos enteros del Retirato de un desconocido, de Rivas Cherif", cu?ado de Aza?a. Desde que apareci¨® esa nota, Losantos me dedica de forma insistente su conocida panoplia de insultos y descalificaciones personales, siempre a cuenta de la cr¨ªtica de su libro. No entrar¨¦ en una batalla de insultos, pero como no quiero que mi silencio se tome por retracci¨®n de lo entonces escrito, y como un hecho vale m¨¢s que mil palabras, transcribo cuatro p¨¢rrafos del libro de Rivas (de la segunda edici¨®n de Grijalbo, Barcelona, 1981) y la versi¨®n de Losantos: el primero se refiere a la visita del doctor Monod; el segundo a la visita de Negr¨ªn; el tercero a la reacci¨®n de Aza?a ante la noticia de la detenci¨®n de su cu?ado; el cuarto a la noticia de la condena de Rivas y la visita del obispo de Montauban.1. Visita del doctor Monod, Retrato, p¨¢ginas 471, 472 y 475: "Cuando (Aza?a) supo que pertenec¨ªa a la familia de los Monod, ilustre en Francia y muy particularmente en la historia... del protestantismo hugonote, se explay¨® con el doctor largo tiempo haciendo gala, como siempre, de su conocimiento y su gusto por las cosas francesas... Pero como al despedirse... me invitara a montar en su coche... para que de este modo trajese yo de la farmacia la receta... ?No hab¨ªan ustedes advertido hasta ahora ning¨²n s¨ªntoma alarmante?, me dijo no bien arrancamos de la puerta de la casa... Ten¨ªa una lesi¨®n de coraz¨®n muy importante ( ... ) Ten¨ªa lo que los m¨¦dicos franceses llaman couer de boeuf y los espa?oles coraz¨®n de vaca. la dilataci¨®n era tremenda".
Versi¨®n de Jim¨¦nez Losantos, La ¨²ltima despedida, p¨¢ginas 161 y 162: "Cuando (Aza?a) se enter¨® de que pertenec¨ªa a la ilustre familia hugonote de los Monod, m¨¦dicos y cient¨ªficos... se abandon¨® encantado en manos del m¨¦dico mientras se explayaba acerca de la historia francesa... Monod extendi¨® la receta y le dijo a Cipriano que, si quer¨ªa le acercar¨ªa en su coche a la farmacia para comprar las medicinas... Nada m¨¢s entrar en el coche, Monod le pregunt¨®, muy serio: ?No hab¨ªan ustedes advertido hasta ahora ning¨²n s¨ªntoma alarmante?... El m¨¦dico fue claro: ten¨ªa una grave lesi¨®n de coraz¨®n ( ... ) que en espa?ol se llama coraz¨®n de vaca y en franc¨¦s coeur de boeuf, es decir, una dilataci¨®n extrema...
2. Visita de Negr¨ªn, Retrato, p¨¢gina 492: "(Negr¨ªn) hab¨ªa manifestado a G¨®mez Pallete lo que all¨ª le llevaba: no sino la intenci¨®n de llev¨¢rsenos a Inglaterra aquella misma noche ( ... ) ?Impresionarme la visita de Negr¨ªn? ... ?Estoy acostumbrado!"... Ya ha hecho usted con venir m¨¢s que muchos amigos. (Negr¨ªn) Ten¨ªa preparado un barco peque?o en el puerto de Burdeos en el que se llavaba tambi¨¦n a Lamoneda y Casares... No hab¨ªa materialmente sitio para ninguna mujer, y se daba por supuesto que nada hab¨ªa de sucederles con la entrada de los alemanes".
Versi¨®n de Losantos, La ¨²ltima despedida, p¨¢gina 189: Impresionarme la visita de Negr¨ªn? ?Estoy acostumbrado!... Negr¨ªn le hab¨ªa comunicado a G¨®mez Pallete que el prop¨®sito de su visita no era otro que su evacuaci¨®n de Francia... Ya ha hecho usted con venir, m¨¢s que muchos amigos... (Negr¨ªn) ofrec¨ªa dos plazas en un barquito que ten¨ªa preparado en el puerto de Burdeos y en el que tambi¨¦n ir¨ªan el diputado Lamoneda y Casares. No hab¨ªa m¨¢s que esos dos sitios ... Sus mujeres ... se quedar¨ªan en Francia, en la confianza de que bajo los alemanes no habr¨ªa de sucederles nada".
3. Detenci¨®n de Rivas, Retrato, p¨¢gina 503: "?Bien saben lo que me han hecho! ?Eso s¨ª que no lo resisto! ( ... ) una preocupaci¨®n por m¨ª que le hac¨ªa sobreponerse a su desgracia con una entereza de ¨¢nimo tremenda. Este esfuerzo fall¨® enseguida... se despert¨® una ma?ana, rozando las palabras al intentar hablar. Lo not¨® con el consiguiente susto. Fui a buscar a Pallete... decidi¨® con Cabello avisar al m¨¦dico... De acuerdo con el diagn¨®stico, el doctor Pouget, por quien el enfermo mostr¨® desde el primer momento gran simpat¨ªa, le someti¨® de nuevo a r¨¦gimen m¨¢s riguroso, y otra vez el reposo y el aislamiento le hicieron volver a mejorar. Lleg¨® a leerles en la casa... p¨¢rrafos de sus escritos".
Losantos copia en La ¨²ltima despedida, p¨¢gina 207: "?Bien saben lo que:me han hecho! ?Eso s¨ª que no lo resisto!... (Azafia) hizo un esfuerzo extraordinario por sobrenoperse. .. Sac¨® toda su entereza... Pero su coraz¨®n no resisti¨® el esfuerzo. Una ma?ana se despert¨® arrastrando las palabras y comprendi¨® lo que le pasaba. AvisaC , los por Lola y Pallete, el doctor Moriod 37 un especialista, el doctor Pouget, con quien Aza?a simpatiz¨® enseguida... Un r¨¦gimen riguroso y un reposo total le Permitieron, sin embarg¨®- rehacerse. Volvi¨® a leer y... dio en recitarles p¨¢rrafos de su propia obra".
4. Carta de Dolores Rivas a Cipriano, Retrato, p¨¢gina 509: "Encontr¨¢ndose (Aza?a) en el cuarto de Saravia leyendo el peri¨®dico, no s¨¦ qu¨¦ amigo lleg¨® espantado al verle con ¨¦l en la mano y se apresur¨® a decir a Saravia la ¨²nica causa que le llevaba al hotel: que el peri¨®dico tra¨ªa la noticia (te tu condena. Arrebat¨¢ndoselo materialmente de las manos... Quer¨ªan evitarle seg¨²n me dijeron la informaci¨®n de la condena de Companys... El peri¨®dico desapareci¨®. Otra noche de terrible angustia crey¨¦ndorrie d¨¦ nuevo enga?ada... me cont¨® al -fin la verdad ( ... ) Muy coniplacido y sonriente, sentado al lado de la chimenea (Azafia) le habl¨® de ti, de los ni?os, de su Juventud en la Universidad de El Escorial... El obispo, viendo sin duda que se cansaba, nos dej¨® enseguida. No le volvimos a ver m¨¢s; segu¨ªa s¨ª inters¨¢ndose- por tu suerte, hasta que enterado (le su extrema. gravedad, volvi¨® (le nuevo a vernos, esta vez acompa?ado por un cura espa?ol... que llevaba la pretensi¨®n de entrar a verle... No acced¨ª a que lo hiciera, y s¨ª al obispo al que tantas veces reclam¨®".
Versi¨®n.de Losantos, La ¨²ltima salida, p¨¢ginas 238 a 239: "Estaba esa ma?ana Aza?a leyendo el peri¨®dico cuando lleg¨® un amigo de Saravia y, al verlo, se espant¨®. Precisamente ven¨ªa para advertir a Saravia de. que en el diario ven¨ªa la condena a muerte de Cipriano. Saravia se lo arrebat¨® de las manos, y tampoco se lo dio a Lola. Luego le dijo a esta que la raz¨®n era la condena a muerte de Companys...
Lola sospech¨® que la enga?aban, pero el peri¨®dico hab¨ªa desaparecido. Tras una noche de angustia, sospechando la verdad, interrog¨® a Saravia por la ma?ana y ¨¦ste confes¨® ( ... ) El ex presidente... le habl¨® junto a la chimenea de Cipriano y sus ni?os y de su juventud en los agustinos de El Escorial. Aunque Aza?a se mostraba contento de su visita, el obispo, comprendiendo la gravedad de su estado, se fue enseguida. Sigui¨® inters¨¢ndose d¨ªa a (l¨ªa por la causa de Cipriano, pero no volvi¨® al hotel hasta seis d¨ªas despu¨¦s, cuando tuvo noticias de su extrema gravedad. Acudi¨® con un sacerdote espa?ol, al que Lola no dej¨® entrar en la habitaci¨®n, aunque s¨ª al obispo, al que Aza?a hab¨ªa estado llamando continuameiite". Ligeras variantes sint¨¢cticas y l¨¦xicas ejecutadas sobre un texto escrito y publicado hace muchos a?os: tal es la t¨¦cnica utilizada por Losantos para narrar todo lo ocurrido a Aza?a desde que sali¨® de Espa?a hasta su muerte, entre otras muchas cosas, adem¨¢s de las transcritas: el saludo de Paul Boncour.y el primer paseo por Par¨ªs (Rivas, 423; Losantos, 51); la audici¨®n de la Pastoral dirigida por Weintgartrier (Rivas, 431; Losantos, 51); la devoluci¨®n del Mercedes y el Hispano-Suiza (Rivas, 451; Losantos, 153); el grito de Carlitos y la visita de Montilla y su nueva esposa, "una belleza a punto del primer albor del oto?o" que Losantos reduce a "una belleza madura" (Rivas, 458 y 461; Losantos, 156 y 159); la visita de Maura (Rivas, 484 y 485; Losantos, 166 y 167) etc¨¦tera. Si a estas p¨¢ginas copiadas sin citar expresamente a. su verdadero autor se a?aden las copiadas con cita al pie o bajo el gen¨¦rico "seg¨²n cuenta Rivas", el lector convendr¨¢ en que, como yo dec¨ªa, este es un libro escrito a la luz y con la cera de la vela que un d¨ªa encendi¨® el cu?ado de Aza?a para dibujar su Retrato de un desconocido. Ese era el contenido de mi cr¨ªtica, y por mucho que Losantos la atribuya a motivos perversos, la verdad es como siempre m¨¢s sencilla: escrib¨ª que Jim¨¦nez Losantos copia con asombrosa liberalidad el libro de Rivas Cherif, a quien en toda justicia deb¨ªa ir, a t¨ªtulo p¨®stumo, el premio Espejo de Espa?a recibido por su sagaz glosador y copista.
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