Vuelve un cl¨¢sico
La cervecer¨ªa Correos abri¨® ayer sus puertas tras cuatro meses de cierre
Es lo mismo, pero no es igual. La m¨ªtica cervecer¨ªa Correos, donde Neruda escrib¨ªa sus poemas, se paseaba Garc¨ªa Lorca, Celaya era un habitual y los futuros falangistas planeaban formar un nuevo partido pol¨ªtico, ha abierto sus puertas de nuevo tras cuatro meses de cierre. Sus incondicionales estaban taciturnos, las gu¨ªas tur¨ªsticas se hab¨ªan quedado desfasadas y nadie se lo pod¨ªa creer. Sin embargo, ayer, a las 7.30 horas, resurgi¨® de sus cenizas uno de los locales m¨¢s incombustibles de Madrid.Los ¨²ltimos estertores del siglo XX han tra¨ªdo aires nuevos hasta para los locales que, como ¨¦ste, es un cl¨¢sico entre los cl¨¢sicos. Sigue siendo una cervecer¨ªa pero el escenario ha cambiado. Lo ¨²nico que queda del Madrid de anta?o en la decoraci¨®n actual son las fotos de la ¨¦poca, entre las que se puede ver una solitaria y desvalida Cibeles en una llanura pr¨¢cticamente desierta.
Tener casi 100 a?os es haber vivido mucho, y la cervecer¨ªa Correos no es una excepci¨®n. Ha pasado por todo tipo de avatares, y Manuel Rodr¨ªguez Acebes, hoy jubilado de 68 a?os, que ha trabajado en Correos durante casi toda su vida, as¨ª lo recuerda. "Poner una cerveza era todo un ritual. Se serv¨ªa en dos tiradas y la crema ten¨ªa que quedar consistente". Porque la espuma ten¨ªa que ser cremosa, muy, muy cremosa, y para ello, los, aspirantes a camareros hab¨ªan de pasar una prueba tan definitiva que decid¨ªa su incorporaci¨®n o no a la plantilla: tras servir una jarra firmaban con un punz¨®n sobre la espuma y la r¨²brica deb¨ªa permanecer intacta hasta que beb¨ªan toda la cerveza.
Toda una proeza olvidada y desaparecida con el tiempo como la de los gruesos fieltros sobre los que se apoyaban la jarras de cerveza y que nunca eran retirados de la mesa hasta que el cliente ped¨ªa la cuenta. Se hac¨ªa entonces recuento de estos peculiares posa vasos y se cobraba.
Fueron muchas las personalidades asiduas a Correos; su privilegiada situaci¨®n, en pleno centro de la ciudad, junto al hecho de que por aquel entonces una cervecer¨ªa seconsideraba el no va m¨¢s de la modernidad, convirtieron este local en centro de reuni¨®n de muchos intelectuales y pol¨ªticos de la ¨¦poca; incluso el pr¨ªncipe don Juan Carlos recalaba all¨ª de vez en cuando. Una de las especialidades de entonces, cangrejos de r¨ªo con salsa picante, parece que le gustaba especialmente al futuro monarca. "Los a?os de apogeo de esta casa", afirma Rodr¨ªguez Acebes,"fueron desde mediados de los cincuenta hasta los setenta. Luego baj¨®, porque todo empez¨® a ser m¨¢s caro y hubo que meter raciones de cocina tambi¨¦n para ir tirando", dice. Entonces eran muy solicitadas nuestras empanadillas de escabeche".
La cervecer¨ªa Correos tampoco se salva de esa especie de regla de tres que funcionaba en aquella ¨¦poca y seg¨²n la cual, en todos los sitios in de la ciudad, hab¨ªa chicas guapas.
Chicas guapas y mariscos .
"Yo aqu¨ª he visto mucho", afirma Manuel, con una sonrisa picarona; "con las chicas guapas, ped¨ªan marisco, y luego, cuando ven¨ªan con sus mujeres, una raci¨®n de patatas fritas. Pero todo se hac¨ªa con mucha categor¨ªa; en los a?os que estuve aqu¨ª no presenci¨¦ ninguna pelea. Era un sitio con solera y se sab¨ªa estar". Su nuevo propietario, Tom¨¢s Ontoria, lo tiene muy claro. "Hernos querido dar al lo cal un ambiente m¨¢s acorde a los gustos actuales. Para ello, lo he mos reformado todo. La barra est¨¢ ahora en el centro del local y el suelo es de adoquines de colores. Pero mantenemos la filosof¨ªa: esto seguir la siendo una cervecer¨ªa especializada en marisco".Restarante cervecer¨ªa Correos. Alcal¨¢, 55. Madrid. Tel¨¦fono 578 21 31.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.