Socialistas y populares afrontan con divisiones internas el debate sobre el modelo auton¨®mico

El modelo de Estado provoca divisiones en los partidos. Si los socialistas no comparten el modelo, los populares, tampoco. Los intereses territoriales predominan sobre los ideol¨®gicos. Los partidos nacionalistas, catalanes y vascos, son los que lo tienen m¨¢s claro. Un debate organizado por la revista socialista Temas para el Debate lo demuestra. El socialista Francisco V¨¢zquez, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias (FEMP), aboga por el cierre del modelo auton¨®mico, en oposici¨®n a la opini¨®n del Gobierno, reiteradamente expresada por Narc¨ªs Serra.

Francisco V¨¢zquez, alcalde de La Coru?a, se alinea con la posici¨®n defendida por Alfonso Guerra, que el 28 de febrero sorprendi¨® al manifestar, en clara divergencia con el vicepresidente Serra, que la "cuesti¨®n auton¨®mica no puede estar abierta indefinidamente". Guerra apuntaba el riesgo para los socialistas de la pol¨ªtica de coalici¨®n con los nacionalistas de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). Guerra defend¨ªa su posici¨®n desde una perspectiva partidista en un momento en el que de esa alianza depende la estabilidad del Gobierno de Gonz¨¢lez.V¨¢zquez argumenta que la presi¨®n competencial de los partidos nacionalistas implica que se est¨¦ "siempre en un proceso abierto cuasi constituyente".

El presidente de Extremadura, el socialista Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, en l¨ªnea con las tesis de V¨¢zquez, critica a los nacionalistas y a los regionalistas, procedentes de la derecha: "Est¨¢n volviendo al discurso patri¨®tico y patriotero , haciendo de Espa?a la raz¨®n de su existencia, a¨²n a riesgo del enfrentamiento entre regiones".

El ministro para las Administraciones P¨²blicas, Jer¨®nimo Saavedra, en contraste con sus compa?eros de partido, es partidario de mantener el proceso abierto, y ha expresado su optimismo al subrayar que el t¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n, referido a las autonom¨ªas, "ha puesto fin a lo que, en t¨¦rminos hist¨®ricos, ven¨ªa denomin¨¢ndose el problema regional espa?ol".

Equilibrio y diferencias

Para Saavedra, el principal problema consiste en "encontrar un equilibrio entre la igualdad de todas las comunidades aut¨®nomas y las consecuencias del reconocimiento constitucional de los hechos diferenciales".El PP tampoco tiene resuelto su modelo auton¨®mico. El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, aunque se?ala que "ahora se trata de llenar de contenido el Estado de las autonom¨ªas cerrando definitivamente el modelo" tambi¨¦n afirma que "Espa?a es un Estado en formaci¨®n continua". Sus tesis, y sobre todo su actitud, son m¨¢s flexibles que las del presidente del PP, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que aboga por un cierre del modelo auton¨®mico a plazo fijo.

Los nacionalistas -I?aki Anasagasti por el PNV y Miquel Roca por CiU- tienen claro que su modelo exige el reconocimiento de los hechos diferenciales catal¨¢n y vasco. Anasagasti afirma que "Catalu?a, Euskadi y Galicia son autonom¨ªas hist¨®ricas con lengua propia y una contrastada voluntad de autogobierno". "Son hechos que no pueden desconocerse ni tratarse con criterio paternalista ni igualitario", dice el portavoz parlamentario del PNV.

Al hilo de las reivindicaciones nacionalistas surge otro debate por cuyo protagonismo pugnan representantes de las autonom¨ªas de v¨ªa lenta, como Juan Jos¨¦ Lucas, de Castilla y Le¨®n, y Rodr¨ªguez Ibarra, de Extremadura. "El problema mayor al que se enfrenta Espa?a es el desiquilibrio territorial". Esta frase del popular Lucas la suscribe tambi¨¦n el socialista Rodr¨ªguez Ibarra. Esto demuestra que el papel desempe?ado predomina sobre la ideolog¨ªa.