El fiscal Ruiz Massieu dimite por las trabas en la investigaci¨®n de la muerte de su hermano

"Los demonios andan sueltos y han triunfado". Con estas palabras de derrota, el subprocurador general de M¨¦xico, Mario Ruiz Massieu, anunci¨® ayer la dimisi¨®n de su cargo, desde el que investigaba el asesinato, el pasado 28 de septiembre, de su hermano Jos¨¦ Francisco, secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Los obst¨¢culos puestos por el partido oficial, algunos de cuyos miembros est¨¢n implicados en el crimen, han llevado a Ruiz Massieu a tirar la toalla y abandonar la militancia en una formaci¨®n que, dijo, "ha logrado doblegar a la verdad y a la justicia".La sede de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica era un hervidero a mediod¨ªa de ayer. La lectura del informe sobre el crimen se hab¨ªa convertido casi en un espect¨¢culo de masas. Diputados, periodistas, funcionarios y p¨²blico se apretujaban en la peque?a sala para escuchar al subprocurador.

Y todos quejaron bien servidos de emociones. Mario Ruiz Massieu, p¨¢lido, muy serio y algo nervioso, reiter¨® que el m¨®vil del crimen fue pol¨ªtico, que hubo un sector de la clase dirigente pri¨ªsta que lo plane¨® y que varios de sus l¨ªderes (fundamentalmente el presidente del partido, Ignacio Pichardo, y la secretaria general, la senadora Mar¨ªa de los ?ngeles Moreno), encubrieron a algunos implicados con la inestimable ayuda del propio procurador de la Rep¨²blica, Humberto Ben¨ªtez Trevi?o.

Gritos de "justicia!" y "?bravo!" interrump¨ªan la lectura de los folios, con los que Ruiz Massieu jugueteaba. En algunos momentos la sala parec¨ªa venirse abajo. Despu¨¦s, anunci¨® su dimisi¨®n: "El pasado 28 de septiembre una bala mat¨® a dos Ruiz Massieu. A uno le quit¨® la vida y a otro le quit¨® la fe y la esperanza de que en un gobierno pri¨ªsta se llegue a la justicia".

El subprocurador ha podido morir moralmente, pero, desde luego, ha muerto disparando: simple y llanamente, ha desencajado las estructuras de un aparato pol¨ªtico intocable desde 1929.

Por lo pronto, Ruiz Massieu ha roto con las reglas no escritas del sistema mexicano: el secretismo y el sometimiento a la disciplina. Con las acusaciones abiertas al partido oficial, que asegura poder probar, Ruiz Massieu ha tocado, en palabras del dirigente conservador Felipe Calder¨®n, la regla de oro del sistema: la impunidad".

Pero si el subprocurador ha actuado de esta forma lo ha hecho siempre con la aquiescencia del propio presidente de la Rep¨²blica, Carlos Salinas de Gortari. Queda ahora por ver qu¨¦ ocurre en la siguiente Administraci¨®n. Ruiz Massieu pidi¨® a Ernesto Zedillo, que asumir¨¢ la presidencia el 1 de diciembre, que "no se deje doblegar" y que llegue "hasta el grupo pol¨ªtico que est¨¢ detr¨¢s del crimen".