El coraz¨®n de Sarajevo
Un tunel que atraviesa el aeropuerto es el ¨²nico resquicio por el que respira la ciudad despu¨¦s de 31 meses de asedio
ENVIADO ESPECIALMide unos 800 metros de largo, uno y medio de alto y algo m¨¢s de un metro de ancho. La ciudad entera depende de ¨¦l, ya que es pr¨¢cticamente la ¨²nica v¨ªa de comunicaci¨®n con el exterior. Es el resquicio por el que respira Sarajevo despu¨¦s de casi tres a?os de asedio medieval. Entr¨® en funcionamiento el mes de mayo de 1993 de manera sigilosa y con fines exclusivamente militares. Hoy todo el mundo habla de ¨¦l, aunque oficialmente no existe, es una fantas¨ªa, un producto de la imaginer¨ªa popular. Los serbios conocen con toda probabilidad su ubicaci¨®n, pero no pueden hacer nada para destruirlo, porque atraviesa la pista del aeropuerto, es decir, territorio de las fuerzas de la ONU. El t¨²nel es, seg¨²n lo define un joven m¨¦dico del hospital Kosevo que lo ha cruzado varias veces, el coraz¨®n de Sarajevo. Si desapareciera de la noche a la ma?ana, la ciudad sufrir¨ªa un colapso.
El t¨²nel ha aliviado considerablemente la vida en Sarajevo. Cuando el verano pasado los serbios levantaron parcialmente el bloqueo terrestre contra la ciudad, numerosos productos, alimentos sobre todo, reaparecieron s¨²bitamente en las tiendas, bares y restaurantes que empezaron a proliferar. Meses despu¨¦s, los sitiadores cerraron de nuevo la puerta, pero los suministros siguen llegando a trav¨¦s del t¨²nel. "Sirve, de entrada, para que podamos comer fruta y otros productos naturales, y no la horrible comida enlatada que nos ha estado llegando como ayuda humanitaria", dice el m¨¦dico. Adem¨¢s, a trav¨¦s de Unprofor nunca entr¨® suficiente comida en la ciudad.
Durante muchos meses, al caer la noche las pistas del aeropuerto de Sarajevo se convirtieron en un macabro pasaje hacia la muerte. Numerosos civiles arriesgaban sus vidas para escapar de la ciudad. Unos pocos, los m¨¢s afortunados, consegu¨ªan su objetivo de llegar al barrio de Butinir desde el de Dobrinja, ambos controlados por el Ej¨¦rcito bosnio. La mayor parte eran interceptados por los soldados de la ONU y devueltos a su punto de origen. Los m¨¢s desgraciados nunca llegaron a cruzar el aeropuerto, porque lo impidieron las balas disparadas por los francotiradores serbios apostados en las proximidades.
El Gobierno bosnio decidi¨® construir un t¨²nel debajo de las pistas del aeropuerto. Varios ingenieros dise?aron el proyecto, que empez¨® en el invierno de 1992. Los trabajos de excavaci¨®n se realizaron manual y simult¨¢neamente desde Butmir y Dobrinja, hasta que en mayo de 1993 se produjo la uni¨®n de los dos corredores debajo de la pista de aterrizaje. Desde entonces, miles de ciudadanos han entrado y salido de Sarajevo como topos.
"Te est¨¢s ahogando"
"?Qu¨¦ se siente al cruzar el t¨²nel? Imag¨ªnate ir medio agachado en plena oscuridad, con 200 o 300 personas detr¨¢s tuyo, y de repente el que va delante se detiene para descansar un poco. Lleva 80 kilos a la espalda. Es algo m¨¢s que claustrofobia lo que sientes. Te est¨¢s ahogando", explica el joven m¨¦dico, que suplica mantener el anonimato porque el mes pr¨®ximo le toca ir al frente en Bosnia central. "Cuando lo cruzas no piensas en el t¨²nel, s¨®lo piensas en lo que hay al final, la luz, el cielo, la vida...".
"Me sent¨ª muy mal, como un animal. Fue muy humillante. No volver¨¦ a salir nunca de Sarajevo por el t¨²nel. S¨®lo lo har¨¦ de una manera normal, en coche o en avi¨®n", asegura Amela, m¨¦dico cirujano que ha cruzado el t¨²nel dos veces cuando fue a una boda de unos amigos en Hrasnica.
"Las condiciones del t¨²nel son p¨¦simas. Huele muy mal. Cuando llueve se convierte en un barrizal. Si tienes claustrofobia no puedes cruzarlo", dice Susana, una croata de 51 a?os que vive en Dobrinja, muy cerca de la boca del t¨²nel.
Cicy, un joven polic¨ªa, repite: "No hay ning¨²n t¨²nel, es pura imaginaci¨®n. ?Qui¨¦n puede creer en un t¨²nel? ?Se imagina usted un t¨²nel como ¨²nica v¨ªa de entrada y salida de su ciudad? Qu¨¦ humillaci¨®n, ?verdad?"
Pero el t¨²nel no es ninguna invenci¨®n. S¨®lo hay que ir a Dobrinja, por ejemplo, para comprobar que existe. Una ma?ana soleada de noviembre, en una peque?a plaza del barrio que mejor simboliza la resistencia de Sarajevo, se concentran numerosos j¨®venes, soldados en su mayor¨ªa. Unos pocos metros m¨¢s all¨¢ de un control policial est¨¢ el acceso del t¨²nel, camuflado como la. entrada del garaje de una casa. Hay que recorrer unos 200 metros al descubierto, corno en una trinchera, antes de introducirse en el corredor subterr¨¢neo, que no supera los 500 metros de longitud. Una tenue luz rompe la oscuridad en algunos tramos del corredor. Un hombre de unos cincuenta a?os sale del garaje. Apenas puede avanzar por la calle. Un enorme bulto cargado a la espalda, otro en el cuello y dos m¨¢s en cada mano. El rostro congestionado. Tiene que detenerse constantemente para secarse el sudor. As¨ª es como cruzan el t¨²nel la mayor¨ªa.
Porteadores en marcos
Los hay que cobran por ello. Son los porteadores, como los que esperan en la plaza de Dobrinja o al otro lado del t¨²nel, en Butmir o Hrasnica. Cincuenta marcos por paquete. Los que son soldados lo hacen por orden superior y se les paga con un uniforme y botas nuevas. El Ej¨¦rcito tiene el control del t¨²nel y la prioridad a la hora de cruzar para suministros, armas, munici¨®n o para el traslado de tropas de Sarajevo a otros frentes. Unas 10 horas al d¨ªa se usa para introducir comida. Polic¨ªas militares controlan el paso y el contenido de los paquetes. Est¨¢ prohibido introducir alcohol por el t¨²nel desde que el imam hizo un alegato contra la bebida, aunque en algunos bares es posible tomar alguna copa.
Unas mil personas lo cruzan cada d¨ªa, aunque no se dan m¨¢s de un centenar de permisos diarios. Los croatas y los serbios tienen m¨¢s dificultades para conseguir la autorizaci¨®n militar, sobre todo los ¨²ltimos.
El t¨²nel entr¨® en funcionamiento en plena guerra entre croatas y musulmanes, lo que imped¨ªa la llegada de suministros desde o a trav¨¦s de Croacia. Era cuando una cajetilla de Marlboro costaba en Sarajevo 10 marcos. La tregua entre aquellos beligerantes ha permitido una reducci¨®n de los precios, aunque el mercado negro funciona a mayor o menor escala en estrecha relaci¨®n con el uso del t¨²nel. Cualquier producto es tres veces m¨¢s caro en Sarajevo, despu¨¦s de haber pasado por el t¨²nel, que en Hrasnica, pero hay que tener en cuenta que el uso del paso subterr¨¢neo durante una hora, para introducir en la ciudad la carga de un cami¨®n, por ejemplo, cuesta 15.000 marcos. Para las arcas de la Armija.
Tiroteos frecuentes
Los civiles pueden cruzar el t¨²nel entre las cuatro y las cinco de la madrugada y cuando . oscurece. Los tiroteos entre Hrasnica y Lukavica (feudo serbio) son muy frecuentes. "Aunque tengas todos los permisos, nunca sabes si podr¨¢s cruzarlo. Siempre depende de la situaci¨®n en el frente y de las necesidades militares de cada d¨ªa", dice Susana. Dos veces a la semana hay grupos organizados de civiles, que son trasladados en autob¨²s desde el centro de Sarajevo a Dobrinja. De Butimir-Hrasnica suben caminando hasta el monte de Igman, donde les espera otro autob¨²s para trasladarles a Pazaric, Tarcin, Split o a Zagreb. Cada uno ha pagado 150 marcos para cualquiera de estos destinos, m¨¢s otros 40 s¨ª se ha utilizado un porteador.
De Sarajevo a Butmir-Hrasnica cruzan el t¨²nel cuatro categor¨ªas de personas: los que van a comprar comida m¨¢s barata que en la ciudad; los que se marchan al extranjero; los soldados que van al frente, y los que van a recoger paquetes enviados desde fuera. En sentido contrario, entran en Sarajevo a trav¨¦s del t¨²nel los que regresan a la ciudad. Muchos se fueron cuando vieron c¨®mo empeoraba la situaci¨®n, y vivieron poco la guerra. Los que hacen negocios; los soldados que vuelven del frente, y los que hacen negocios para el Gobierno.
Los serbios acusan al Gobierno bosnio de utilizar el t¨²nel para mover a sus tropas. Radovan Karadzic pidi¨® hace un mes el cierre del corredor. Sus tropas bombardean frecuentemente los accesos del corredor, especialmente el de- Butmir-Hrasnica, que est¨¢ m¨¢s expuesto a la artiller¨ªa desplegada en la colina de Gabrica Brdo. Varios civiles han pagado con su vida mientras esperaban cruzar el t¨²nel.
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