"Madrid prefiere los conductores a los minusv¨¢lidos"
Antonio Rodr¨ªguez, madrile?o de 31 a?os, minusv¨¢lido y campe¨®n de Espa?a de motos acu¨¢ticas en 1993, no conoce la derrota moral. Este deportista re cibir¨¢ hoy el Premio Siete Estrellas de la Comunidad de Madrid por suvalor y su lucha ante la adversidad. Antonio Rodr¨ªguez, To?ejo, ocupa desde hace cuatro a?os una silla de ruedas a causa del accidente de moto que tuvo cuando participaba en el Raid Quinto Centenario. Tras el accidente, en el que se fractur¨® la columna vertebral por tres sitios y se rompi¨® 16 costillas To?ejo decidi¨® volver al deporte a trav¨¦s de la moton¨¢utica. Ahora conduce una moto acu¨¢tica de 785 cent¨ªmetros c¨²bicos que s¨®lo se diferencia de la de sus competidores en que lleva una montura adaptada a su discapacidad.Pregunta. ?Se merece el premio de la Comunidad?
Respuesta. No s¨¦, nunca entender¨¦ estas cosas. El a?o pasado fui campe¨®n de Espa?a y no recib¨ª ninguna menci¨®n. A lo mejor me lo han concedido porque aparezco ahora mucho en los medios de comunicaci¨®n [ve¨¢se EL PA?S del 26 de septiembre]. Lo l¨®gico hubiera sido animarme un poco m¨¢s la anterior temporada. En Espa?a somos diferentes. De todas formas, me hace ilusi¨®n. ?Por qu¨¦ no?
P. ?Cu¨¢ntos trofeos deportivos ha recibido?
R. Unos 240. De ellos, 40 los he ganado con motos acu¨¢ticas.
P. ?De cu¨¢l est¨¢ m¨¢s orgulloso?
R. Pues de uno que no fue exactamente un trofeo. Hace un par de meses corr¨ª el campeonato mundial de motos na¨²ticas en Estados Unidos. Particip¨¢bamos casi mil pilotos. La organizaci¨®n me dio el dorsal n¨²mero uno. Fue emocionante.
P. ?Recibe ayudas de las instituciones p¨²blicas?
R. No. La casa que me patrocina [Winston] corre con mis gastos. Los deportistas, aunque seamos minusv¨¢lidos, carecemos de cualquier tipo de subvenci¨®n. Y eso que una silla de ruedas que no pese demasiado cuesta unas 250.000 pesetas. El coj¨ªn de aire sobre el que me siento cuesta 100.000 pesetas [Rodr¨ªguez usa un coj¨ªn para que no se le produzcan llagas en las piernas]. Un minusv¨¢lido joven y din¨¢mico, en poco m¨¢s de a?o y medio, tiene que cambiar de silla a causa del desgaste. Poca gente puede costear estos gastos.
P. ?C¨®mo ve un minusv¨¢lido Madrid?
R. Me gusta mi ciudad, pero no est¨¢ hecha para las personas que nos manejamos en sillas de ruedas. Los coches tienen sitio, los minusv¨¢lidos no. Los edificios no est¨¢n adaptados a nuestra incapacidad. Cruzar una calle, entrar en un restaurante o acceder a un ministerio es un aut¨¦ntico suplicio. Creo que en Madrid hay alg¨²n edificio adaptado para nosotros, pero ahora mismo no me acuerdo d¨®nde est¨¢ [se r¨ªe].
P. ?Su actitud sirve como ejemplo a otros minusv¨¢lidos?
R. No lo s¨¦, aunque gente con un problema parecido al m¨ªo me ha llamado para pedirme consejo. He recibido muchas llamadas de j¨®venes minusv¨¢lidos interesados en practicar tambi¨¦n este deporte.
P. Por cierto, ?d¨®nde se entrena?
R. En una charca de Arganda del Rey. En ning¨²n pantano nos dejan entrenar. Es curioso que en el embalse de San Juan puedan circular barcas de motor y, sin embargo, est¨¦ prohibida la navegaci¨®n de las motos de agua.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.