Huelga salvaje
ESPA?A QUED? ayer aislada del mundo por aire, la principal conexi¨®n internacional de los tiempos modernos. Y lo hizo por la decisi¨®n de los sindicatos de responder con una huelga salvaje a los planes de reestructuraci¨®n que ha presentado la compa?¨ªa Iberia para poder sobrevivir en un contexto de liberalizaci¨®n del transporte a¨¦reo. La suspensi¨®n de unos 1.000 vuelos de entrada y salida de territorio espa?ol dej¨® en tierra a cerca de 100.000 pasajeros. Para los pasajeros abandonados a su suerte no hubo otra explicaci¨®n que la de que los trabajadores hab¨ªan iniciado una huelga contra los planes de recortar la plantilla. Es comprensible la inquietud y la protesta de los trabajadores por planes que les afectan en algo tan sustancial como el empleo. Es del todo intolerable la forma elegida para enfrentarse a los mismos. El ministro de Trabajo y el de Transportes recordaron el car¨¢cter ilegal de la huelga y la obligaci¨®n de la empresa de oponerse a ella mediante medidas disciplinarias. Iberia intent¨®, pese a todo, acercar posiciones con los sindicatos. La compa?¨ªa trataba, cuando menos, de retrasar 24 horas el inicio de la huelga para no hacerla coincidir con un lunes, d¨ªa en que aumenta el n¨²mero de viajeros tras el par¨¦ntesis del fin de semana y de evitar su prolongaci¨®n. Esto ¨²ltimo crear¨ªa una seria desconfianza entre los usuarios de cara al largo puente de la pr¨®xima semana.La huelga ha contado con el respaldo de los m¨¢ximos responsables de los sindicatos. En este caso, el t¨¦rmino responsables es s¨®lo un decir. Antonio Guti¨¦rrez, de CC OO, que durante a?os ha intentado dar una imagen moderada a esas siglas, parece volver a sus antiguos fueros. Aval¨® el recurso a la huelga ilegal calific¨¢ndola de "inevitable y necesaria". Vuelve a plantear con crudeza la estrecha frontera existente entre los usos y los abusos sindicales.
Con todo, es cierto que, de los cuatro colectivos que tiene Iberia (pilotos, tripulantes, t¨¦cnicos de vuelo y personal de tierra), han sido estos ¨²ltimos quienes m¨¢s moderados se han mostrado en la mesa de negociaci¨®n. El principio de acuerdo alcanzado esta madrugada, que recoge recortes salariales en torno a un 8%, aumentos en la productividad de un 15% y una reducci¨®n de 3.500 empleos a trav¨¦s de bajas incentivadas y prejubilaciones, es un rasgo de sensatez que permite desbloquear una situaci¨®n sin salida y se acerca a la posici¨®n mantenida por ese colectivo: rebaja del salario en torno al 8%, la mitad de lo que propon¨ªa inicialmente la empresa. Los pilotos, por su parte, uno de los colectivos privilegiados de este pa¨ªs -con sueldos/hora superiores a sus colegas de muchas otras compa?¨ªas, seg¨²n Iberia-, piden atrasos y actualizaci¨®n de tablas, incrementos de productividad, etc¨¦tera, para plantearse s¨®lo despu¨¦s lana rebaja salarial del 8%. La empresa argumenta que todo ello supondr¨ªa aumentos equivalentes al 9% sobre los salarios actuales. Habr¨¢ que confiar que su ausencia en el tramo final de la reuni¨®n negociadora y en el preacuerdo alcanzado de madrugada no suponga un obst¨¢culo para una soluci¨®n necesaria y urgente.
A Iberia no le queda m¨¢s remedio que tomar medidas dr¨¢sticas para evitar la quiebra. Es probable que hubieran tenido que ser menos dr¨¢sticas si se hubiesen abordado en su momento, a comienzos de los noventa, cuando comenzaron a manifestarse los efectos de la crisis y la agudizaci¨®n de la competencia. En lugar de eso se opt¨® por la expansi¨®n en Latinoam¨¦rica. La direcci¨®n debe rendir cuentas por sus propias irresponsabilidades en la gesti¨®n.
Pero nada de esto exime a los sindicatos de sus propias responsabilidades en una circunstancia en la que est¨¢ en juego la supervivencia de la propia compa?¨ªa. La huelga de ayer constituye una agresi¨®n a todos los usuarios. Las leyes vigentes amparan el derecho de huelga y los sindicatos tienen todo el derecho de acogerse a ella. Pero la ley determina plazos, modalidades, servicios m¨ªnimos. Si los sindicatos deben tener un papel en esta sociedad, lo m¨ªnimo que cabe exigirles es el cumplimiento de la ley.
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