500.000 indios esperan a¨²n indemnizaci¨®n a los 10 a?os de la fuga de gas de Union Carbide

Hace justamente 10 a?os, Bhopal, la capital de Madhya Pradesh, uno de los Estados m¨¢s pobres y superpoblados de la India, fue arrasada a medianoche por la brutal fuga de 40 toneladas de un pesticida peligros¨ªsimo, metiloisocianato, registrada en la planta de la compa?¨ªa estadounidense Union. Carbide Colporation (UCC). Fue la peor cat¨¢strofe industrial en el mundo. Hubo 6.903 muertes confirmadas, 20.000 heridos, 850.000 afectados. Las consecuencias sanitarias y econ¨®micas a¨²n no se han apagado: medio millon de v¨ªctimas siguen sin recibir la indemnizaci¨®n reclamada.

"El aniversario ser¨¢ un d¨ªa de verg¨¹enza nacional", ha prometido un grupo de 17.000 mujeres que pide la resoluci¨®n de las reparaciones pendientes, y que amenaza con asaltar las viejas instalaciones de UCC, hoy propiedad de la empresa, local McLeod -a la que UCC vendi¨® su filial en la India al irse del pa¨ªs el pasado septiembre- y llenarlas de placas con nombres de v¨ªctimas. Los organizadores de la protesta esperan 50.000 manifestantes, que boicotear¨¢n las ceremonias oficiales de este fin de semana. En los dos d¨ªas previos ya ha habido miles de detenciones en Madhya Pradesh, informa . El responsable estatal de Interior dijo ayer a Los ?ngeles Times que los detenidos viajaban en tren "sin billete".En 1989 UCC acat¨® una sentencia del Tribunal Supremo de la India, despu¨¦s de inn¨²meras maniobras legales retardatarias, y se comprometi¨® a pagar 470 millones de d¨®lares (unos 55.000 millones de pesetas por aquel entonces) como indemnizaci¨®n. El Gobierno indio acept¨® la propuesta, pese a que en un principio hab¨ªa reclamado a la multinacional 3.300 millones de d¨®lares; Delhi decidi¨® poner 45 millones de d¨®lares propios para indemnizaciones.

La sospecha de corrupci¨®n y tejemanejes pende sobre la ya de por s¨ª lenta burocracia india. 'Hay corrupci¨®n en la Justicia", dice Alim Siddiqui, abogado. "Quienes quieren dinero tienen que pagar sobornos". 50 casos se han investigado; una docena de jueces de distrito en" cargados de los casos han sido trasladados y hubo un cese.

"Todo el mundo nos ha enga?ado", declaraba esta semana un hombre de 72, pr¨¢cticamente ciego, con tos cr¨®nica y v¨¦rtigos: Wahid Jan, con siete hijos, s¨®lo ha recibido 200 rupias al mes (menos de 1.000 pesetas) del Gobierno. hasta este verano.

Hoy en d¨ªa, aunque en 1992 se barajaba la cifra, de unas 100.000 indemnizaciones resueltas, hay medio mill¨®n a la espera. El jefe del programa de indemnizaciones, A. G. Kureshi, es sin embargo optimista: "En tres a?os pueden haberse tramitado los casos pendientes".

"En 10 a?os, todo ha empeorado para miles de personas", acusa Abdul Yabbar Jan, un ingeniero que hace ocho a?os seconsagr¨® a las reivindicaciones de las v¨ªctimas y que hoy inspira, entre otros, el grupo de mujeres que amenazan la sede de McLeod en Bliopal, empresa que trat¨® de compensar su compra a UCC construyendo un hospital. "La corrupci¨®n est¨¢ en todos los frentes".

Hoy la antigua f¨¢brica -siete hect¨¢reas- est¨¢ abandonada costrosas sus dependencias , y sus muros decorados con acusaciones: Union Carbide mata. Ante la entrada principal, la estatua de una mujer angustiada que abraza a su ni?o. En los d¨ªas posteriores a la cat¨¢strofe, entre 12.000 y 15.000 personas sufrieron enfermedades oculares o pulmonares. El gas puede matar las c¨¦lulas de la c¨®rnea y provocar ceguera permanente. Indira Iyenger, religiosa de la comuni-dad de la Madre Teresa, describi¨® aquel Bliopal como "una inmensa c¨¢mara de gas".

Cientos de personas siguen yendo hoy a recibir atenci¨®n m¨¦dica, en especial los pacientes de pulm¨®n, y muchos tendr¨¢n que recibir atenci¨®n de por vida. "En Hiroshima", dice Narendrasingh Bliandari, de un equipo especial enviado a Bliopal por el Consejo Indio de Investigaci¨®n M¨¦dica a los pocos, d¨ªas del desastre, la leucem¨ªa y el c¨¢ncer aparecieron s¨®lo tras 15 ¨® 20 a?os. Aqu¨ª a¨²n nos faltar¨ªa tiempo para empezar a evaluar esos efectos". No hay constancia de malformaciones en ni?os nacidos de madres que hubiesen inhalado el gas. Pero entre 300 y 400 beb¨¦s murieron en la primera semana en el principal hospital. Un 25% de los embarazos acab¨® en aborto.

"Muchas cosas podr¨ªan haberse hecho mejor", reconoce el primer ministro de Madhya Pradesh, Digviday Singh, que anuncia el proyecto de un hospital oncol¨®gico con secci¨®n para los gaseados.