La 2 estrena hoy los dibujos pol¨ªticos que satirizan la Casa Blanca

Cu¨¢ndo el rat¨®n Max descubre a un congresista, aceptando un soborno, su mundo se viene abajo. "Siempre queda Lincoln", se consuela. Antes habremos visto al gu¨ªa tur¨ªstico de la Casa Blanca comentando: "Vivimos la peor invasi¨®n de ratas desde la Administraci¨®n de Nixon". Y es de eso precisamente de lo que trata la nueva serie de dibujos animados que comienza a emitir La 2, Capital critters (16.30), de ratones y de hombres pol¨ªticos que no dejan nada por roer.

La cosa empieza como reportaje b¨¦lico: la encantadora familia de Max vive en una granja de Nebraska hasta que llega una patrulla de exterminadores que los gasea sin compasi¨®n. Max sobrevive y se re¨²ne con su primo y otros ratones, ratas y cucarachas en los s¨®tanos de la Casa Blanca. A partir de ah¨ª, Max, una especie de Mr. Smith goes to Washington (Caballero sin espada, la pel¨ªcula de Frank Capra), descubrir¨¢ que los verdaderos bichos viven arriba, en la planta noble del edificio.

Gatos republicanos

El resto ser¨¢n los esfuerzos par a encontrar comida, en medio de, cacer¨ªas a lo Tom y Jerry protagonizadas por los gatos republicanos sobre alimentados. Los acentos y jergas verbales de los personajes tienen su papel. En la versi¨®n original, la voz de Max es la del protagonista de Neil Patrick Harris, de M¨¦dico precoz; su contrapunto, una rata callejera de nombre Jammet, es un perfecto eje ejemplar del habla de Brooklyn y entre las cucarachas hay una buena representaci¨®n de la jerga afroamericana.La serie ha sido creada -con Nat Mauldin y Michael Wagner- por Steven Bochco, con un tipo de animaci¨®n -es una coproducci¨®n con Hanna y Barbera-de unos cuantos pixels m¨¢s de lo habitual en estos casos. El problema de Capitol critters es que el creador de Canci¨®n triste de Hill Street quiere llegar a todos, ni?os y adultos, y lo que resulta es una s¨¢tira pol¨ªtica que no reh¨²ye temas como la violencia racial, la corrupci¨®n o el control de armas, peto que al final se queda un poco en el terreno de nadie, t¨ªnmida para los mayores y con demasiada alegor¨ªa pol¨ªtica para los peque?os.