El regreso

Cuando en tiempos de Franco uno regresaba a Espa?a despu¨¦s de un largo viaje por Europa, el perfil s¨®rdido se impon¨ªa enseguida: en la aduana, un guardia civil con tricornio, barba de dos d¨ªas y colilla humeante en un lado de la boca palpaba con la mano sucia la ropa de la maleta. El aeropuerto estaba destartalado. En un taxi cochambroso uno se met¨ªa en la ciudad y por la ventanilla volv¨ªa a ver las im¨¢genes de siempre: curas con sotana, militares de uniforme, ciegos polvorientos vendiendo cupones en las esquinas. Las voces familiares de la radio repet¨ªan las mismas consignas, las mismas canciones. Tal vez la historia no es m¨¢s que una serie de latiguillos. Uno sab¨ªa que hab¨ªa llegado a un pa¨ªs terrible cuando o¨ªa des pu¨¦s de las noticias el toque de retreta de un comet¨ªn seguido de los gritos rituales: ca¨ªdos por Dios y por Espa?a, presentes, viva Franco, arriba Espa?a. Sin duda, el viajero que era un pro gresista de la ¨¦poca se hab¨ªa paseado por el Barrio Latino de Par¨ªs lleno de librer¨ªas y besos de amantes en las aceras; hab¨ªa ex perimentado la libertad y la di cha de vivir en medio de una cultura que florec¨ªa de forma natural sin odios ni restos de ceniza. Han pasado muchos a?os y ahora. Espa?a se ha lavado la cara; los aeropuertos est¨¢n relucientes; en la aduana, la Guardia Civil presenta un talante moderno; apenas hay colillas en el suelo; los anuncios son est¨¦ticos- desde el taxi se ven ciudadanos muy actuales. Pero s¨®lo ha cambiado la superficie. Tal vez el viajero viene de un pa¨ªs donde se ha entre vistado con empresarios muy se rios que tratan de salir de la crisis o ha firmado un acuerdo de cooperacion para algo noble o positivo. Vuelve a Espa?a y, como en los tiempos de Franco, el viajero se encuentra en gran parte de la prensa y de la radio un clima negativo, agresivo, lleno de insultos, con las mismas voces hist¨¦ricas, con los mismo latiguillos del d¨ªa en que se fue. Esas voces forman un paisaje de fondo en el cual ¨¦l viajero se reconoce como un miserable que regresa al pa¨ªs miserable de siempre.