Azofra 'versus' M. A. Martin
El deporte tiene a veces estas coincidencias. Porque no deja de ser curioso que el ¨²ltimo encuentro dirigido por Miguel Angel Mart¨ªn, ya ex-entrenador del Estudiantes, fuese frente al Caja San Fernando de su ex-disc¨ªpulo Azofra, y que fuese precisamente ¨¦ste el causante.directo de la derrota. que colm¨® el vaso y desencaden¨® los acontecimientos. Fue el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una apasionada relaci¨®n amor-odio entre ambos.Las relaciones entre base y entrenador de un equipo de baloncesto suelen ser muy especiales, debido a que el jugaDor, cuando el bal¨®n est¨¢ en juego, pasa a convertirse en el entrenador en cancha. Mart¨ªn conoc¨ªa a Azofra como la palma de la mano, y ¨¦ste le transportaba a la cuarta dimensi¨®n con SIL imaginaci¨®n baloncest¨ªstica, su habilidad con el bal¨®n y el descaro con el que se mov¨ªa en un campo de baloncesto.
No debe extra?ar que la marcha de Ant¨²nez al Madrid fuese considerada por los estudiantiles como una de sus, mejores jugadas. Azofra era el m¨¢s genuino estudiante de todos los componentes de aquel extraordinario equipo que toc¨® el cielo en la Final Four de Estambul.
Pero lo mismo que a Mart¨ªn se le ca¨ªa la baba con su Nachete, en cuesti¨®n de segundos, Azofra era capaz de sacarle de sus casillas con algunas de las acciones suicidas que gustaba protagonizar de ciento en viento. Una de las m¨¢s sabrosas tuvo lugar en Tel-Aviv, donde se enzarzaron a grito pelado mientras el juego continuaba.
Ambos se equivocaron al no conseguir llegar a un acuerdo para su continuidad en el equipo. Azofra se fue a Sevilla, y de alguna forma ha perdido su silla en el baloncesto espa?ol, con todos los respetos para un equipo sevillano que lucha por enraizar un deporte en una ciudad poco interesada en algo m¨¢s que la rivalidad Betis-Sevilla. Mart¨ªn pens¨® que podr¨ªa. sobrevivir con los hermanos Mart¨ªnez Arroyo, y tampoco acert¨®. Con Azofra se march¨® gran parte de la magia, la chispa que hab¨ªa convertido al Estudiantes en el equipo de moda del baloncesto espa?ol. Sin ¨¦l, poco a poco los colegiales se han convertido en un equipo vulgar, lo peor que le pod¨ªa pasar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
