El centro-izquierda derrota al bloque pol¨ªtico de Berlusconi en las municipales

"Si este Gobierno hace como que no entiende y no respeta los pactos ser¨¢ sustituido por otro Gobierno parlamentario de base federalista y apoyado por las fuerzas liberal-democr¨¢ticas" afirm¨® ayer el l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, reiterando la amenaza de que la mayor¨ªaactual en Italia deber¨¢ ser puesta a prueba el pr¨®ximo mes de enero. Las palabras del l¨ªder contienen pocas novedades y no plantean una alternativa concreta a la actual mayor¨ªa, presidida por Silvio Berlusconi, que acaba de ser derrotada por el centro-izquierda en las elecciones municipales.

El primer ministro replica que el ¨²nico peligro para el actual Gobierno es la Liga, pero a?ade, por primera vez, que si la dificultad fuera ¨¦l, podr¨ªa dejar la direcci¨®n del Gabinete aunque estime que "esta hip¨®tesis es muy improbable".La pol¨ªtica italiana se vuelve repetitiva, porque la agitaci¨®n superficial refleja una situaci¨®n de base que parece bloqueada y en la que no resulta f¨¢cil encontrar una salida ni al Gobierno actual ni a su crisis permanente. As¨ª lo demuestran los resultados de estos ¨²ltimos comicios.

El pacto entre el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) y el Partido Popular Italiano (PPI) ha funcionado, poniendo en manos del centro-izquierda cuatro de las seis alcald¨ªas importantes que estaban en juego en estas elecciones. Pero el pacto tiene sus l¨ªmites, porque las huestes de los populares han deso¨ªdo la consigna de su partido y han preferido al candidato de la derecha en ciudades como Pescara, donde la izquierda present¨® su propia candidatura en primera vuelta.

De ah¨ª que sea dif¨ªcil proyectar la victoria del centro-izquierda a nivel nacional. Lo reconoce el ex democristiano Mino Martinazzoli, quien, con el apoyo del PDS, ha arrebatado la alcald¨ªa de Brescia al candidato de la Liga Norte, el ministro de Industria, Vito Gnutti.

La Liga Norte, por su parte, vence s¨®lo en una localidad importante, Treviso, donde se presentaba sola, sin Forza Italia (F1) y Alianza Nacional (AN). El pacto entre ¨¦stas dos fuerzas tambi¨¦n sufre limitaciones. Los electores de FI no siguieron la consigna de votar por el candidato de AN en Br¨ªndisi, facilitando el triunfo del candidato de centro-izquierda. El secretario del PDS, Massimo D'Alema, constata que el resultado m¨¢s claro de estos comicios es la derrota de FI y AN, como eje del Gobierno.

Bossi, sin embargo, descarta una posible alianza con el" fuerza a la que califica de "laborista" e incompatible con el polo "liberal" que el l¨ªder de la Liga querr¨ªa formar con el ala centrist¨¢ de FI y con los populares.Reforma electoral

Pero sin los votos del PDS no habr¨¢ una fuerza parlamentaria capaz de arrebatar el Gobierno a Berlusconi. Bossi sugiere que podr¨ªa llegar con el PDS a un acuerdo para un Gobierno puente que garantizara las reformas indispensables para celebrar nuevas elecciones. Pero sabe que dicho acuerdo s¨®lo se justificar¨ªa en circunstancias excepcionales. Entre los votantes 'de la Liga abundan los anticomunistas ac¨¦rrimos que no tolerar¨ªan ese tipo de coqueteos.

Las relaciones entre la Liga y AN son evidentemente m¨¢s dif¨ªciles tras la experiencia de estas elecciones. Para complicar m¨¢s las cosas, anoche cobraba cuerpo el rumor de que el fiscal Antoni Di Pietro, el m¨¢s destacado en las investigaciones contra la corrupci¨®n, hab¨ªa dimitido cansado de soportar las presiones del Gobierno. En los pr¨®ximos d¨ªas Di Pietro tendr¨ªa que tomar declaraci¨®n a, Berlusconi, imputado por un presunto, delito de corrupci¨®n de funcionario p¨²blico.