Las diferencias de Rusia y Occidente sobre Bosnia y la OTAN ti?en de fracaso la cumbre de la CSCE
IGNACIO CEMBREROENVIADO ESPECIAL Despu¨¦s de un primer enfrentamiento, el lunes, entre los occidentales y Rusia sobre la ampliaci¨®n de la OTAN, ayer se produjo un segundo choque, esta vez sobre Bosnia, conlo que la impresi¨®n generalizada ayer en Budapest era que la IX cumbre de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE) hab¨ªa sido un completo fracaso. La reuni¨®n concluy¨® con la adopci¨®n de un voluminoso documento de 46 p¨¢ginas en elque no se incluye ninguna declaraci¨®n sobre una guerra que se desarrolla a tan s¨®lo 300 kil¨®metros de la capital h¨²ngara, a causa de la negativa de Mosc¨² a condenar a los atacantes serbios de la zona de Bihac, te¨®ricamente protegida por la ONU.
Estaba apesadumbrado el presidente h¨²ngaro, Arpad Goncz, cuando al t¨¦rmino de la reuni¨®n anunci¨®: "A pesar de las intensas consultas, ning¨²n consenso ha podido ser alcanzado". Pone de relieve "un fracaso y una incapacidad". El anfitri¨®n de la cumbre evit¨® acusar a nadie pero, en los pasillos, el embajador de Bosnia, Mamir Hajiametvoc, denunciaba la "capitulaci¨®n" de la comunidad internacional ante los serbios y su protector, Rusia.Mosc¨² manifest¨® su desacuerdo con dos declaraciones, sobre Bosnia y sobre el enclave de Bihac, en las que se tachaba a los serbobosnios de "agresores". Impidi¨® as¨ª de hecho el consenso necesario en la CSCE para que se aprobasen ambos textos. Fue despu¨¦s el Gobierno de Sarajevo el que se opuso a adoptar una versi¨®n suavizada en la que los "agresores" se hab¨ªan convertido en meros "beligerantes".
Cuando la cumbre estaba a punto de concluir, el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, pareci¨® avergonzarse de lo que estaba sucediendo. "No quiero volver a casa", dijo, "y o¨ªr a los j¨®venes alemanes reprocharme que lo ¨²nico que hemos hecho ha sido hablar". Propuso a continuaci¨®n que, al margen de la conferencia, los l¨ªderes asistentes hiciesen un llamamiento a favor de un alto el fuego y de la reanudaci¨®n de los convoyes humanitarios.
Prolongaci¨®n de la guerra
La delegaci¨®n bosnia volvi¨® decir que no, que no se pod¨ªa poner en pie de igualdad a todas las partes implicadas en el conflicto, que hab¨ªa que condenar al agresor de Bihac. Gyula Horn, primer ministro h¨²ngaro, y el embajador de EE UU intervinieron entonces en apoyo a Kohl. Nadie levant¨® la voz en contra.
Ante la prolongaci¨®n de la guerra en Bosnia, de nuevo plane¨® la amenaza de retirada de los cascos azules. John Major, el primer ministro brit¨¢nico, la dej¨® caer el lunes y ayer la retom¨®Alain Jupp¨¦, ministro de Exteriores de Francia, el pa¨ªs que m¨¢s soldados ha enviado a la zona. "El momento en que los jefes de las fuerzas de la ONU soliciten su salida puede no estar muy lejos", advirti¨®. "Haremos una reflexi¨®n con los dem¨¢s pa¨ªses antes de que pase el invierno", coment¨® el presidente espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez.
De este nuevo duelo entre Occidente y Rusia varios oradores sacaron tambi¨¦n inmediatamente conclusiones pesimistas que trascienden el escenario yugoslavo. "El nacimiento de un nuevo y genuino orden estable en Europa est¨¢ asent¨¢ndose m¨¢s lentamente y con mayores dificultades de lo que la mayor¨ªa de nosotros hubi¨¦semos esperado hace cinco a?os", declar¨® el presidente checo, Vaclav Havel.
"Vivimos", a?adi¨® m¨¢s tarde el presidente de Georgia, Edvard Shevardnadze, "una paz tibiaporque todav¨ªa no nos hemos librado de la herencia de la guerra fr¨ªa". Y el que fue durante largos a?os ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, concluy¨®: "La guerra fr¨ªa ha acabado, pero tengamos cuidado con la paz".
Menos catastrofista, Gonz¨¢lez afirm¨® que, "a pesar de las impresiones negativas, no hab¨ªa que exagerar el incremento del riesgo en Europa". Las divergencias sobre Bosnia lament¨®, "han oscurecido" algunos aspectos positivos de la cumbre.
Algunos, como el cambio de nombre de la conferencia que ahora se llamar¨¢ organizaci¨®n, no revisten m¨¢s que una importancia simb¨®lica y el reforzamiento sobre el papel de sus instituciones tampoco tiene mayor alcance. M¨¢s sustancial es, sin duda, el acuerdo de principio alcanzado para enviar, bajo la autoridad de la CSCE, a una fuerza internacional de paz al Alto Karabaj, el enclave que desde hace seis a?os se disputan Armenia y Azerbaiy¨¢n. Hasta ahora, Mosc¨² pretend¨ªa que ese contingente, de unos 2.000 hombres, estuviese casi exclusivamente compuesto por tropas rusas.
Este compromiso, que a¨²n queda por poner en pr¨¢ctica, no significa que los pa¨ªses de la CSCE hayan elaborado un marco general sobre las operaciones de mantenimiento de la paz en las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas, porque los puntos de vista de Mosc¨² y los occidentales est¨¢n muy alejados. Rusia busca el aval de la CSCE para sus fuerzas, pero sin tener que someterse a su autoridad. Otro peque?o logro de la CSCE fue la adopci¨®n de un c¨®digo de conducta sobre los aspectos pol¨ªtico-militares de seguridad que establece los principios b¨¢sicos que deben inspirar a las fuerzas armadas en las sociedades democr¨¢ticas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.