Robert Rubin sustituye Bentsen como secretario del Tesoro de EE UU
La dimisi¨®n, anunciada ayer, del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Lloyd Bentsen, un moderado con estrechos lazos con el Congreso, priva al presidente Bill Clinton de la figura de m¨¢s prestigio de su Gabinete y de un potencial interlocutor con la nueva mayor¨ªa republicana. Robert Rubin, elegido para sustituir a Bentsen, comparte la filosof¨ªa centrista de su antecesor, pero carece de la experiencia y la autoridad que hac¨ªan de Bentsen uno de los personajes m¨¢s influyentes de Washington.
Lloyd Bentsen, de 73 a?os de edad, anunci¨®, en una ceremonia en la Casa Blanca, que su salida del Gobierno se debe exclusivamente a su voluntad de pasar m¨¢s tiempo atendiendo a su familia y sus negocios en Tejas. Pero su dimisi¨®n, despu¨¦s de varias semanas de rumores al respecto, llega precisamente en el momento en el que Clinton trata de evitar el fracaso de una Administraci¨®n muy debilitada por la victoria republicana en las elecciones del pasado 8 de noviembre.Fuentes de la Casa Blanca han reconocido que el presidente Clinton trat¨® de convencer hasta el ¨²ltimo momento a Bentsen para que siguiera en su puesto, pero ¨¦ste insistia en marcharse, pese a que su retirada pueda dejar la impresi¨®n de que abandona un barco que se hunde. Los primeros rumores sobre la dimisi¨®n de Bentsen coincidieron con algunas informaciones sobre un movimiento dentro del Partido Dem¨®crata para buscar un candidato distinto a Clinton para las elecciones presidenciales de 1996.
Reconocido prestigio
El prestigio de Bentsen a trav¨¦s de los a?os permaneci¨® intacto pese a su fracasada candidatura a la vicepresidencia en 1988 junto a Michael Dukakis, y sobrevivi¨® tambi¨¦n a la crisis de Whitewater, que oblig¨® este a?o a presentar la renuncia al n¨²mero dos de su departamento, Roger Altman.
En su despedida, Bill Clinton elogi¨® el trabajo hecho durante estos dos a?os por su secretario del Tesoro, al que atribuy¨® gran parte del m¨¦rito por la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, la extensi¨®n del comercio mundial (con la ratificaci¨®n de la Ronda Uruguay del GATT y el Tratado de Libre Comercio) y la fuerte creaci¨®n de puestos de trabajo del ¨²ltimo periodo.
Robert Rubin, de 56 a?os, garantiza la continuidad de esa pol¨ªtica econ¨®mica. Antiguo ejecutivo de Wall Street, donde hizo fama y dinero, Rubin fue fichado para formar parte de esta Administraci¨®n desde el principio como jefe del Consejo Econ¨®mico Nacional de la Casa Blanca, uno de los principales grupos de asesores econ¨®micos.
Lloyd Bentsen cont¨® ayer qu¨¦ fue el nombre de Rubin el que ¨¦l le proporcion¨® al presidente hace dos a?os cuando ¨¦ste le pregunt¨® sobre qui¨¦n deb¨ªa ser secretario del Tesoro. Rubin tendr¨¢ ahora que afrontar el proceso de confirmaci¨®n en el Senado, pero no se aprecian, por el momento, motivos por los que la ratificaci¨®n no debe ser r¨¢pida y sencilla.
Robert Rubin declar¨® en la ceremonia (le aceptaci¨®n del cargo que, pese a los ¨¦xitos econ¨®micos de los dos ¨²ltimos a?os, todav¨ªa queda trabajo por hacer, "especialmente para los muchos norteamericanos que no sienten el beneficio de la fuerte recuperaci¨®n en marcha". La sustituci¨®nde Bentsen no ha provocado hasta ahora una m¨¢s profunda remodelaci¨®n del Gobierno, aunque es una posibilidad que no se descarta.
Por otra parte, el ex fiscal general adjunto, Webster Hubbel, se declar¨® ayer culpable de fraude y evasi¨®n de impuestos, seg¨²nla cadena de televisi¨®n CNN. Hubbel declar¨® haber facturado de m¨¢s a varios clientes, incluido el Gobierno, estafando as¨ª 394.000 d¨®lares. Hubbel trabaj¨® con Hillary Rodham Clinton en el prestigioso bufete de Little Rock (Arkansas), y las v¨ªctimas son clientes del despacho.
Un dem¨®crata elogiado por los republicanos
Es dif¨ªcil en estos d¨ªas en Estados Unidos escuchar a un republicano haciendo elogios de un dem¨®crata. Sin embargo, Richard Armey, nuevo jefe de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, despidi¨® ayer a Lloyd Bentsen con dulces palabras: "Creo que ha sido un buen miembro del Gabinete del presidente y una persona que tienela confianza de mucha gente en este pa¨ªs. Lo echaremos de menos".S¨®lo Lloyd Bentsen parece capaz de conseguir eso. Con la elegancia propia de un patricio tejano nacido en Mission, Bentsen construy¨® durante sus 30 a?os de actividad pol¨ªtica en Washington una red de contactos bipartidistas que salv¨® al presidente Bill Clinton durante el debate en el Congresodel Tratado de Libre Comercio, del GATT, y que le podr¨ªa haber salvado tambi¨¦n -si se le hubiera escuchado en esa oportunidad- en la negociaci¨®n de la reforma sanitaria. Como dijo ayer su sucesor en la secretar¨ªa del Tesoro, Robert Rubin, "es dif¨ªcil de imaginar Washington sin Lloyd Bentsen".
M¨¢s dif¨ªcil a¨²n va a ser para Clinton encontrar un hombre con sus cualidades para buscar compromisos y votos en el Capitolio.
Bentsen, a quien todav¨ªa se recuerda por su victoria sobre Dan Quayle en un famoso debate televisado en la campa?a electoral de 1988, fue, adem¨¢s, un permanente asesor del presidente en materias diferentes a la de la secretar¨ªa del Tesoro.
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