La renuncia de Delors reabre las divisiones socialistas en Francia

La renuncia de Jacques Delors a ser candidato a la presidencia ha reabierto la divisi¨®n en el seno del Partido Socialista (PS) franc¨¦s. Con la militancia a¨²n conmocionada y con unos cuadros medios mucho m¨¢s preocupados por las elecciones municipales de junio que por las presidenciales de mayo, que dan ya por perdidas, los dirigentes se encuentran de nuevo en la casilla de salida: sin candidato y sin campa?a.El primer secretario del partido, Henri Emmanuelli, quiere "un candidato socialista que hable en socialista". Pierre Mauroy, ex primer secretario y ex primer ministro, prefiere por el contrario "un candidato capaz de recoger votos centristas" en la l¨ªnea de Delors.
La brecha entre izquierdistas y renovadores, encubierta en el congreso del mes pasado para allanarle el camino a Delors, parece ahora m¨¢s profunda que nunca.
Los izquierdistas, amparados por la figura declinante de Fran?ois Mitterrand, disponen de la mayor¨ªa en el partido y propugnan una candidatura testimonial. Claramente molestos por la cr¨ªtica de Delors al mitterrandismo, parecen deseosos de olvidar cuanto antes el testamento del a¨²n presidente de la Comisi¨®n Europea y recuerdan que el propio sabio de Bruselas admiti¨® la imposibilidad de crear una mayor¨ªa electoral de centro-izquierda.
"La pol¨ªtica consiste en combatir desde una situaci¨®n dif¨ªcil", afirm¨® el ex primer secretario y ex primer ministro, Laurent Fabius, uno de los partidarios de hacer campa?a con un lenguaje socialista", quien, sin embargo, se elimin¨® a s¨ª mismo como candidato potencial, alegando sus problemas con la justicia (est¨¢ a la espera de juicio por no impedir en 1985 transfusiones de sangre contaminada con el virus del sida).
Socialdemocracia del 2000
Desde el lado socialdem¨®crata de los renovadores se preconiza una estrategia a largo plazo y completamente distinta. La diputada S¨¦gol¨¦ne Royal, muy pr¨®xima a Jacques Delors, declar¨® que el candidato socialista deb¨ªa ser "capaz de sublimar el Partido Socialista, de aprovechar la campana presidencial para crear un gran movimiento socialdem¨®crata del a?o 2000 que atrajera a todos los partidarios de un cambio profundo".Si existen divergencias sobre la filosof¨ªa de la campana, en el terreno de los candidatos existe una cierta unanimidad: nadie muestra entusiasmo por serlo. Michel Rocard confirm¨® ayer que no disputar¨¢ la carrera electoral, Pierre Mauroy no quiere perder su alcald¨ªa de Lille a cambio de una candidatura est¨¦ril, Jack Lang tiene problemas legales por exceso de gastos en una anterior campa?a, Henri Emmanuelli est¨¢ procesado por financiaci¨®n ilegal del partido y Martine Aubry, la hija de Delors, no quiere saber nada de la elecci¨®n de 1995 y se reserva para el futuro.
La ¨²ltima palabra la tendr¨¢ una convenci¨®n nacional del Partido Socialista, a celebrar en la segunda quincena del mes de febrero, en la que se elegir¨¢ un candidato con una modesta misi¨®n: llegar, al menos, a la segunda vuelta.
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