Una asociaci¨®n empresarial aval¨® la calidad de informes de Ibercoop que eran meras fotocopias
La Consejer¨ªa de Econom¨ªa y la Asociaci¨®n de Empresarios del Comercio y del Metal de Madrid (Aecim) firmaron en 1991 un convenio por el que la consejer¨ªa subvencionaba proyectos de asistencia t¨¦cnica a peque?as y medianas empresas. Aecim encarg¨® luego todos ellos -en principio, 27- a la cooperativa Ibercoop. Econom¨ªa aport¨® 86 millones en una primera fase, que deb¨ªa completarse con otra sufragada en la misma cantidad por Aecim. No ocurri¨® as¨ª, pero Aecim. s¨ª justific¨® la calidad de los informes -meras fotocopias de libros- para que se diera la subvenci¨®n.
El destape del caso Ibercoop -red de empresas presuntamente favorecidas por el director regional de Empleo, que fue fundador de una de ellas- ha servido para poner en evidencia los escasos m¨¦todos de control del mayor programa de subvenciones de la Comunidad de Madrid, pero tambi¨¦n para ilustrar sobre los intereses y relaciones que otros sectores sociales mantienen con el Gobierno regional. La trama de empresas agrupadas en torno a la cooperativa Ibercoop no s¨®lo se benefici¨® de ayudas directas de este departamento; tambi¨¦n de contratos y de convenios como el suscrito con Aecim. Todas estas revelaciones quedaron de manifiesto durante la comparecencia -ya en la madrugada, del martes, en una sesi¨®n que comenz¨® a media tarde del lunes- del presidente de Aecim, Rafael Ortiz Rozas, en la comisi¨®n de la asamblea que investiga este caso. Ortiz neg¨® que Aecim haya podido incurrir en ning¨²n tipo de delito con su comportamiento en este convenio firmado en su d¨ªa con el actual consejero de Econom¨ªa, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Noriega, pero s¨ª admiti¨® una "responsabilidad moral" por no haber alertado a su "amigo" el consejero.
Aecim no s¨®lo no avis¨® de que los trabajos efectuados por Ibercoop -en teor¨ªa para mejorar la gesti¨®n de esas peque?as y medianas empresas- no eran m¨¢s que un fardo de fotocopias de libros, sino que expres¨® por escrito todo lo contrario.
En una carta de Rafael Ortiz remitida al consejero de Econom¨ªa y al director de Empleo el 31 de octubre de 1991 se dice primero que "en todo momento se ha mantenido un estrecho contacto con estas empresas para facilitarles la realizaci¨®n de las gestiones necesarias con las empresas asociadas a Aecim a fin de que los estudios y trabajos que se llevaran a cabo tuvieran la calidad exigida y sirvieran mejor al desarrollo presente y futuro de sus actividades empresariales".
El presidente de Aecim apostill¨®. "En general las empresas beneficiadas de este convenio de asistencia t¨¦cnica han mostrado su satisfacci¨®n y conformidad, considerando que los estudios les ser¨¢n de gran utilidad". La realidad fue, sin embargo, muy distinta. Ortiz admiti¨® en la madrugada de ayer ante los diputados regionales que los trabajos eran muy malos, que no val¨ªan el dinero que la Comunidad pag¨® por ellos, que en Aecim acabaron "hartos"' de los responsables de Ibercoop. Y que por todos estos motivos sus empresas asociadas no continuaron sufragando el programa con el resto del dinero revisto hasta los 171 millones de pesetas totales, aunque en la firma del convenio se hab¨ªa se?alado una cantidad que llegaba a los 225 millones. En la documentaci¨®n que la consejer¨ªa ha remitido a la comisi¨®n figuran incluso fotocopias de talones y letras que justificaban esos pagos de Aecim a Ibercoop con la firma de Ortiz. ?ste identific¨® como v¨¢lida la r¨²brica, pero no los pagar¨¦s.
La actitud de Aecim en este convenio ha molestado a, la mayor¨ªa de los diputados presentes en la comisi¨®n de investigaci¨®n (del PP, PSOE e IU), pero indign¨® especialmente a la portavoz de IU, Teresa Nevado, que lo considera un posible fraude empresarial.
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